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Obama va por la extensión de ley Bush

El presidente de EU espera poder aprobar nuevamente las exenciones de impuestos para el 2011; analistas prevén que con menos impuestos el próximo año, la economía no tendrá recursos suficientes.
mié 01 diciembre 2010 06:01 AM
Barack Obama busca convencer a los bancos de EU que abran la llave crediticia. (Foto: Reuters)
Barack Obama

El presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, se reunió este martes por la mañana con los líderes de la Cámara y del Senado de ambos partidos para comenzar a negociar los términos de la extensión de las exenciones fiscales de Bush. Las esperanzas de que lleguen a un acuerdo pronto son pocas. Al menos, ambos partidos quieren asegurar que las exenciones fiscales sigan siendo aplicadas para las familias de ingresos bajos y medios, pero eso es lo único en lo que están de acuerdo hasta el momento.

No cabe duda que todo el jineteo político y las respuestas bien pensadas a las preguntas mordaces harán que el problema luzca más confuso. Intentaremos aclarar qué es lo que se está debatiendo y qué es lo que está en juego. 

¿Qué pasará el 1 de enero si el Congreso no hace nada?

Si no se aprueba ninguna extensión a las exenciones fiscales el 31 de diciembre, el ingreso federal y las tasas de inversión de todos regresarán a los niveles donde estaban antes de que se aprobaran los recortes fiscales en 2001. 

Si los legisladores no logran extenderlos al próximo año y volverlos retroactivos el 1 de enero, tu cuota fiscal para el 2011 será mayor. Si las exenciones fiscales expiran y las tasas fiscales aumentan, quizás te darás cuenta de la diferencia en tu billetera desde enero, cuando tu empleador comience a retener más impuestos de tu salario.

El Centro de Políticas Fiscales calcula que una pareja casada con dos hijos menores de 13 años y con un ingreso de 75,000 dólares al año, podría terminar pagando 2,600 dólares más en impuestos federales sobre los ingresos el próximo año, en comparación con lo que pagarían si se extendieran las exenciones fiscales. 

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Pero las probabilidades de que las exenciones fiscales caduquen son altas, pues tanto republicanos como demócratas coinciden en que quieren extender los recortes fiscales al menos para los ingresos inferiores a 200,000 dólares por persona, o para las viviendas que reciben un sueldo inferior a 250,000 dólares al año.

Si el Congreso logra concretar cualquier decisión real sobre las exenciones fiscales de Bush, hay algunos pasos que los legisladores o el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) podrían tomar para prevenir que los cheques se encojan en enero, incluyendo la aprobación de una extensión temporal sobre las exenciones a principios de 2011 para que los legisladores ganen tiempo para llegar a un acuerdo sobre el asunto. 

¿Cuál es el argumento económico para extender las exenciones fiscales?

La principal preocupación de varios economistas y legisladores es que si las cuotas fiscales de los estadounidenses crecen el próximo año, tendrán menos dinero para gastar e invertir en la economía, y eso podría borrar cualquier terreno económico que se haya recuperado desde que la crisis de las viviendas mandara al país a una caída libre. 

Pero si se prolongan las exenciones fiscales, los contribuyentes no se darán realmente cuenta de ningún cambio en sus balances, así que es poco probable que se generen estímulos nuevos para la economía.

Eso es en parte porque varios halcones del déficit, como Diane Rogers, de la Coalición Concord, dicen que las exenciones fiscales de Bush deberían ser comparadas con otros tipos de recortes fiscales para ver cuáles ofrecen las mejores posibilidades de estimular a la economía para asegurarse de que el dinero se gaste apropiadamente. 

En general, ampliar los recortes fiscales podría ser un paquete mixto para la economía si se hace de forma permanente, según un análisis realizado por la Oficina Presupuestal del Congreso. A corto plazo, volverlas permanentes podrían ayudar a preservar la recuperación, pero también podría reducir el crecimiento económico a largo plazo porque la extensión de las exenciones se sumaría significativamente a la deuda de Estados Unidos.

Por eso muchas personas que no quieren que las exenciones fiscales caduquen ya sólo piden una extensión de un par de años más. 

¿De qué se tratan el asunto de los ingresos superiores a 250,000 dólares?

El presidente Obama y varios demócratas dijeron que quieren que las exenciones fiscales caduquen para los ingresos superiores a 200,000 dólares, o para las parejas que en conjunto tienen un ingreso de 250,000 dólares. 

Alegan que los contribuyentes más ricos no necesitan el dinero extra, y que si lo obtienen quizás lo ahorrarán, no lo gastarán. Eso no ayuda mucho a la economía. En contraste, dicen, las familias con ingresos bajos y medios tienen más problemas y tienen mayores posibilidades de gastar el dinero extra de una exención fiscal.

Si Obama se sale con la suya, las viviendas con altos ingresos verían como las dos tasas más altas de ingresos aumentan a 36% (de 33%) y a 39.6% (de 35%). Además, sus tasas de impuestos sobre sus inversiones aumentarían 20%, en comparación con el 15%. 

El plan fiscal de Obama: quién se queda con qué y por qué

Pero los inversionistas de altos ingresos aún se beneficiarían de la extensión de los recortes fiscales de clase media. Entre otras cosas, eso se debe a que los cambios hechos en los niveles de ingresos más bajos serían permanentes para todos. Dos ejemplos: la creación del freno fiscal de 10% y la reducción de la penalización por matrimonio. La penalización por matrimonio solía ocasionar que dos personas pagaran más como pareja de lo que habrían pagado como contribuyentes individuales. 

Irónicamente, si las exenciones fiscales de Bush caducan para las personas con ingresos más altos, algunos podrían tener una cuota fiscal reducida el próximo año.

Los republicanos y algunos demócratas dicen que las exenciones también deberían aplicarse para los ingresos más altos, al menos de forma temporal, porque la economía es demasiado frágil como para aumentar los impuestos de cualquiera. 

Los republicanos también alegan que el crecimiento laboral de los pequeños negocios podría resultar lastimado porque varios dueños de negocios pagan las dos tasas principales de impuestos y generan varios ingresos para los pequeños negocios. Las estadísticas fiscales no son muy claras en el lado del potencial de creación de empleos entre los que reportan ingresos de pequeños negocios en las dos tasas de ingresos principales.

¿Qué podría pasar con el déficit? 

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos calcula que los costos de hacer que las exenciones fiscales sean permanentes para todos podrían ser de 3.7 billones de dólares en los próximos 10 años; de los cuales, 3 billones de dólares representan el costo de extenderlos a la mayoría de los estadounidenses, como propuso el presidente. Los 700,000 millones de dólares (mdd) restantes representan el costo de extenderlos de forma permanente a los receptores de ingresos más altos.

El costo sería obviamente menor si las exenciones se extienden sólo uno o dos años, lo que muchos observadores esperan que ocurra. No hay estimaciones formales para una extensión a corto plazo, pero con base en cifras del Departamento del Tesoro, el costo podría ser de entre 200,000 y 500,000 mdd, dependiendo de qué exenciones se extiendan y por cuánto tiempo. 

Los que apoyan la extensión de las exenciones fiscales saben que si dichas exenciones caducan y la economía sufre como resultado, el déficit empeorará porque el gobierno tendrá que pedir prestado más dinero.

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