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Derivados, dolor de cabeza de Geithner

El secretario del Tesoro ha propuesto una nueva legislación para controlar mejor estos instrumentos; sin embargo, su iniciativa ha despertado el escepticismo entre legisladores y expertos.
mié 15 julio 2009 06:00 AM
El secretario del Tesoro de EU, Tim Geithner, argumenta que los derivados son instrumentos destructivos para la economía. (Foto: Reuters)
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La administración de Obama se dio a sí misma dos meses para informar al Congreso sobre la nueva legislación que se necesita para controlar los derivados extrabursátiles; asimismo, el testimonio del secretario de la Secretaría del Tesoro, Timothy Geithner, pronunciado a finales de la semana pasada, señalaba lo increíblemente difícil que será trabajar en la creación de una ley.

Los miembros de la Cámara expresaron sus preocupaciones especiales: ¿los operadores de silos para granos necesitarán registrarse como usuarios de derivados?, ¿las utilidades seguirán formando parte de los contratos extrabursátiles que consideran esenciales para sus negocios? y, secretario Geithner, ¿cómo va a evitar que el negocio de derivados emigre a Dubai?

Para responder a sus críticas, Geithner insistió en que el Gobierno necesitaba "encontrar el equilibrio adecuado" entre argumentos conflictivos, y reconoció que la regulación será "un proceso bastante complejo". Pero el fracaso no es una opción, como dijo, pues la crisis económica ha demostrado cuán destructivos pueden ser los derivados y qué tan urgente es someterlos a una nueva revisión.

El experto en derivados y profesor de derecho en la Universidad de Texas, quien pronto se tomará un tiempo para trabajar para la Comisión de Valores y Mercados (SEC, por sus siglas en inglés), Henry Hu, señaló en una audiencia distinta que coincide en que este es un "momento crucial" para las regulaciones extrabursátiles. Hu también subrayó la complejidad del problema y las múltiples partes que se asocian al humor de Woody Allen, quien alguna vez dijo: "Una vez tomé un curso de lectura rápida y leí La guerra y la paz en 20 minutos... se trata de Rusia". 

La administración quiere que se regulen todos los derivados. Lo que conocemos como un contrato estandarizado (por ejemplo, una permuta de riesgo crediticio de 10 millones de dólares a cinco años en una empresa reconocida) se pasaría a una cámara de compensación regulada que garantice el pago de todos los contratos.

Según la administración, los derivados que son personalizados y no son aptos para las cámaras de compensación deben ser respaldados por un gran volumen de capital. Las permutas de riesgo crediticio de AIG, por ejemplo, no contaban con esto. Quienes comercian con derivados personalizados deben informar a alguna autoridad central (que aún no ha sido especificada) sobre los detalles de los mismos, para que al menos se imparta cierto grado de transparencia al mercado que, hasta ahora, ha sido sombrío.

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Desafortunadamente, en este punto no existe un criterio para definir qué contratos pertenecen a una cámara de compensación; asimismo, quienes comercian con los grandes derivados (casi todos bancos grandes) se resistirán a cualquier intento de definir lo "estandarizado" en su contexto más amplio. No olviden lo que dijo el dirigente del Comité de Agricultura, el diputado Collin Peterson, de Minnesota: "los bancos hacen mucho más dinero de los derivados personalizados que de los estandarizados". La diferencia radica en que los productos personalizados escapan de la competencia de precios, como ocurre normalmente en la mayoría de los mercados. 

Existen más acuerdos con respecto a quién tendrá jurisdicción en el mercado. Peterson comenzó su ponencia diciendo rotundamente que él y el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, Barney Frank, habían llegado a la conclusión de que la SEC y la Comisión de Comercio de Valores y Futuros (CFTC, por sus siglas en inglés), no se fusionarán, a pesar de lo que algunos reformistas reguladores han sugerido con insistencia.

Estas dos agencias, que han sido discutidas a la par, crearon un plan para compartir la carga de trabajo; la SEC pide autoridad sobre los derivados financieros y sobre las permutas de riesgo crediticio, dos instrumentos que la comisión considera están "relacionados con los valores". La CFTC, que por mucho tiempo fue la reguladora de derivados de materias primas, pide autoridad sobre las tasas de interés y sobre todos los otros derivados.

Ambas agencias han dicho que trabajarán conjuntamente para asegurarse de que no queden brechas durante esta revisión. A decir de las declaraciones de la SEC, hay que señalar que éstas parecen ridículas si se toma en cuenta que la comisión tiene la reputación de hacer caso omiso a estas fisuras, pues permitió a Bernard Madoff que robara a los inversionistas durante décadas.

En el mundo de los derivados, el peligro de una revisión defectuosa ha aumentado al ritmo al que "la innovación financiera" saca de repente nuevos productos que explotan con la mínima falla de las regulaciones. El mismo Tim Geinther ha aceptado que las permutas de riesgo crediticio llevaron esta explosión al extremo, pues permitieron el visible desastre de AIG. "No nos mantuvimos al corriente en esa innovación", dijo. "Estábamos justo detrás de la curva", que es donde Washington está ahora, mientras intenta reinventar las reglas de todo lo que lleva el nombre de derivados.

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