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Mayores tasas no significan más ingresos

Se han tenido ejemplos de que reducir las tasas impositivas generan más dinero, dicen expertos; advierten que durante 2010 también se presenten otros cambios fiscales.
vie 09 octubre 2009 06:17 AM
El Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, ha defendido su propuesta fiscal y no prevé presentar un proyecto alternativo (Foto: Reuters)
carstens

Los cambios fiscales que la administración de Felipe Calderón busca le aprueben en el poder legislativo para 2010 con incremento en tasas de algunos impuestos y creación de nuevos gravámenes, entre otras propuestas, no necesariamente atraerá más dinero para el Gobierno federal, ante la caída de los ingresos petroleros y tributarios en el país, mencionaron expertos. En años anteriores, la reducción en México de las tasas en tributos como el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) han generado más recursos al Gobierno, en términos de la evolución de la economía, agregaron los especialistas.

"Una disminución de los impuestos lejos de ampliar el déficit fiscal lo reduciría", dijo el economista en jefe de Grupo Financiero Ixe, Manuel Guzmán.

Un recorte en el ISR, por ejemplo, provocaría un mayor incentivo para trabajar, elevaría el consumo ante el incremento inmediato del ingreso disponible y abatiría la evasión, explicó.

El Gobierno mexicano prevé que el país se recupere lentamente en 2010 y experimente un crecimiento de 3%.

Mientras esto sucede, la administración de Felipe Calderón prevé implementar con su reforma algunas modificaciones fiscales, como la nueva Contribución para el Combate a la Pobreza , que gravaría con un 2% a todas las ventas de bienes y servicios en el país; el incremento en la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 28 a 30% y varias modificaciones al alza en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) , en productos como el cigarro, cerveza, bebidas alcohólicas y las telecomunicaciones (entre ellas el Internet y el teléfono celular).

En ciertas circunstancias, una disminución de las tasas de impuestos resulta en un incremento de los ingresos tributarios", dijo Guzmán.

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En México se ha aplicado esta práctica con buenos resultados. Según Ixe, en la década de los años ochenta hubo un recorte de impuestos, entre ellos el IVA, mismo que aumentó su recaudación en 0.2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), con la reducción a cero de la tasa en alimentos y medicinas. Para el siguiente año (1989) esta recaudación creció un 8.2%, en comparación con 1988.

"De igual forma, en 1989 la recaudación por ISR fue de 5.5% como proporción del PIB, lo que significó un aumento de 0.4 puntos respecto al nivel registrado en 1988. La mayor recaudación de ISR en 1989 es especialmente importante en virtud de que la tasa para personas físicas se redujo de 50% en 1988 a 40% en 1989, mientras que la tasa de ISR para empresas se fijó en 37%", dijo Ixe.

Lo anterior fue previsto en el Pacto de Solidaridad Económica que trató de incentivar una mayor actividad económica, con el recorte de impuestos, entre otras medidas.

La idea detrás de bajar algunos gravámenes descansa en el objetivo de lograr una mayor demanda y una mayor actividad económica, de manera tal que el mayor dinamismo se traduzca en una mayor recaudación.

Según Ixe, esto puede acompañarse con una ampliación de la base gravable, mayores esfuerzos de fiscalización, incremento en el número de contribuyentes y una simplificación administrativa.

En la actualidad existen poco más de 24 millones de contribuyentes activos en México; con la reforma se pretende sumar unos 4 millones de ellos; a su vez, la iniciativa de Ley de Ingresos también prevé cambios en el Código Fiscal de la Federación para dotar de más herramientas al fisco para fiscalizar "mejor" a los contribuyentes.

Los economistas de Banamex, esperan un incremento en los ingresos fiscales derivados de medidas impositivas y un déficit fiscal más amplio, "aunque todavía manejable".

"No descartamos que puedan lograrse acuerdos para implementar nuevas medidas impositivas después del 2010 y/o llevar las cuentas públicas de vuelta al equilibrio a un ritmo más acelerado", dijo el banco en un reporte.

La propuesta del Gobierno mexicano que envió el pasado 8 de septiembre al Congreso, prevé un déficit de 60,000 millones de pesos.

La aplicación de los cambios en los impuestos produciría un efecto inflacionario en el país de un punto porcentual, según ha pronosticado la Secretaría de Hacienda.

Mientras tanto, los expertos fiscalistas han criticado que el país incremente sus tasas de impuestos directos, como el ISR, al contrario de lo que han hecho otras economías de reducir este gravamen y recargar su recaudación en los impuestos indirectos.

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