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¿Catastrofistas o realistas?

Los recientes datos económicos confirman que México vive uno de los peores ciclos con más desempleo; la actividad económica muestra una contracción mayor a la esperada por el Gobierno.
jue 12 febrero 2009 06:01 AM
Los datos económicos dan la razon a un escenario de caída en la economía. (Foto: Miguel Ángel Flores)
Crisis (Foto: Miguel Ángel Flores)

La visión del empresario Carlos Slim sobre la situación de la economía mexicana caló en el Gobierno del presidente Felipe Calderón, pero en el fondo, fuera de escenarios catastrofistas u optimistas, hay datos reales que demuestran que la actividad económica se contrae.

La recesión de la economía estadounidense ha despertado la teoría, comprobada en la mayoría de los casos, de que cuando al vecino del norte le da gripa a México le da pulmonía.

Los pronósticos sobre la economía mexicana han sido tan variados, por el alto grado de incertidumbre, que pocos han sido acertados, incluso se han quedado cortos.

El primer optimista fue el Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, cuando en febrero de 2008 dijo que México sufriría un "catarrito" con la recesión estadounidense.

En el último cuarto de 2008 la economía mexicana habría experimentado una contracción económica de uno por ciento, según información oficial.

De acuerdo al pronóstico promedio de 31 grupos de analistas económicos del sector privado, tras el mal desempeño de la economía al cierre del año pasado, se puede prever que en los primeros tres meses del 2009 la economía mexicana ya está en recesión y se contraerá algo así como 1.62%.

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La Secretaría de Hacienda incluso tuvo que modificar en dos ocasiones sus previsiones después de que presentó al Congreso sus iniciativas de presupuesto e ingresos para este año, tras reconocer que la economía tendría un crecimiento cero.

La primera estocada "catastrofista" la dio el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz al señalar: "Lo que dijo el secretario de Hacienda, de que la economía mexicana no va a crecer, es un escenario optimista".

Días después, el 27 de enero, el funcionario presentó un  panorama incluso más pesimista del que los analistas esperaban.

Una caída de entre 0.8 y 1.8% en el Producto Interno Bruto (PIB) y la pérdida de hasta 324,000 empleos en 2009.

La semana pasada el presidente Felipe Calderón hacía un llamado para "rechazar todos el catastrofismo sin fundamento", pero los propios consumidores mexicanos encuestados por Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía hacían sus pronósticos, su confianza en la economía mexicana se desplomó 20% en enero, al nivel más bajo desde 2001, cuando se hizo público este indicador.

Ayer el mandatario afirmó que lo importante no es ver quien genera el pronóstico más grave, o quien es capaz de infundir el mayor temor entre los mexicanos, sino qué es lo que cada quien, desde su trinchera y desde su responsabilidad, desde su capacidad de acción, puede hacer por México para enfrentarla".

Mientras estas declaraciones van y vienen los analistas se han visto en la necesidad de reducir sus pronósticos día a día ante el cúmulo de datos negativos, a tal grado que mientras en enero del año pasado esperaban que la economía mexicana crecería 3.6%, ahora esperan una contracción de 1.62%.

Las proyecciones del empresario Carlos Slim quien dijo que "no quiero ser catastrófico" reflejan evidentemente un panorama pocas veces visto, pero que no es ajeno a México por las cuatro recesiones que se han vivido en los últimos 26 años en los que la economía cayó entre 1 y 7% anual,  y se justifican por la revelación de indicadores en constante baja.

Tan sólo este mismo miércoles se reveló que la industria automotriz mexicana -que contribuye con alrededor del 3% del PIB- se encuentra en una de sus peores crisis en décadas, ya que la producción de vehículos se desplomó 51%, las ventas internas se ubican en niveles del año 2000, y las exportaciones tropezaron un 57%.

"Los datos reales demuestran una debacle total, es un ataque nuclear; el sector automotriz es líder e indica para dónde va el sector manufacturero", dijo César Castro del Centro de Análisis y Proyecciones Económicos para México (Capem).

Los más recientes datos económicos revelan la debilidad de la actividad productiva. Las exportaciones en diciembre cayeron 12.3% a tasa anual, mientras las importaciones  bajaron 13%, mientras el déficit comercial aumentó 67% en 2008; el Indicador Global de la Actividad Económica en noviembre disminuyó 1.1%, por tercer mes consecutivo.

En enero se perdieron 128,000 empleos formales, pérdida que no sucedía en dicho mes desde 1996, según las estadísticas de la Secretaría del Trabajo.

La tasa de desocupación alcanzó el 4.32% en diciembre pasado, una de las más elevadas desde agosto de 2004, según el Instituto nacional de Estadística, y Geografía (INEGI).

Las ventas de las 100 principales cadenas de tiendas departamentales y de autoservicio disminuyeron 4.2 % en diciembre, de acuerdo a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).

Estas son cifras que dejan ver la profundidad de la desaceleración de la economía, no son pronósticos.

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