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Putin empeña futuro por triunfo

El reelecto primer ministro de Rusia hizo promesas que se resentirán fuertemente en la economía; el costo de la oferta electoral podría ascender a 165,000 mdd para 2018, estima Capital Economics.
lun 05 marzo 2012 08:28 PM
Putin, que ganó con el 64% de los votos, apuntaló a su base con generosas promesas en sectores diversos, desde los misiles nucleares hasta los jardines de infantes. (Foto: AP)
putin (Foto: AP)

La categórica victoria del ruso Vladimir Putin en las elecciones presidenciales del domingo se produjo a expensas de promesas multimillonarias que podrían provocar una crisis económica antes del fin de su mandato de seis años. Putin, que ganó con el 64% de los votos, apuntaló a su base con generosas promesas en sectores diversos, desde los misiles nucleares hasta los jardines de infantes, agravando la dependencia del presupuesto en los precios del petróleo.

El primer ministro de 59 años, que regresará al Kremlin para cumplir con un tercer mandato, ha estimado el costo de los aumentos salariales para el sector público en un 1.5% del producto interno bruto (PIB), cerca de 30,000 millones de dólares anuales, en los próximos años.

Cuando se añadan otros compromisos de gasto social, el ministro de Finanzas Anton Siluanov dijo a Reuters que el costo total podría ascender a hasta un 2% del PIB por año. Una fuente del Ministerio señaló en privado que la cifra podría llegar al 3% en el 2018.

Una evaluación independiente de la consultora Capital Economics, con sede en Londres, calcula que el gasto total por las promesas electorales será aún mayor, llegando a 4.8 billones de rublos (165,000 millones de dólares), o entre un 4% y un 5% del PIB, para el 2018.

Más allá de cuál sea la cifra real, la ajustada economía rusa tendrá problemas para cumplir con ese presupuesto.

"El precio más alto del petróleo les da más dinero para derrochar antes de las elecciones y después de las elecciones, ¿pero a qué costo?", dijo Neil Shearing, jefe economista de Capital Economics. " Rusia no puede seguir dependiendo del gasto para sostener su crecimiento", agregó.

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Endulzando la elección

Las promesas de campaña de Putin incluyen aumentos salariales para médicos y profesores universitarios para duplicar el promedio regional antes del 2018. Los maestros, en tanto, recibieron el compromiso de un salario al menos acorde con el promedio.

Otras se relacionaron con un incremento en las asignaciones por hijo y las becas a estudiantes superiores y el fin de las listas de espera en los jardines de infantes.

Un análisis de la firma de auditorías rusa FBK estima el costo de estas promesas sociales en 9.9 billones de rublos (340,000 millones de dólares) hasta el 2018, aumentando desde 1.1 billones de rublos en el 2012 a 1.7 billones de rublos por año en seis años.

"Es perturbador en general", dijo Vladimir Tikhomirov, jefe economista de la correduría Otkritie en Moscú.

"No estoy cuestionando la necesidad de que los maestros y los médicos reciban mejores salarios, pero la pregunta por supuesto es cómo se va a lograr eso", afirmó.

En los últimos cinco años, el gasto gubernamental total ha subido desde el 30% del PIB hasta casi el 40%.

Y ahora está trepando a un ritmo aún más acelerado, mientras el Gobierno de Putin cumple con compromisos previos, como aumentos salariales para el Ejército y la policía, justo en coincidencia con la votación.

En los primeros dos meses del 2012, el gasto aumentó un 37% en comparación con el año anterior. Eso es más del doble que el 14% de incremento previsto para el 2012, que en sí mismo ya duplica el pronóstico de la inflación del 6%.

Las estimaciones oficiales sobre los gastos adicionales que se necesitarán en los próximos años no incluyen compromisos previos reiterados durante la campaña, por ejemplo en el área de defensa.

Putin ha prometido gastar unos 23 billones de rublos (790,000 millones de dólares) hasta el 2020 para mejorar el equipamiento del Ejército, mientras consolida el apoyo de los 2 millones de rusos que trabajan en el extensivo complejo militar-industrial heredado de la era soviética.

Estos gastos solos exigirán un esfuerzo adicional del 2% del PIB por año hasta el 2018, de acuerdo a Capital Economics, algo similar a todos los compromisos de gasto social de Putin combinados.

Otra de las repetidas promesas de Putin de no aumentar la edad de jubilación desde el nivel actual de 60 para los hombres y 55 para las mujeres representa una carga implícita para el presupuesto.

Las presiones demográficas implican que el presupuesto para pensiones en Rusia -que ya supone un excesivo 10% del PIB- seguirá aumentando cerca de 1%l del PIB cada cinco años.

"Si no implementamos una audaz reforma jubilatoria, habrá una presión sustantiva para incrementar los pagos de las pensiones como un porcentaje del PIB", dijo Evsey Gurvich, jefe del Grupo de Expertos Económicos que asesora al Ministerio de Finanzas ruso.

"Nuestros ingresos fiscales son sensibles a la volatilidad del precio del petróleo, por ende hay riesgos", aseveró.

Rusia tiene un margen fiscal que le permite afrontar mayores gastos. El presupuesto federal tuvo un pequeño superávit el año pasado y se prevé oficialmente que registrará un modesto déficit de un 1% del PIB este año.

La deuda total del Gobierno es de sólo el 11% del PIB y Rusia tiene acumulados 150,000 millones de dólares en dos fondos soberanos que podrían ser utilizados en caso de emergencia.

Pero estos números parecerían mucho menos atractivos sin la buena fortuna de los altos precios del petróleo. El punto de equilibrio con el precio del crudo, en el cual el presupuesto ruso ni gana ni pierde, se disparó desde 34 dólares el barril en el 2007 a 117 dólares este año.

"Es crítico subrayar el alto nivel del precio de equilibrio con el petróleo", dijo Plamen Monovski, presidente de inversiones de Renaissance Asset Managers. "Si el precio del petróleo baja, hay muy poco espacio de maniobra", añadió.

La visión optimista es que las promesas electorales de Putin no cuentan toda la verdad sobre sus intenciones presupuestarias.

Putin también se comprometió a ahorrar dinero, en particular reduciendo el masivo gasto excesivo y la corrupción.

Al eliminar los sobornos, el líder escribió en un artículo reciente que Rusia podría reducir el presupuesto federal entre un 5% y un 10%, ahorrando el equivalente al 1% o 2% del PIB por año.

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