AL gozará aciertos este año: expertos
Los países más desarrollados de Latinoamérica podrían crecer entre 5 y 6% en promedio en 2010 gracias a la fortaleza de sus sistemas bancarios y la prudencia en sus políticas económicas durante la recesión, de acuerdo con el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
México, Brasil, Colombia, Perú y Chile lograron mantenerse a flote debido a su apertura a los mercados de capital y a la fuerte administración macroeconómica de sus gobiernos, sin embargo, estas naciones podrían presentar dificultades en 2011 ante el retiro de estímulos fiscales por parte de países más desarrollados como Estados Unidos.
El crecimiento de Estados Unidos será de 3% en 2010 y podría caer a 2.5% en 2011, consecuencia del retiro de los estímulos fiscales.
Mientras, el ritmo de crecimiento de los países latinoamericanos podría caer a 3.7% en 2011 según cifras del IIF.
En el caso de México, el Instituto estima que su economía podría crecer 4.5% en 2010 y 3.5% en 2011.
"Las decisiones que tome en Grupo de los 20 este año tendrán un impacto crítico en las condiciones económicas y bancarias en América Latina", dijo Charles Dallara, jefe del IIF, en conferencia de prensa.
En ese sentido, es necesario mejorar la coordinación entre los países del G20 para llevar a cabo avances en materia de regulación bancaria y comercio (acuerdo de Basilea y la ronda de Doha).
Para mantener el crecimiento en AL también es necesario realizar una reforma fiscal y sobre todo una reforma en el mercado laboral, afirma Frederick Jaspersen, director del IOIF para AL.
En el caso del sistema financiero, Dalara considera que es clave mejorar la transparencia, tener un mejor apalancamiento, así como mejorar la administración del riesgo.
Los integrantes del IIF creen que es necesario que el Banco Interamericano de Desarrollo incremente su capital para poder apoyar al desarrollo de las economías latinoamericanas.
Ventajas de México
Durante la crisis México ha logrado establecer una buena credibilidad en los mercados de capital gracias a la fortaleza de su moneda, su tipo de cambio flexible y la atracción de Inversión Extranjera Directa.
"Los inversionistas internacionales tienen una buena percepción sobre las políticas económicas adoptadas por México durante la recesión, lo que ha llevado a la adquisición de cerca de 2,000 millones de dólares en bonos del Gobierno durante este año", de acuerdo con Jaspersen.
