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La deuda estatal, en manos del Congreso

El Legislativo debe profesionalizar a estados y municipios para evitar el sobreendeudamiento: IMCO; Hacienda descarta un problema mayor para México, pero ignora a dónde va 90% de las transferencias.
mar 01 mayo 2012 06:00 AM
La deuda de los estados ha crecido rápidamente y genera presión sobre las finanzas de las entidades. (Foto: Photos To Go)
Deuda (Foto: Photos To Go)

La deuda que enfrentan algunos estados de México abre la puerta para que el problema se convierta en una 'bola de nieve', si el Congreso de la Unión no lo atiende de forma oportuna, coinciden especialistas.

La lógica es dejar endeudado al gobierno estatal o municipal cuando termina la administración, advierte el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan E. Pardinas. "Quien llegue tiene que recuperar lo que se llevó el anterior, y con el siguiente vuelve a ocurrir; eso no puede pasar".

Por ello resalta la necesidad de institucionalizar y profesionalizar a esos gobiernos locales. "Ese es trabajo del Congreso y de la sociedad, que mientras no se involucre, no habrá manera de lograr algo".

Asimismo, advierte que "la realidad es que la puerta está abierta, y hay que cerrarla porque se puede convertir en un problema mayor".
La deuda de los estados y municipios en México creció el año pasado 24% a 390,777 millones de pesos (28,013 millones de dólares), tendencia que, de mantenerse, podría convertirse en un potencial dolor de cabeza para las finanzas del país.

Si bien el monto equivale a apenas 2.9% del Producto Interno Bruto, sus crecientes niveles lo mantienen en la lupa de analistas y autoridades.

Las entidades que registran un saldo que es mayor a 100% de las participaciones federales que perciben al año son Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Quintana Roo, Nayarit, Zacatecas, Chihuahua y Michoacán, que acaba de cambiar de administración.

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Sin embargo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) desestima las advertencia y, en voz del titular de su Unidad de Coordinación con Entidades Federativas, Carlos Garza, asegura que "el saldo que tenemos al día de hoy en estados y municipios no es un tema que nos de una señal (de alerta), no lo creo así".

Sin embargo, reconoce que "deberíamos estar poniendo un poco más de énfasis en algunos estados en donde el endeudamiento ya es más considerable".

"El criterio que más usamos es cómo está el saldo de la deuda con respecto a las participaciones federales, que es el monto más oportuno que tenemos y lo sabemos mes a mes, además de que es uno de sus principales ingresos, pero en algunos estados es su (único) ingreso"

El hecho que el saldo esté arriba de 100% de las participaciones "aunque no es un problema, sí es un tema que hay que considerar porque están en una situación en donde los ven en una lógica diferente, incluso las mismas calificadoras, porque no es un saldo bajo, sino considerable," dice el funcionario.

Es un "fuego" que hasta ahorita se ha controlado de tal manera que no genere incertidumbre en el sistema financiero y bancario nacional, subraya José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios en el Tecnológico de Monterrey campus Estado de México.

"Pero es un elemento que está presente, a pesar de las nuevas medidas que se han adoptado en meses recientes para tratar de evitar que este problema se siga acrecentando", afirma.

Varios bancos han prestado a gobiernos estatales, y parte de esos compromisos de deuda son de alto riesgo, alerta el catedrático. "No puede dejarse de lado la deuda que estados como Coahuila puedan tener con los bancos nacionales".

Ese manejo podría llegar a verse comprometido si se sigue profundizando este problema, y alerta que junto con la crisis en bancos europeos que tienen subsidiarias en México "acaban resumiendo un entorno en donde si bien no se está diciendo que ya vaya a desembocar en un problema mayor, sí existen indicios que deben revisarse para tratar de evitar un problema bancario en el país".

La danza de los billones

Cada año se les transfiere a estados y municipios alrededor de un billón de pesos, por concepto del Ramo 28 -que son las participaciones federales- y el Ramo 22 -que son aportaciones-.

"Si se les agrega otro tipo de convenios, llegamos a transferir del Presupuesto de Egresos de la Federación más de 30% del gasto federalizado", agrega Carlos Garza, de la SHCP.

Reconoce que en 90% de esos créditos "no sabemos a dónde van. En los únicos créditos en donde tenemos un poco más de conocimiento son los que otorga la banca de desarrollo, porque hay un interés de saber en qué se gasta para ver el tipo de rentabilidad que se va a tener".

Aclara que la Ley de Coordinación Fiscal es la que establece los mecanismos, las formulas de cómo se van a pagar las participaciones. Desde 1980 los estados cedieron ciertas potestades a cambio de transferencias, "cuando dejan de obrar son ingresos de ellos transferidos por el Gobierno federal y ni la Auditoria Superior de la Federación tiene facultades -propiamente hablando- para meterse a ese ejercicio de ese ingreso", indica el funcionario.

Al final, las transferencias se consideran ingreso propio. "No en el sentido estricto como si fuera un impuesto que ellos recaudan, sino como un ingreso que se contabiliza dentro de su ley de Ingresos y no tenemos, para este caso especifico, auditar en qué lo gastan porque así es el mecanismo, es libre. En el Ramo 33 sí hay un fin específico y la Auditoria Superior de la Federación detecta qué fondo no se usa bien".

Sin alerta máxima

Carlos Garza no ve el endeudamiento como una 'bola de nieve'. "No hay una señal que diga de alerta máxima sobre un estado que se encuentra financieramente complicado; todos tienen sus complicaciones en distintas dimensiones, en algunos casos puede ser por el nivel de deuda, pero por otro puede ser tema de pensiones o baja recaudación, o mucho gasto corriente, sueldos".

No hay un patrón único y cada estado tiene sus distintas variantes o implicaciones al tema de finanzas. Por el lado de las transferencias, en el primer bimestre de 2012 crecieron muy por encima del año pasado y de lo que se había programado, hay un ingreso importante que está ayudando al lado de finanzas y municipios.

"No veo un tema de crisis o bomba de tiempo, veo algunos estados donde hay que poner atención y un poco, con base en el marco que estamos de libertad y soberanía de los estados, estaremos atentos a cualquier necesidad o requerimiento y si es necesario instaurar un programa de ajuste en el ámbito de mejora de ingresos".

Aunque legamente no se puede forzar a que algún estado adopte un criterio, pero "sí hemos hecho algunos esfuerzos de coordinación y lo hacemos permanentemente. En algunos casos, que son menores, no se les da el apoyo porque no se ha mostrado voluntad de mejorar en sus finanzas".

El marco actual "en el que estamos implica que en los estados -en tema de deuda- son libres y soberanos en la contratación de la misma y será su Congreso el que autorice y la sociedad evalúe si es malo o no y si el destino es el correcto o no, pero en la SHCP no podemos ir en contra de eso en cuanto a la decisión del Congreso local, ni lo discutimos ni vemos".

En algunos estados, resalta el funcionario, hay que poner un poco más de atención, pero no es un tema de riesgo.

"Por el contrario, hay un gran nicho de oportunidad en una gran cantidad de estados, no son la mayoría los que tienen un saldo considerable de deuda. Si vemos al financiamiento como una herramienta útil, hay que usarla en aquellos donde hay un alto potencial de endeudamiento para incidir en el desarrollo".

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