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El Súper Comité de EU está estancado

Demócratas y republicanos aún no acuerdan cómo obtener al menos 1.2 bdd en ahorros presupuestarios; si no hay acuerdo antes del miércoles, en 2013 iniciarían los recortes automáticos.
sáb 19 noviembre 2011 05:21 PM
A diferencia de otras disputas por el presupuesto, un fracaso no amenazaría ni con un desplome del Gobierno ni con una cesación de pagos. (Foto: AP)
capitolio (Foto: AP)

Los dos lados del estancado Súper Comité del Congreso estadounidense tuvieron conversaciones por separado este sábado, pero las negociaciones formales seguían paralizadas, lo que reafirma la opinión de que la representación para combatir el déficit podría fracasar . Mientras se acerca el plazo final del miércoles en la noche, los seis miembros republicanos y seis demócratas de la comisión aún mantenían posturas muy alejadas respecto a cómo conseguir su objetivo de lograr al menos 1.2 billones de dólares en ahorros presupuestarios en los próximos 10 años.

Los miembros republicanos en el Súper Comité realizaron una teleconferencia entre ellos la mañana de este sábado, pero los detalles sobre lo dicho ahí no estaban disponibles aún, dijeron asesores.

Tras rechazar la última propuesta de los republicanos, los seis demócratas realizaban sólo conversaciones privadas este fin de semana y no había reuniones grupales planeadas, dijeron ayudantes.

"La pregunta es, ¿hay algo más que podamos hacer con eso o alguna otra cosa? Aún estamos conversando, aún (estamos) tratando de encontrar algo", dijo a periodistas el senador republicano Jon Kyl, miembro del comité.

Los corredores del Congreso estadounidense estaban vacíos el sábado. La mayoría de los miembros del Súper Comité estaban en Washington, pero sólo Kyl fue visto por la prensa en su oficina en Capitol Hill.

En un marcado contraste al secreto que ha rodeado a gran parte de las deliberaciones del comité, se prevé que seis miembros del panel aparezcan en programas de televisión el domingo.

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Recortes automáticos

En los últimos días ambas partes se han trenzado en un juego de culpas, posicionándose para las consecuencias negativas que puedan resultar de un fracaso.

Los mercados financieros tienen bajas expectativas respecto al comité.

Algunos analistas ya miran más allá, hacia la expiración de medidas de estímulo económico a fin de año, que son vistas como la próxima prueba de responsabilidad fiscal de Washington.

Si la comisión desafía las probabilidades y consigue un acuerdo de última hora podría haber un alza de las acciones, pero era improbable que los mercados se desplomen si no surge un pacto importante, afirmaron analistas.

Si el comité no llega a un acuerdo, en 2013 comenzarían a aplicarse recortes presupuestarios automáticos que afectarían en forma igualitaria al gasto doméstico y militar.

Sin embargo, el Congreso podría tratar de modificar o rehacer la legislación que ordena los cortes automáticos antes de eso.

"Aún parece increíble que puedan disolverse sin hacer nada. Por eso, creo que lograrán algo, no 1.2 billones (de dólares), quizás un acuerdo de cerca de 700,000 millones (de dólares)", dijo el analista de política de Potomac Research Greg Valliere.

A diferencia de disputas anteriores por el presupuesto , un fracaso la próxima semana no amenazaría ni con un desplome del Gobierno ni con una cesación de pagos.

El rol del Congreso

Pero si fracasa, el Congreso tendrá ante sí una disyuntiva muy desagradable. Puede permitir que expiren los recortes al impuesto sobre nóminas y la ayuda para millones de desempleados o extenderlos e incrementar la deuda de 15 billones de dólares del país en al menos 160,000 millones.

El presidente Barack Obama y los demócratas en el panel contra el déficit desean utilizar los resultados que obtenga el comité para llevar adelante su plan de creación de empleos.

Eso incluye recortar a la mitad el impuesto del 6.2% sobre nóminas destinado al Seguro Social y extender la ayuda a la gente que lleva más de seis meses desempleada.

Inmersa también en lo que promete ser una caótica sesión legislativa el mes próximo está la necesidad de aprobar una legislación con el fin de impedir un recorte de casi el 30% en los pagos que hace a los doctores el Medicare, el sistema gubernamental de apoyo a los adultos mayores en sus gastos médicos.

Varias exenciones fiscales a las empresas y el alivio del impuesto mínimo alternativo también expiran a fin de año.

Se esperaba que un plan del Súper Comité para reducir la deuda sirviera como un vehículo resistente a prueba de ataques partidistas que impulsara todas estas cláusulas hasta que se conviertan en ley.

Pero si el panel fracasa, como parece probable, un Congreso disfuncional tendrá que sacar adelante el problema.

No hay garantía de que todo pueda realizarse, en especial dado el impacto de esas medidas en la creciente deuda.

En lugar de recortar el déficit con un difícil acuerdo presupuestal bipartidista, el Congreso podría recurrir a gastar enormes sumas en políticas caras que están a punto de expirar.

Si los legisladores se rebelan contra el costo, como es posible, echarían sobre sí la responsabilidad de permitir que expiren políticas como el recorte al impuesto sobre nóminas implementado hace un año con el fin de apuntalar la economía.

Las extensiones el año pasado del apoyo gubernamental a desempleados y el recorte al impuesto sobre salarios fueron efectuadas con dinero prestado.

El recorte al impuesto del 2% sobre nóminas que expira en diciembre le dio a 121 millones de familias en 2010 una exención fiscal que promedia 934 dólares, a un costo total de unos 120,000 millones, de acuerdo con el Centro de Políticas Fiscales.

Con información de Reuters y AP

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