FMI propone una nueva moneda global
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, dijo el viernes que aunque el dólar había cumplido con su rol como activo seguro durante la reciente crisis financiera, una pregunta de largo plazo era si se necesitaba una nueva divisa de reserva global .
"El desafío que viene es encontrar maneras de limitar la tensión que está surgiendo entre la alta demanda por reservas preventivas por un lado y la estrecha oferta de reservas por el otro", dijo en un discurso a funcionarios de la Comisión Bretton Woods.
Dijo que el FMI estaba explorando opciones para ofrecer de manera simultánea líneas de liquidez de corto plazo a una serie de economías emergentes bien administrados para ayudarlos a resolver sus necesidades de financiamiento durante una crisis sistémica.
El texto del FMI sostuvo que las líneas de crédito para una serie de países con buen desempeño no sólo evitaría el estigma del financiamiento del FMI, sino que además les entregaría grandes sumas de dinero para sofocar una crisis emergente.
Dependería, no obstante, de un país decidir si quisiera participar y en ese punto pagar una comisión de compromiso.
Sería similar a una línea de crédito flexible para economías de mercado emergente desarrollada por el FMI durante la reciente crisis, pero que se le extendía a un país por vez.
Una opción más radical, sugirió el documento, sería enmendar los artículos del FMI que le permitirían al Fondo emitir temporalmente derechos especiales de giro a miembros específicos de manera flexible y no basados en sus cuotas de asignación.
El documento agregó que los países que manejan grandes superávits comerciales -a los que no nombró, pero que obviamente incluyen a China- deberían estar más dispuestos a cambiarse hacia políticas monetarias más flexibles. Dijo que se necesitaría "un acuerdo político más amplio" para lograr esa meta.
"Podría manifestarse en un movimiento voluntario y gradual hacia tipos de cambio flotantes para el próximo conjunto de economías avanzadas, similar a la adopción de tipos de cambio flotantes por parte de las mayores economías en la década de los setenta", dijo el texto del FMI, pero no especificó de qué países estaba hablando.
En general, China ha desestimado tales llamados cuando la apuntan directamente, al afirmar que su tipo de cambio manejado es asunto suyo y que es necesario preservar su estabilidad.
El FMI propuso fortalecer su mandato mediante una supervisión más estricta y ofrecer un financiamiento más confiable para evitar que los países sigan acumulando grandes reservas de divisas en sus bancos centrales.
La reciente crisis financiera global ha obligado al FMI a repensar los modos en los que puede evitar que se repitan las turbulencias que han sacudido a la economía mundial desde finales del 2008.
Según un documento del FMI, en el que se detallan propuestas para modificar el mandato de la entidad, el Fondo podría convertirse en un prestamista más confiable para los mercados emergentes que enfrentan necesidades para asegurarse frente a las crisis.
Entretanto, Strauss-Kahn dijo que el alcance de la vigilancia del FMI debía ser ampliado para cubrir también los riesgos financieros y los temas regulatorios, y que debería hacer un mejor trabajo en seguir los riesgos que representan los mayores bancos e instituciones financieras del mundo.
Aunque recalcó que el FMI no estaba buscando convertirse en un regulador global, dijo que la institución tenía que hacer un mejor papel al entender las conexiones entre estas grandes instituciones financieras y sus patrones de inversiones cambiantes.
"En breve, necesitamos poder construir un mapa de riesgo global", dijo y agregó que el fondo debería dedicar también más atención a los flujos de capital, que son una creciente preocupación para los grandes países emergentes.
El jefe del FMI dijo que el fondo debía intervenir más rápidamente y con más financiamiento para ayudar a los países de mercados emergentes bien manejados a esquivar los peligros de las crisis sistémicas.
