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El rescate de EU suma 5.7 bdd

La cuenta potencial para recuperar las finanzas ha aumentado con el reciente rescate a Citigrou pero la cifra sin precedentes debería inspirar temores por una mayor inflación y una baja del d
jue 27 noviembre 2008 10:20 AM
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La publicación afirma que el mundo necesita urgentemente otr
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Los billones de dólares en fondos públicos que los funcionarios estadounidenses están poniendo en juego para estabilizar a los mercados y proteger a la economía de una recesión profunda inspirarían, en tiempos normales, temor a una mayor inflación y a una baja del dólar.

Pero estos no son tiempos normales.

"El paciente está ahora en el piso. Si quieres sacarlo del piso hay que preocuparse por su dieta y ejercicio", dijo James Horney, del Centro para Políticas y Prioridades Presupuestarias.

Con el anuncio el fin de semana de un rescate del Gobierno estadounidense de 306,000 millones de dólares para el agonizante banco Citigroup, la cuenta potencial para la limpieza de las finanzas estadounidenses ha alcanzado la asombrosa cifra de 5.7 billones de dólares.

El Tesoro ya ha asegurado un fondo de 700,000 millones de dólares para ayudar a los bancos y prometió entregar más de 200,000 millones de dólares para sostener a las proveedoras de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac.

Por su parte, la Reserva Federal ha aumentado su hoja de balance a 2.1 billones de dólares mientras inyecta financiamiento en los congelados mercados de crédito.

Más medidas federales en la forma de un plan de gasto público para estimular la economía aparecen en el camino.

"Vamos a hacer lo que se requiera para llevar a esta economía de vuelta a su forma", dijo el presidente electo Barack Obama en una rueda de prensa el lunes.

Además de eso, la Fed ha recortado las tasas de interés a un bajísimo 1% y algunos estiman que el banco central norteamericano bajaría aun más los costos de los préstamos, quizás hasta llegar a 0%, mientras la atención se vuelve hacia la posibilidad, acaso remota, de que la tambaleante economía pueda dirigirse a una deflación.

Estas acciones podrían ser una receta para tasas de interés más altas, para una mayor inflación y para un dólar débil. Pero los analistas dicen que hay razones para creer que el Gobierno puede retirar las medidas de respiración artificial de emergencia antes de que se vean los desagradables efectos secundarios.

"El mercado tiene tanto miedo de una deflación, una historia similar a la japonesa, que el tema del déficit presupuestario se torna irrelevante, al menos en el aquí y ahora", dijo Joseph LaVorgna, economista jefe para Estados Unidos del Deutsche Bank.

"El orden de la corrección es hacer que los mercados financieros vuelvan a funcionar para que estas variadas iniciativas tengan una mejor oportunidad de hacer su trabajo, juntas se refuerzan, la economía sale a flote, se retira el estímulo, la Fed puede volver a la tasas a sus niveles normales", explicó.

El miedo a la deflación es una cosa que las autoridades tienen de su lado. El enorme apetito que han mostrado los inversores por la deuda pública estadounidense, que ofrece relativa seguridad en un momento en que los mercados financieros están pasando por turbulencias extraordinarias, ha mantenido inusualmente bajos los costos de crédito de Washington.

"Los bonos del Tesoro están operando con un descuento enorme frente a todos los otros activos del mercado, y esa es una razón de que no haya muchos obstáculos en el corto plazo para pedir crédito", dijo Zach Pandl, economista de Barclays Capital.

Al mismo tiempo, las bajas tasas de interés que la Fed ha implementado sólo se traducirían en un resurgimiento de la inflación en cualquier recuperación, si la Fed no puede revertir la trayectoria en el momento indicado.

Debido a los precios récord alcanzados por el petróleo en julio, los funcionarios de la Fed miraban a los riesgos inflacionarios con temor. Sin embargo, cuando el declive económico se intensificó en los últimos meses, el banco central dejó muy de lado sus preocupaciones sobre la inflación.

Sin embargo, algunos encargados de las políticas de la Fed están instando al Banco Central a no bajar la guardia por mucho tiempo.

"Puede parecer prematuro preocuparse de cómo se comportará la inflación cuando se acabe la recesión, pero necesitamos estar seguros de que nuestras políticas sigan siendo consistentes con una estrategia que no permita a la inflación se incremente durante el ciclo de negocios", dijo esta semana el presidente de la Reserva Federal de Richmond, Jeffrey Lacker.

 

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