España aprueba un presupuesto austero
El Congreso de los Diputados de España dio este martes luz verde definitiva a unos austeros Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2011, en un contexto de crisis económica. En una corta intervención, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, defendió una vez más el contenido de los PGE al afirmar que son las cuentas que necesita el país.
Según Salgado, estas cuentas pretenden alentar el crecimiento económico y la consolidación fiscal.
"Es un instrumento relevante en un momento igualmente relevante que nos va a permitir luchar contra la crisis en favor de la recuperación económica", dijo Salgado.
Las líneas generales de las grandes cuentas del 2011 contemplan un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1.3% frente a una contracción prevista del 0.3% en el 2010, junto con un déficit público del 6% frente a un déficit previsto para 2010 del 9.3%.
Además, contemplan una reducción del gasto público frente a 2010 del 7.9%.
Con la aprobación de los PGE del 2011, el Gobierno salva uno de los principales escollos para afrontar el último año completo de su mandato, que finaliza en marzo del 2012.
Colocación de deuda sobredemanda
España recaudó casi 4,000 millones de euros (5,300 millones de dólares) en una sobredemandada subasta de bonos a tres y seis meses, mientras el parlamento se preparaba para votar el austero presupuesto para 2011.
En la última subasta del año, el Tesoro español vendió 3,000 millones de euros (4,000 millones de dólares) en letras a 3 meses con un interés del 1.8%, un rendimiento ligeramente superior al 1.7% de noviembre del año pasado. La demanda de compra fue 2.14 veces superior a la oferta. Además, se colocaron 877 millones de euros (1,200 millones de dólares) en bonos a seis meses, con una tasa de interés del 2.6% sobre el 2.1% de hace un año. La subasta excedió en cinco veces las emisiones de venta.
La agencia Moody's amenazó el lunes pasado con rebajar la calificación de la deuda española debido a las pobres perspectivas económicas tras dos años de profunda recesión en el país ibérico y un tasa de desempleo que roza el 20%.
