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El ahorro mata a la economía de EU

Ahorrar más y reducir la deuda podría sonar como un buen plan para lidiar con la recesión; pero si todos los estadounidenses deciden hacerlo, la economía terminará paralizada.
vie 13 febrero 2009 06:00 AM

No fue hace tanto que muchos economistas se preocuparon debido a que los estadounidenses ahorraban muy poco.

Hoy, la preocupación creciente es que los estadounidenses comienzan a ahorrar demasiado.

No es que la tasa de ahorro sea más alta hoy desde un punto de vista histórico, o en comparación con algunos otros países. Pero ha aumentado bruscamente en los meses recientes -en un momento en que lo que más necesita la economía es que sus consumidores gasten con mayor libertad.

"A largo plazo, ahorrar más es mejor para los estadounidenses. Pero con el hundimiento de la economía, este momento es el peor para hacerlo", dice Rich Yamarone, director de investigación económica de Argus Research.  

La tasa de ahorro, calculada por el Departamento de Comercio, alcanzó un 3.6% en diciembre, o el equivalente a 36 dólares por cada 1,000 de ingresos netos.

En agosto, la tasa de ahorro era del 0.8%, o sólo 8 dólares por cada 1,000. Y dado que el ingreso promedio de los estadounidenses ha fluctuado entre estable y un poco a la baja durante los últimos meses, la única manera en la que la tasa de ahorro puede aumentar es si el gasto decrece.

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"Son muchos gastos que no se efectúan", dijo Mark Zandi, economista en jefe de Moody's Economy.com. Y añadió que el aumento de la tasa de ahorro desde el verano pasado es "la diferencia entre una economía creciente y una que debe luchar en extremo".

El gobierno calcula los ahorros al totalizar los ingresos netos y sustraer los gastos. El resto lo considera como ahorro, incluso si los consumidores usan el dinero sobrante para invertir o pagar una deuda en lugar de depositarlo en un banco.

Los meses en los que el ingreso se ha fortalecido debido a circunstancias especiales -tales como mayo de 2008, cuando la mayoría de los contribuyentes recibieron cheques de estímulos económicos de entre 600 y 1,200 dólares, y diciembre de 2004, cuando Microsoft les pagó a sus inversionistas un gran dividendo único- han provocado un salto significativo en la tasa de ahorro.

Pero si excluimos dichos meses, la tasa de ahorro del pasado diciembre fue la más alta desde septiembre de 2001.

La fiesta de crédito se acabó

Hasta antes del trastorno económico del año pasado, la tasa de ahorro estaba en un punto históricamente bajo, con un promedio de sólo 0.5% desde el comienzo de 2005 hasta abril de 2008. En ocasiones, incluso llegó a caer bajo cero, lo que indicaba que los estadounidenses echaban mano de sus ahorros para seguir efectuando gastos de alto nivel.

Keith Hembre, economista en jefe de First American Funds, dijo que la baja tasa de ahorro a principios de esta década se debía a que los consumidores gastaron por encima de sus posibilidades durante años.

Y podían darse el lujo de hacerlo siempre y cuando el mercado de valores se elevara y los crecientes precios de los bienes raíces les permitieran convertir sus casas en cajeros automáticos que creyeron portadores de un suministro ilimitado de dinero.

Pero una vez que las burbujas de los mercados de valores e inmobiliario explotaron, los consumidores no tuvieron más remedio que gastar de forma más modesta, aseguró Hembre.

"Creo que vivimos un cambio secular en términos de consumo y comportamiento del gasto a mayor escala", añadió.

Algunos dicen que el repentino aumento en la tasa de ahorro desde el verano pasado se debe ante todo a que los estadounidenses están preocupados acerca de sus empleos y la economía. Otros dicen que es un producto de la caída de los valores bursátiles y los balances del plan de pensiones, que ha ocasionado que los estadounidenses recorten sus gastos y vuelvan a llenar sus cuentas de ahorro para el retiro.

Además del deseo de ahorrar más, los estadounidenses ven limitarse su acceso al crédito, lo que también aumenta la tasa de ahorro. Los decadentes precios de la vivienda han hecho más difícil para muchos acceder a líneas de crédito con garantías hipotecarias, mientras que los prestamistas también han elevado los estándares de autorización de tarjetas de crédito.

Las cifras de la Reserva Federal muestran que la deuda de los consumidores registró su primera caída en el tercer trimestre. Desde entonces, los préstamos al consumidor continúan a la baja.

Ahorrar no es el problema... excepto cuando todos lo hacen a la vez

Sin duda, una alta tasa de ahorro no es algo malo para la economía. Desde mediados de los cincuentas hasta mediados de los ochentas, la tasa de ahorro oscilaba entre el 8% y el 11%.

El dinero ahorrado en esas décadas ayudo a impulsar el crecimiento económico, porque gran parte de los ahorros fueron invertidos en negocios, que a su vez usaron las inversiones para fabricar más productos y contratar a más trabajadores.

Pero los economistas dicen que el verdadero problema es el aumento repentino en la tasa de ahorro.

"Ahorrar es algo bueno y pagar deudas también, pero no de la noche a la mañana", dice Zandi. "Si vamos de cero a 10% en alrededor de un año, tendremos una severa crisis que puede convertirse en autoimpuesta".

Yamarone añadió que los usuales beneficios económicos que conlleva una mayor tasa de ahorro no son evidentes ahora porque los "ahorros" de los consumidores no se utilizan de la manera en la que se utilizarían en una situación normal. Los bancos, después de todo, están menos dispuestos a usar los depósitos para hacer nuevos préstamos.

"El efectivo de los consumidores podrá no ocultarse en sus colchones, pero tampoco va a la economía. Sólo llena el colchón de Vikram Pandit", bromeó Yamarone, refiriéndose al CEO de Citigroup, uno de los bancos más grandes de los Estados Unidos.

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