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Importa más el euro que Grecia: Merkel

La canciller alemana dijo que es más elemental mantener la moneda única que la membresía de Atenas; agregó que el Gobierno heleno no recibirá dinero hasta que dé respaldo al nuevo paquete de rescate.
jue 03 noviembre 2011 01:14 PM
Analistas prevén que una salida de Grecia de la eurozona detonaría contagio a los países periféricos. (Foto: Reuters)
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La canciller alemana, Angela Merkel, dijo este jueves que asegurar la estabilidad del euro era una prioridad mayor que garantizar la continuidad de la membresía de Grecia en el bloque de la moneda única. Hablando a periodistas en la cumbre del G20, Merkel reiteró que Grecia no recibiría el sexto tramo de ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional hasta que entregue un inequívoco respaldo al nuevo paquete de rescate acordado por los líderes europeos en una reunión el mes pasado.

"Lo que cuenta para nosotros son las acciones", dijo Merkel. "Queremos ver acciones".

Grecia podría dejar el euro

Este tema también llegó a ser abordado en una conferencia de prensa realizada la noche del miércoles en Cannes, cuando la lideresa alemana y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, rompieron uno de los tema tabú más sagrados del bloque, admitiendo abiertamente por primera vez que Grecia podría terminar dejando el club de la moneda unificada al que se unió hace una década.

La declaración, después de una intensa reunión de dos horas con el primer ministro griego, George Papandreou, en la víspera de una cumbre del G20, pone a la zona euro en un curso peligroso, que podría repercutir en Europa y más allá durante décadas.

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Si Grecia sale de la zona euro, un paso que hasta ahora los funcionarios europeos han dicho que es técnica y jurídicamente imposible, las consecuencias serían devastadoras, aunque el país representa sólo el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona monetaria compuesta por 17 naciones.

Qué tan devastador sería es difícil de decir, porque la medida podría llevar a Europa y al sistema financiero mundial a un territorio desconocido.

Pero lo que sí parece claro es que una salida de Grecia sería la chispa que desencadenaría el contagio hacia otros países periféricos y significaría un retiro masivo de los inversionistas extranjeros.

También sería un mazazo a las instituciones financieras de todo el bloque y obligaría al Banco Central Europeo (BCE) a responder con masivas inyecciones de liquidez y compras de bonos gubernamentales.

El Banco Central y todos los acreedores del sector privado y público tendría que amortizar sus demandas en Grecia de un solo golpe. La crisis del crédito resultante, dicen los economistas, haría que el congelamiento que siguió a la quiebra en 2008 del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers parezca leve.

"Si Grecia deja al euro, las presiones del mercado en los países percibidos como más vulnerables rápidamente llegaría a ser abrumadora", dijo The Economist Intelligence Unit en un reciente informe titulado "After Eurogeddon".

"A medida que la reacción en cadena se vaya extendiendo por Europa, pensamos que el contagio sería rápido, dramático e incontrolable a veces", agregó.

Más allá de las terribles consecuencias económicas, la medida también sería un aplastante y simbólico revés para Europa. Después de más de medio siglo de una gran integración, el hecho abriría la puerta a una nueva era de desintegración.

Merkel ha dicho que una salida de Grecia podría conducir a un devastador "efecto dominó" en toda la zona euro.

"Ni una sola persona pondría su dinero en Europa nunca más", dijo a finales de septiembre.

Frustración

Esto es lo que hace que el giro en 180 grados de Merkel y Sarkozy en Cannes sea tan importante.

Funcionarios alemanes dijeron que el sorpresivo llamado de Papandreou para un referéndum sobre el último paquete de rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Grecia, una medida que desató el pánico generalizado en los mercados financieros, fue el colmo para los líderes de Alemania y Francia.

La frustración con el Gobierno de Papandreou ha ido creciendo en forma sostenida desde el primer paquete de rescate del bloque a Grecia en mayo del 2010. Desde entonces, Atenas ha fallado en varias ocasiones con el cumplimiento de las metas fiscales establecidas por sus acreedores internacionales.

En contra de las esperanzas, su economía ha caído en picada. Se espera que se contraiga en más del 5% en el 2011 y 3% el próximo año, en lo que sería su cuarto año consecutivo de recesión. En tanto, el desempleo se ha disparado.

Este es el colapso económico que ha debilitado el apoyo popular al Gobierno de Papandreou y a las medidas de ayuda de la UE y el FMI a cambio de austeridad.

El jueves, el Gobierno griego parecía estar al borde del colapso. Fuentes del Partido Socialista de Papandreou dijeron a Reuters que los legisladores estaban forjando una propuesta de un nuevo gobierno de coalición, encabezado por el ex vicepresidente del BCE Lucas Papademos.

Sin importar lo que pase, la agitación política y social en Grecia parece que continuará sin descanso. La incertidumbre socavará la confianza sobre la capacidad de la zona euro para controlar la crisis.

Los costos de mantener a Grecia en el euro, creen algunos funcionarios europeos, pueden ser mayores que lo que de una salida.

 

 

 

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