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Muere bin Laden, pero no los riesgos

Hay un elemento de incertidumbre adicional en los mercados por posibles represalias: economistas; en tanto, los capitales buscarán altos rendimientos, y monedas como el peso ampliarán beneficios.
mar 03 mayo 2011 06:01 AM
La muerte del líder de Al Qaeda agrega un factor de incertidumbre sobre los mercados financieros, por el riesgo de represalías terroristas. (Foto: AP)
Osama bin laden (Foto: AP)

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A pesar del ánimo positivo que levantó alrededor del mundo, la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden agrega un factor de incertidumbre adicional a los mercados financieros internacionales porque los inversionistas temen que se desencadenen represalias, en forma de ataques de la organización terrorista, que pongan en una situación de mayor riesgo a la ya de por sí frágil estructura económica mundial.

Aunque los economistas consideran que es difícil cuantificar el impacto que tiene sobre la economía y los mercados el deceso, reconocen que un acto de venganza sería muy complicado en un momento de fragilidad económica como el actual.

"El optimismo inicial se desvanecerá en las próximas horas, porque no hay un cambio estructural. En cambio, alguna amenaza de terrorismo que se presente aunque no se concrete restaría confianza a los consumidores y a los inversionistas; es difícil calibrarlo y lo que pasó el lunes en los mercados financieros, que abrieron al alza y cerraron con pérdidas, lo confirma", dice Erick Urtuzuástegui, economista en jefe de la consultoría de análisis Prognosis.

El especialista resalta que si bien la economía estadounidense se encuentra en mejor posición que hace un año, aún mantiene rasgos de fragilidad.

"La probabilidad de algún acto de venganza existe y es más alta ahora, y agrega un factor más de incertidumbre", advierte Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics. Sin embargo, aclara que la posibilidad de que se presente en los próximos días es baja.

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La economía mundial sigue débil, con una recuperación vacilante . "No se percibe que tenga la fortaleza suficiente para evolucionar por sí misma, además hay que agregarle el hecho de que algunos bancos centrales como el europeo han empezando a quitar el estimulo monetario, que ha sido lento y con cierta mesura".

Sin embargo, la Reserva Federal (Fed) de EU ha dado una señal contundente de que independientemente de lo que suceda en otras partes del mundo, mantendrá su estímulo monetario mientras no haya señales de recuperación sostenida o de una inflación real generada por presiones de demanda.

Esto indica que EU continuará con las mismas condiciones monetarias prácticamente en lo que resta del presente año, puntualiza Coutiño-Zavala.

Mientras tanto, el peso mantiene su fortaleza

En este entorno de debilidad económica y riesgos potenciales en varios frentes, el peso mexicano todavía se verá beneficiado con la entrada de flujos de capital a México, coinciden los analistas. Y mientras la Fed mantenga sus condiciones monetarias, el tipo de cambio seguirá recibiendo recursos.

No obstante, este ingreso de recursos resulta un riesgo por el tipo de inversionistas que llegan al país, indica Mario Copca, analista del mercado cambiario de MetAnálisis.

Estos llamados capitales 'golondrinos' podrían mantener su optimismo mientras la Fed continúe con su programa de estímulo cuantitativo, que ofrece liquidez y permite que los grandes inversionistas busquen financiamiento con tasas bajas de interés en grandes economías para invertir en mercados emergentes con atractivas tasas y un escenario de estabilidad cambiaria, como es el caso de México.

Parte de la apreciación que se ha observado en fechas recientes, se debe justamente a que las perspectivas de la economía mexicana han mejorado, asegura a su vez Miguel Messmacher Linartas, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública.

"Estamos observando un proceso fuerte de recuperación económica, y eso es lo que mejora la demanda por activos financieros mexicanos. Desde el punto de vista de afectación, realmente no estamos viendo efectos significativos a nivel macroeconómico", señala.

El funcionario opina que si se tuviera un tipo de cambio real apreciado, lo que se observaría es un aumento en el déficit de la balanza comercial, que cayera el crecimiento del empleo, que se observara crecimiento muy elevado de las importaciones de bienes de consumo y de bienes de capital. "Y no estamos observando uno sólo de esos síntomas", destaca.

La balanza comercial al primer trimestre de 2011 fue superavitaria por segunda ocasión en sólo 10 años. "Entonces lejos de observar que se está deteriorando, observamos un superávit".

Si bien es cierto que la balanza comercial tiene un saldo positivo, no es porque México sea más competitivo. Esto se debe a los altos precios del petróleo y porque no se están importando altas cantidades de mercancías, ya que la demanda interna sigue débil, agrega Erick Urtuzuástegui.

"No tenemos una economía boyante, como en otras regiones del Continente y creo que el peso tiene los días contados, puede estar en 11.50 por dólar, quizás se apreciará un poco más, pero no hay un fundamento fuerte más que las operaciones de arbitraje que se puede revertir en cualquier momento", señala.

La apreciación del peso no está dada por la fortaleza de la economía mexicana, sino por la entrada de capital, y si hay buenos indicadores no es por una mayor competitividad sino por los precios del petróleo porque hasta hoy no se ha dado en México un cambio importante.

Mientras EU no modifique las condiciones monetarias, a México le seguirá yendo bien en términos de flujos de capital, agrega Coutiño. "Con un precio del crudo que sigue estando por encima de 100 dólares, le reporta un beneficio muy importante al país y eso se refleja en un peso más fortalecido".

Pero coincide en que esa fortaleza está dada de manera artificial, por los flujos de capital y no por competitividad económica. "En el caso de México, la pérdida de competitividad cambiara se va a recuperar cuando el peso se empiece a depreciar, pero la competitividad real de la economía no se está dando y toma mucho tiempo para que se dé y no se están tomando las medidas necesarias para realmente incrementar esa productividad real de la economía".

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