Obama quiere mejorar regulaciones
El presidente Barack Obama planea una revisión de los reglamentos federales de todo el Gobierno con el objetivo de eliminar las reglas que obstaculicen el crecimiento económico de la nación, publicó este martes The Wall Street Journal (WSJ).
El mandatario señaló en un artículo publicado por el diario que tiene la intención de emitir una orden ejecutiva con la que se inicie una revisión para "asegurarnos que evitemos regulaciones excesivas, incoherentes y redundantes", y reforme las normas que "ahogan la creación de empleo y hacen que nuestra economía sea menos competitiva".
Obama también sugirió que los futuros reglamentos deben hacerse cumplir "a la vez que promueven el crecimiento económico".
La medida es el último esfuerzo de la Casa Blanca para reparar las relaciones con el sector corporativo de la nación, con la esperanza de estimular la inversión de las multinacionales más grandes del país y reducir el desempleo.
Líderes empresariales han manifestado que una explosión de nuevas regulaciones derivadas de la supervisión en las reformas de sectores de salud y financiero de la presidencia de Obama, junto el lento crecimiento económico, han hecho renuentes la inversión en la expansión y la contratación.
Durante las últimas semanas, el Gobierno estadounidense ha hecho nuevos esfuerzos para impulsar en el Congreso estancados acuerdos de libre comercio con Corea y otros países, y señaló su deseo de considerar una revisión del código de impuestos corporativos internos.
El mes pasado Obama invitó a los directores ejecutivos a la Casa Blanca , donde se formaron grupos de trabajo para analizar temas específicos, incluyendo el crecimiento de las exportaciones y los impuestos.
El 7 de febrero, Obama visitará la sede de la Cámara de Comercio estadounidense, uno de sus principales opositores del enfoque de su Gobierno, con el fin de discutir cómo la Casa Blanca puede trabajar con el grupo para crear empleos.
El diario indicó que dichos esfuerzos están diseñados para dar a las empresas una mayor confianza en la administración en el manejo del sector económico, y fortalecer las posibilidades de reelección de Obama, entre un electorado adinerado y tradicionalmente no aliado con los demócratas.
