Suiza congela cuentas de Egipto
El Gobierno suizo congeló decenas de millones de francos que pertenecen a personalidades del antiguo régimen de Egipto , informaron funcionarios. La semana pasada, el Gobierno informó que solamente había congelado "cualquier posible activo" en el país que perteneciera al ex presidente Hosni Mubarak , su esposa, sus dos hijos y sus respectivas esposas, así como el cuñado de Mubarak y cinco políticos de alto rango que pertenecen al partido NDP, del mandatario derrocado.
Al mismo tiempo, el Gobierno insistió que no se había confirmado que tales activos fuesen reales, pese a que su existencia había sido ampliamente reportada en los medios.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores suizo señaló la noche del viernes que "varias decenas de millones de francos pertenecientes a las personas mencionadas en la orden del Gobierno emitida el viernes han sido bloqueadas".
No hubo más comentarios al respecto, ni tampoco se proporcionó algún tipo de información sobre si el dinero congelado pertenece específicamente a Mubarak o a su familia.
La esposa del ex mandatario creó una fundación, llamada el Movimiento Internacional de Paz Suzanne Mubarak para la Mujer, que fue registrada en Suiza. La abogada de la organización Evelyne Fiechter-Widemann, dijo el viernes a The Associated Press que la organización no ha sido afectada por la decisión de congelamiento de cuentas.
Integrantes de varias campañas anticorrupción han estado presionando al procurador general de Egipto para que realice una investigación sobre los activos de Mubarak y su familia como parte de una investigación sobre su régimen que ha ido creciendo desde el derrocamiento del 11 de febrero.
En Egipto, organismos de control han entregado documentos que, aseguran, ponen en evidencia los acuerdos financieros que permitieron que el ex mandatario y sus familiares amasaran una enorme fortuna, la cual se especula ronda entre los 1,000 y los 70,000 millones de dólares.
Sus presuntos acuerdos turbios van desde dar a los funcionarios de alto rango y a magnates un trato preferencial en contratos de compraventa de terrenos, hasta vender industrias de propiedad del Estado a una fracción de su valor real durante el proceso de privatización de Egipto desde principios de la década de 1990.
