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Los Romney, buenos para los negocios

Los antepasados del presidenciable de EU prosperaron en México tras ser expulsados de ese país; el bisabuelo del republicano inició la historia de los primeros mormones en suelo mexicano.
sáb 25 febrero 2012 02:10 PM
Mitt Romney, que aspira a la nominación presidencial republicana, nunca ha visitado a sus parientes lejanos en México. (Foto: AP)
mitt (Foto: AP)

En el escarpado desierto del norte de México, los familiares del aspirante a candidato presidencial en Estados Unidos, Mitt Romney , convirtieron un árido valle en una exuberante tierra agrícola y prosperaron luego de ser expulsados de ese país por sus creencias mormonas. Sufrieron años de penurias pero salieron adelante: construyeron casas y una escuela, desarrollaron canales de irrigación y diques, criaron ganado y plantaron vastos cultivos de duraznos y manzanas en el difícil terreno.

La historia de los primeros colonos mormones en México, que escaparon de Estados Unidos para no ser arrestados por practicar la poligamia, comienza con el bisabuelo del político, Miles P. Romney, que cruzó al sur de la frontera a fines de la década de 1880.

Sus descendientes aún viven en enclaves mormones de Chihuahua, a unos 320 kilómetros de la frontera y cerca de la casa donde nació George Romney, el padre de Mitt.

Aún quedan alrededor de 300 mormones en el área y cerca de 40 llevan el apellido Romney.

George Romney pasó los primeros años de su vida en el sitio y su orgullo por la historia familiar está relatado en un diario de viaje que ayudó a escribir en 1941 y describe la travesía desde el oeste de Estados Unidos hasta México.

"Es claro que somos los descendientes de un padre y una madre que, a su vez, eran los descendientes de padres (...) que estaban dispuestos a hacer el mayor esfuerzo individual por la causa mayor en la que creían", escribió George.

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Mitt Romney, que aspira a la nominación presidencial republicana, nunca ha visitado a sus parientes lejanos aquí y rara vez discute sobre esta parte de su historia familiar, más allá de decir que su padre nació en México. Su equipo de campaña se negó a comentar si tenía alguna relación con los Romney de México.

Pero los residentes locales dicen que dos de sus hermanos vinieron hace varios años para ver una pequeña estación de tren de madera que fue construida por Miles P. Romney y otros lugares históricos para la familia.

Miles P. Romney empezó a ser perseguido por la Policía de Estados Unidos cuando la poligamia o "matrimonio plural", como se conoce en la religión mormona, fue prohibida en 1882.

Al llegar a México, acampó junto a tres esposas y más de una docena de hijos. Enfrentaron crudos inviernos y hambre en una casa bajo un techo hecho de tierra, pero con el tiempo ayudó a fundar las colonias.

Es la clase de voluntad pionera que los actuales parientes de Mitt Romney en la colonia Juárez creen que puede imponer si obtiene la nominación republicana y gana la elección de noviembre para ocupar la Casa Blanca.

"En las familias pioneras (...) es uno contra la naturaleza y hay que tener cierta resistencia y ética del trabajo para poder progresar. Creo que eso lo heredamos nosotros", dijo el primo lejano de Mitt Brandon Romney, un productor de pimientos de 33 años.

"Hay una especie de moralidad que nace al tener que colaborar con construir algo de la nada (...) Ojalá Mitt Romney pueda representar eso", añadió.

LaMond Tullis, historiador de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días que escribió un libro sobre los mormones en México, también ve el pasado de la familia en el carácter de Mitt Romney.

"Con todo lo que se puede decir sobre Mitt Romney, él ha asumido riesgos y de forma responsable, y ese tipo de ética emerge de esta experiencia colonial en México", aseguró.

Edward Whetten, un residente de la colonia Juárez, dice que alojó al hermano y la hermana de Mitt cuando vinieron de visita y dejaron una copia del diario de viaje de 1941: un cuaderno con fotos y notas escritas a mano que cuenta la historia familiar a través de los ojos de George y otros miembros.

Whetten guarda el documento único en su pequeña biblioteca privada y lo compartió con la agencia Reuters.

George tenía cinco años cuando la familia abandonó esta zona en 1912, amenazada por las tropas rebeldes de Pancho Villa durante la Revolución Mexicana.

