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Los ‘indignados’ expanden su protesta

Este fin de semana ciudades de varios países se sumaron al movimiento que nació en un parque; hasta ahora, el dinero para sostener la protesta en EU es de 300,000 dólares, dice un activista.
lun 17 octubre 2011 10:57 AM
El movimiento creció a varios cientos de miles de personas que se manifestaron en todo el mundo durante el fin de semana. (Foto: Reuters)
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El movimiento Ocupemos Wall Street sigue creciendo con fondos que ascienden a casi 300,000 dólares en una cuenta bancaria y con la satisfacción de haber llevado la atención pública hacia la influencia dominante de la élite financiera sobre toda la sociedad. De unas cuantas decenas de personas que acampan en un pequeño parque de Manhattan, cerca del complejo en construcción del Centro Mundial de Comercio, el movimiento creció a varios cientos de miles que se manifestaron en todo el mundo durante el fin de semana y a numerosos campamentos que han surgido en ciudades tanto grandes como pequeñas.

También superó a las autoridades de la ciudad al mantenerse en su improvisada sede de protestas, demostró su capacidad de convocatoria el sábado con una gran manifestación en la Plaza Times de Nueva York y reclutó a legiones de activistas que se expresaron solidariamente en otras partes del país y del mundo.

¿Es este el pináculo de la poco organizada protesta que está más unida por su rechazo a lo que consideran avaricia corporativa que por una causa común? ¿O será sólo el comienzo?

Hay señales de confianza, pero también de tensión entre los manifestantes del Parque Zuccotti, el epicentro del movimiento que comenzó hace un mes.

Tienen problemas para ponerse de acuerdo en cosas como quién puede traer una bolsa para dormir y muestran pocas señales de unión sobre algunas políticas.

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Algunos manifestantes quieren que el movimiento se una para buscar una meta común, mientras que otros insisten en que no se trata de eso.

"Nos movemos rápido, sin una estructura jerárquica y con muchos engranes moviéndose. Los egos chocan, pero ésta es una democracia participativa en un pequeño parque", dijo Justin Strekal, estudiante de nivel superior y organizador político que viajó de Cleveland a Nueva York para ayudar.

Aun cuando se les prohibiera acampar en el Parque Zuccotti, como pretendieron hacer el dueño de la propiedad y las autoridades locales la semana pasada, los integrantes del movimiento continuarían, dijo Strekal.

Los activistas trabajan con expertos legales para identificar sedes alternas donde el riesgo de ser expulsado sea relativamente bajo, afirmó.

Los manifestantes contra Wall Street pretenden aprovechar el impulso que ganaron por las manifestaciones internacionales del sábado, las cuales reunieron a miles de personas, sobre todo en Estados Unidos y Europa.

En un lugar situado en Broadway, a una cuadra de Wall Street, guardan bienes donados para ayudar a mantener su ocupación.

Han reunido montañas de mantas, almohadas, bolsas de dormir, latas de comida, suministros médicos y sanitarios, y hasta una caja de utensilios para tejer y 20 pares de gafas de natación (para protegerse de ataques con gas pimienta). Los partidarios empacan unas 300 cajas al día, dijo Strekal.

El espacio fue donado por la Federación Unida de Docentes, la cual tiene oficinas en el edificio.

También han recibido cerca de 300,000 dólares en donaciones en efectivo a través del portal del movimiento en Internet, y por gente que da dinero en persona en el parque, dijo Bill Dobbs, un enlace de prensa del movimiento.

Ocupemos Wall Street tiene una cuenta en el banco Amalgamated Bank, el cual se describe a sí mismo como "el único banco de Estados Unidos 100% propiedad de sindicatos".

Strekal dijo que los bienes donados son almacenados "para una larga ocupación".

"¡Somos imparables! ¡Otro mundo es posible!", cantaron Kara Segal y otros voluntarios en el recibidor del edificio cuando llegaban para ayudar a desempacar y organizar algunos efectos, y prepararlos para llevarlos al parque.

Aunque en las calles surgen momentos de desvarío entre la multitud manifestante (acompañada de olor a marihuana, ropa sucia y desorden), el orden prevalece en el sitio de almacenamiento.

El lugar también se emplea como una especie de centro de comando del movimiento, donde se realizan reuniones estratégicas separadas de la "asamblea general" del parque donde todos pueden participar.

Un tema a discutir el domingo fue la recolección de información. Los manifestantes tratan de organizar los nombres y direcciones de donantes en una base de datos para mandarles agradecimientos.

El movimiento se ha vuelto un tema de campaña para las elecciones primarias presidenciales del Partido Republicano y en otras partes, ya que políticos de ambos partidos sienten presión para manifestar su punto de vista.

El domingo, el presidente Barack Obama se refirió a las protestas en la inauguración del monumento a Martin Luther King Jr., donde dijo que el líder defensor de los derechos civiles "querría que desafiáramos los excesos de Wall Street sin satanizar a quienes trabajan ahí".

Muchas de las protestas más grandes del sábado fueron en Europa, donde los manifestantes que desde hace tiempo critican las medidas de austeridad locales declararon una causa común con el movimiento Ocupemos Wall Street.

En Roma, cientos de porros se infiltraron en una marcha de decenas de miles de personas y causaron daños calculados por las autoridades en un millón de euros (1.4 millones de dólares).

Ciudades grandes y medianas de Estados Unidos fueron "ocupadas" el fin de semana : Washington D.C; Nueva York; Chicago; Denver; Phoenix y Tucson, en Arizona; Orlando, Florida; Sacramento, California; Fairbanks, Alaska; Burlington, Vermont; Rapid City, Dakota del Sur; y Cheyenne, Wyoming, fueron sólo algunas.

Los activistas de todo el país dijeron que sienten que las protestas del sábado le dan impulso a su movimiento.

"Es un camino cuesta arriba. Está atrapando la imaginación de las personas y además -toco madera- no ha pasado nada negativo o que nos desacredite", dijo John St. Lawrence, un abogado inmobiliario de Florida que participó en las protestas de Orlando junto con más de 1,500 personas.

St. Lawrence es uno de esos que están poco preocupados por el hecho de que  el movimiento no esté respaldando una propuesta en particular, ya que, dijo, "las políticas son para que las diseñen los líderes".

"No creo que el meollo del asunto sea un misterio. Vimos lo que los bancos y las instituciones financieras le hicieron a la economía. Los rescatamos y luego fueron a desalojar a las personas de sus casas", expresó.

Agregó que aunque no está endeudado y es dueño de su propia casa, otras personas de su vecindario sufren y "el beneficio de cada uno de nosotros está interconectado".

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