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Firmas de EU ganan partida a reguladores

Las autoridades limitaron el impacto de reglas más estrictas para empresas que operan derivados; las nuevas medidas excluirán a compañías que negocien menos de 8,000 mdd en swaps al año.
vie 20 abril 2012 06:02 AM
Después de que termine su investigación, la Comisión Europea emitirá recomendaciones a los países considerados en riesgo. (Foto: Thinkstock)
lupa grafica (Foto: Thinkstock)

Las grandes empresas se anotaron una importante victoria el miércoles, cuando dos consejos reguladores acordaron limitar el impacto de las estrictas reglas sobre las operaciones complejas que contribuyeron a iniciar la crisis financiera de 2008.

Los reguladores han estado luchando durante meses para averiguar quién debe ser incluido en una nueva campaña en contra de los swaps o derivados -complejas apuestas financieras derivadas de otros productos financieros como el precio del combustible para aviones o las hipotecas.

Los derivados fueron la principal razón de que los contribuyentes estadounidenses estuvieran forzados a rescatar a AIG en 2008. También amenazaron con acabar con el sistema financiero global, cuando Lehman Brothers colapsó.

Cuando el Congreso aprobó las reformas a Wall Street en 2010 , los legisladores dejaron las grandes decisiones acerca de cómo regular los derivados en manos de los agencias supervisoras. En general, el Congreso controlado por los demócratas quería que los swaps fueran más transparentes y más seguros.

Los dos organismos reguladores a cargo de los derivados, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) y la Comisión de Comercialización de Futuros de Materias Primas (CFTC por sus siglas en inglés), originalmente sugirieron que las nuevas normas deberían enfocarse en aquellos que negocian más de 100 millones de dólares en swaps al año.

Pero en los últimos dos años, grandes empresas , que van desde firmas de Wall Street hasta compañías energéticas y agrícolas, han gastado millones de dólares en ejercer presión sobre los reguladores mediante el cabildeo. Querían que se retractaran de normas más estrictas que requerirían divulgar el precio de un swap así como del capital que respalda esas apuestas.

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Quienes se oponen a las normas más estrictas argumentaban que impedirían su capacidad de hacer apuestas para protegerse contra la volatilidad de precios. También, que elevarían el costo de hacer todas las apuestas financieras, reduciendo los márgenes de ganancias.

El miércoles, la CFTC y la SEC votaron a favor de reducir drásticamente el conjunto de empresas que deben respetar las normas más estrictas. La norma limitó el concepto de lo que califica como un operador de swaps al elevar el umbral desde los propuestos 100 millones de dólares a 8,000 millones de dólares en swaps negociados cada año.

En tres años, el umbral se ampliaría e impactaría a los que comercian 3,000 millones de dólares en swaps al año.

Funcionarios de la CFTC no pudieron decir el miércoles cuántas empresas tendrían que registrarse como operadores de swaps cuando las nuevas reglas entren en vigor.

Varios veteranos de la crisis financiera pusieron el grito en el cielo, diciendo que las nuevas reglas eran demasiado estrechas para tener un gran impacto. Un ex funcionario de la CFTC calificó la decisión como una de las mayores erosiones de las reformas de Wall Street aprobadas como parte de la Ley Dodd-Frank de 2010.

"Es simplemente impresionante. ¿Cómo llegaron de 100 millones de dólares a 8,000 millones de dólares? Y hay tantas exenciones escritas allí", dijo Michael Greenberger, profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Maryland que trabajó en la CFTC durante el gobierno del presidente Bill Clinton. "Es un veto administrativo de Dodd-Frank".

La mayoría de los expertos financieros dicen que los mayores bancos de Wall Street tendrían que acatar las nuevas reglas. Eso incluye a Bank of America Corp, Citigroup Inc, Goldman Sachs Group Inc., JP Morgan Chase & Co. y Morgan Stanley.

Las reglas no entrarán en vigor sino hasta el 1 de enero como muy pronto, y no hasta que los reguladores terminen de crear otras normas, como la definición de qué califica como un swap.

Muchas empresas y bancos de Wall Street utilizan los derivados para reducir el riesgo de perder dinero en una operación. Los derivados también se usan para fijar el precio de una mercancía, del modo en que los campesinos hacen con el maíz que esperan vender después de la cosecha.

Los llamados usuarios finales estaban protegidos ante las nuevas reglas y no serán obligados a cumplir con normas más estrictas, dijeron las autoridades.

Los derivados jugaron un papel importante en la crisis financiera cuando las apuestas realizadas en el mercado hipotecario fallaron, en parte porque mucha gente asumió que los precios de la vivienda -que subieron a mediados de la década de 2000- se elevarían de forma indefinida.

Estas apuestas fueron hechas en las sombras, sin exposición pública. Así que, cuando el mercado de la vivienda se derrumbó y las empresas financieras empezaron a quebrar, nadie sabía el valor de estas apuestas, lo cual agravó la crisis.

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