Cambio necesario o fracaso total
Es evidente que nuestro país necesita urgentemente un cambio político, social y económico que le permita desarrollarse y competir mundialmente antes de que sea demasiado tarde. Es por ello, que debemos ponernos a trabajar en un cambio consensado, estructurado y dinámico que nos otorgue esa posibilidad.
De lo contrario solo nos resta esperar para que la degradación política, económica y social sea irreversible y encontrarnos como nación con un fracaso total.
Las propuestas son muchas, algunas políticas, otras sectoriales pero son raras las que analizan debidamente y sin compromisos particulares la realidad nacional con propuestas concretas tendientes a transformar nuestra realidad nacional.
Por ello, cito, las que realizó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en su ponencia 2010, las que van encaminadas hacia un acuerdo para el desarrollo nacional que permita a nuestro país una trasformación política, económica y social. El IMEF, identifica diversos frenos a nuestra economía, como los son, la incapacidad de nuestros gobernantes para lograr acuerdos nacionales, crecimiento sectorial tendiente al beneficio de un pequeño grupo de políticos, sindicatos y empresarios, organizaciones industriales con estructuras jerárquicas y autoritarias, uso deficiente de energía en ignorancia total del impacto la comunidad y el medio ambiente.
Identifica, también, un cambio mundial hacia una globalización balanceada en lo político, menos injusta y depredadora, en la cual países como el nuestro se puedan adaptar no obstante tener un grado inferior de desarrollo que los grande jugadores del primer mundo.
Para tratar de combatir lo anterior y para el efecto de que nuestro país cambie rápidamente antes de que sea demasiado tarde, la institución propone un acuerdo para el desarrollo nacional, que incluya:
2. Cobertura de seguridad social universal cuyo costo no se asocie al trabajo, sino a un IVA generalizado.
3. Flexibilizar la legislación laboral en materia de contratación y de terminación de las relaciones laborales.
4. Lograr acuerdo de productividad y pago por resultados realizados.
5. Contar con cobertura universal de educación, integra y de alta calidad, adecuada a las necesidades de la sociedad.
6. Asegurar la mejora continua de la educación mediante mecanismo de gobernanza del sistema educativo.
7. Expresar un extrañamiento formal a las dirigencias nacionales.
8. Realizar las reformas legales necesarias para darle continuidad a los acuerdos para el desarrollo nacional.
9. Crear el Instituto Mexicano de la Planeación y las Políticas Públicas (IMEXPLAN) como una propuesta para construir una visión de futuro.
10. Legislar todo un capítulo de participación ciudadana en la Ley de Planeación y reglamentar el reconocimiento constitucional de las figuras del plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular como propuestas de interlocución social y transparencia.
La propuesta del IMEF, está encaminada hacia una trasformación total pero posible, que no obedece a necesidades partidistas, sectoriales o sindicales, son propuestas concretas que impulsarían un cambio necesario a nuestro país, pues si no podemos obtener reformas estructurales pronto, debido principalmente a la fragmentación política del poder, nuestra crisis será cada día más grave hasta que sea imposible detenerla.
Por ello la pregunta obligada, los que tienen el poder para poder reformar, cambiar, ¿desearán cambiar? De no ser así, nuestra realidad política, jurídica, económica y social estará destinada al fracaso total.
*El autor es socio fundador del Bufete Pizá Abogados S.C, especialista en juicios de alto riesgo y en el diseño de estrategias jurídicas para prevenir y minimizar contingencias laborales.