Brasil está listo para rescatar a Europa
Brasil está listo para unirse al esfuerzo internacional para ayudar a los países europeos a lidiar con una crisis de deuda, dijo este miércoles la presidenta Dilma Rousseff, aunque mostró escepticismo de que algún compromiso de solución pueda ser efectivo. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo más temprano que esa entidad presentará pronto opciones respecto a cómo la zona euro podría emitir bonos conjuntos, pero advirtió que no existe una solución simple a una crisis de deuda que amenaza el futuro político y económico de Europa.
Aún así, Rousseff expresó preocupación respecto a que crecientes disputas entre políticos en países desarrollados que enfrentan serios problemas de deuda obstaculicen los esfuerzos por revivir sus economías.
La falta de voluntad política en esos países podría retrasar una recuperación, observó.
"No hay una solución internacional a este problema. Como no hay una posible forma de solución al problema de la región euro, entonces lo que necesitamos es que ellos decidan y presenten un marco para un rescate", sostuvo Rousseff.
"Brasil siempre estará listo para participar en cualquier esfuerzo internacional", agregó.
Sus comentarios tienen lugar en momentos en que aumentan las preocupaciones entre autoridades de que el impacto de la crisis de deuda esté afectando a varios países europeos y que esos problemas puedan propagarse a Brasil.
La mayor economía de Latinoamérica probablemente crecerá este año a la mitad del ritmo del año pasado, cuando anotó una expansión del 7.5%.
En el caso de Estados Unidos, Rousseff, una economista, afirmó que el país necesita más estímulos fiscales, ya que la expansión monetaria en curso que apunta a resucitar el crédito y la demanda de consumo está perdiendo impulso.
"Ahora mismo hay políticos objetando más gasto fiscal, cuando todos sabemos que lo que Estados Unidos necesita es ese tipo de estímulo -el alivio cuantitativo simplemente ha perdido su efecto", manifestó Rousseff.
La mandataria también disipó recientes preocupaciones de que la economía del país esté enfrentando una rápida baja en el gasto del consumidor. También dijo que la desaceleración económica actual "no es una preocupación" en su Gobierno.