Mientras que algunos mormones regresaron cuando se calmó la situación, los padres de George se instalaron en Estados Unidos. Él se convirtió en un exitoso ejecutivo de autos e incursionó en la política, buscando sin éxito la nominación republicana en 1968.

En 1941, George viajó a su lugar de nacimiento junto a su padre Gaskell y se maravilló con la historia de altibajos de su familia.

"Siempre sentí que nuestra expulsión fue una bendición. Por supuesto, mi padre perdió una pequeña fortuna en tierras de cultivo, molinos, casa, etc, pero estoy contento de haber sido criado en los dorados Estados Unidos", escribió en el diario.

Instinto para hacer dinero

La colonia Juárez ahora es un oasis de la vida suburbana estadounidense en una dura región de frontera. En las ordenadas calles se erigen casas de ladrillos con prolijos jardines y sus rubicundos residentes enlazan al ganado y conducen camionetas.

Un templo mormón blanco corona una colina que se alza sobre la ciudad y debajo hay una escuela donde los locales y los mormones estudian juntos. En el cementerio, las modestas tumbas de los Romney contrastan con las elaboradas sepulturas mexicanas adornadas con flores y cruces.

Algunos de los Romney viven particularmente bien.

"Los Romney aquí siempre fueron los más prósperos, y lo siguen siendo. Son trabajadores y buenos administradores. Es curioso cómo se transmiten estos rasgos en los genes", dijo John Hatch, un historiador amateur de la ciudad.

Hatch ve una conexión clara entre la fabulosa riqueza del aspirante a candidato (que hizo su fortuna en una firma de capital privado que cofundó) y sus laboriosos primos mexicanos.

"Yo personalmente conozco cuatro generaciones de Romney (...) Y los Romney saben hacer dinero", aseguró.

Esa riqueza sobresale en una parte del país que se ha convertido en un peligroso pasillo para el tráfico de droga.

Meredith Romney, el tío de Brandon, fue secuestrado en 2009 de su rancho y pasó varios días en una caverna antes de ser liberado luego del presunto pago de un rescate. El incidente hizo que las generaciones más viejas buscaran refugiarse de la atención mediática generada por su pariente famoso.

"Realmente no nos gusta toda la atención", dijo Derrick Romney, hijo de Meredith, mientras arreaba vacas en el corral familiar.

La mayoría de los que viven en las últimas dos colonias que quedan (Juárez y Dublan) de las ocho que había antes de la Revolución hablan inglés y español fluido, tienen la doble nacionalidad y se trasladan todo el tiempo entre los dos países para trabajar y estudiar.

Muchos residentes entrevistados por Reuters no están de acuerdo con la opinión de Romney sobre la inmigración. Están orgullosos de su pasado como colonos inmigrantes y entienden las penurias que viven sus compatriotas mexicanos cuando salen a buscar una vida mejor en Estados Unidos.

La población mormona descendiente de los colonos originales disminuyó dramáticamente con los años y muchas de las generaciones jóvenes se fueron al norte por miedo a su seguridad y para conseguir mejores trabajos.

"Creo que la mayoría de ellos volvería enseguida si pudieran", dice Derrick Romney, que ama la vida de pueblo de Colonia Juárez.

Refugio para la poligamia

Antes de la Revolución Mexicana, más de 4,000 mormones fueron refugiados en México por el entonces presidente Porfirio Díaz, respaldados por las ideas de libertad religiosa defendidas por Benito Juárez.

El bisabuelo de Mitt, Miles P. Romney, fue uno de ellos. Se casó con cinco mujeres en toda su vida y participó en la primera oleada de colonos que viajaron a México.

La Iglesia Mormona prohibió oficialmente la poligamia en 1890, pero igual se siguieron celebrando casamientos espirituales en las colonias y Miles P. se casó con su quinta mujer siete años después de la medida.

En la siguiente generación, la del abuelo de Mitt Romney Gaskell, la práctica ya casi no existía. Mitt definió a la poligamia como "bizarra".

En sus memorias, George llama "tías" a las otras esposas de su abuelo. Aunque la idea de la poligamia le parecía "repugnante", admiraba a su familia.

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