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Sector tecnológico empieza a ‘burbujear’

La valuación de empresas se disparó, lo que ya pone nerviosos a los inversores veteranos de EU; aunque están en sus inicios y no tienen nada todavía, hay compañías que valen de 5 a 15 mdd.
mar 21 diciembre 2010 06:01 AM
La última burbuja tecnológica creó un cráter en la economía de Estados Unidos. (Foto: Cortesía CNNMoney)
Burbuja (Foto: Cortesía CNNMoney)

Un día cualquiera en Grey Dog, un pequeño restaurante en el centro de Nueva York, hallarás concentraciones de ingenieros y empresarios alrededor de las pequeñas mesas de madera, discutiendo las creaciones más recientes de sus nuevas compañías. La alta proporción de técnicos en las mesas no es sorprendente. DogPatch Labs, una oficina que alberga más de diez compañías respaldadas por la compañía de capital de riesgo Polaris Ventures, está a la vuelta de la esquina. Una calle hacia el sur, varias compañía tecnológicas rentan escritorios en TechSpace. Varias compañías respaldadas por Union Square Ventures trabajan en la zona, y TechStars, un programa de asesoría e inversión que acaba de seleccionar a los finalistas para su primera cosecha de compañías nuevas en Nueva York, está atravesando una calle más.

En algunas cuadras urbanas densamente pobladas, docenas de compañías tecnológicas están descifrando el código. Y los inversionistas quieren participar... ya. Y esto tiene a los veteranos un poco nerviosos.

Los rumores comenzaron hace meses, con inversionistas de etapas iniciales comentando sobre las valuaciones disparadas y los fondos de capital de riesgo que estaban colocando su dinero en compañías de Internet advenedizas. Después, un informe ampliamente sonado escrito por el decano del capital de riesgo de Nueva York, Fred Wilson, hizo que la conversación se hiciera pública .

"Creo que la competencia por acuerdos ‘ardientes' está volviendo loca a la gente, y estoy viendo varios actos poco naturales por parte de los inversionistas", escribió el mes pasado en un siniestro blog llamado Nubes de la tormenta.

Desde entonces las cosas se han intensificado. Google intentó (sin éxito) obtener acuerdos diarios con Groupon, supuestamente por 6,000 millones de dólares. Twitter absorbió 200 millones de dólares más de los inversionistas, dando a la compañía una valuación de casi 4,000 millones de dólares.

Kleiner Perkins está recaudando más de 1,000 millones de dólares para los nuevos fondos de capital de riesgo, y convenció a la analista estrella del Internet en Wall Street, Mary Meeker, para que fuera a Silicon Valley a buscarles inversiones.

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Wilson evitó usar el término ‘burbuja', pero otros no se están mostrando tímidos. El inversionista ángel y anfitrión de Wine Library TV, Gary Vaynerchuck, cree que se está inflando una "gran burbuja".

"Veo que muchas compañías están recibiendo valuaciones de entre 5 y 15 millones de dólares, ahora que están en sus inicios y no tienen nada", dice. "Al menos son un poco más prácticos que en 2000, cuando la gente se volvía loca".

Los acuerdos ardientes "son increíblemente competitivos, lo que eleva las valuaciones", dice el director de TechStars, David Tisch.

Pero hay dos temores; el primero es que las burbujas impulsen de forma artificial a compañías débiles y afecten en darwinismo del mercado.

"Temo por las compañías que no deberían recibir el financiamiento y sí lo están recibiendo", dice Chris Dixon, inversionista ángel activo en Silicon Valley, cuyo portafolio incluye a Skype y Foursquare.

"Cuanto tienes gente muy talentosa comenzando su propia compañía, quienes intentan contratar salen lastimados porque no logran hacerlo", dice Tisch con respecto a la guerra de talentos de este momento. La prueba principal es la reciente decisión de Google por aumentar el sueldo de todos sus empleados en 10%.

El segundo problema es que este tipo de problemas suele terminar en llanto. Las burbujas estallan, y la última vez que ocurrió crearon un cráter en la economía de Estados Unidos, y congelaron las investigaciones tecnológicas por años.

Por eso, aquellos que piensan que las cosas se están poniendo espumosas no se sorprenderían al escuchar cómo revienta.

Lawrence Lenihan, director administrativo de FirstMark Capital, con base en Nueva York, cree que habrá algunas explosiones de alto perfil. "Yo creo que habrá una crisis en la escena tecnológica en Nueva York, pero aquí es como un incendio forestal: es bueno porque termina con la madera muerta", dice.

Tisch cree que una burbuja "podría ayudar a todos a cierto nivel. Una realineación de las primeras etapas podría beneficiar la calidad de las compañías". Pero lo rescatable es que las lecciones aprendidas en el desastre del punto-com no se olvidaron.

La mayor parte de los miles de millones de dólares inyectados en las compañías más atractivas de la escena tecnológica provienen de capitalistas de riesgo y ángeles ricos, no de inversionistas de ventas atrapados en el tsunami de las ofertas iniciales públicas. Y los capitalistas de riesgo dicen que están preparándose cuidadosamente para las altas y bajas del mercado. 

"No nos vamos a retractar. Nos quedaremos con nuestra estrategia de inversión", dice Fred Wilson, quien cree que su última compañía de capital de riesgo, Flatiron Partners, cometió dos errores en los 90: recaudó mucho y lo gastó muy rápido. Esta vez se concentrará en mantener un ritmo lento, sumando entre seis y ocho compañías al año al portafolio de Union Square Ventures.

Lenihan tiene un enfoque similar. Su compañía, que crea la mayor parte de sus inversiones en compañías de Nueva York, seguirá invirtiendo su capital incluso si el mercado fracasa.

"Éste no es un callejón llamado Silicon Alley", dice con respecto al nuevo campo tecnológico en Nueva York. "No es algo que vaya a desaparecer del mapa".

La industria tecnológica misma también ha cambiado. Gracias al software de fuente abierta y las herramientas tecnológicas que mejoran rápidamente, es mucho menos costoso lanzar una compañía web ahora que hace diez años. Y por cada Twitter (una gran idea en la búsqueda de un modelo de negocios), hay un Groupon o un Zynga: compañías que hacen dinero y ya son sólidamente rentables.

Como dice Dixon: "el sector tecnológico es, quizás, el sector más brillante de la economía de Estados Unidos. Es real. Es rentable".

En el centro de Nueva York, las compañías tecnológicas seguirán llegando a Grey Dog, donde Tisch entró para darse un descanso mientras estudiaba los documentos de solicitud de aceptación a TechStars NYC. Los finalistas, que recibieron la buena noticia la semana pasada, están conformados por compañías de campos atractivos que van desde la migración de información hasta el comercio electrónico social y la moda.

Quizás alguno de ellos sea el próximo Google.

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