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Grecia está lejos de ser como Irlanda

Mientras este año en Irlanda se espera un modesto crecimiento, en Grecia se prevé una caída del 7%; la apertura de mercado y el auge de exportaciones ayudaron al país celta a recuperarse de la crisis.
mié 11 julio 2012 03:42 PM
Grecia nunca abandonó su modelo económico liderado por las importaciones y el consumo. (Foto: Reuters)
Grecia

Irlanda se ha convertido en el ejemplo que los prestamistas internacionales utilizan como modelo de austeridad europea para el niño problema: Grecia.

Sin embargo, cuando los dos países buscaron ayuda financiera de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) con sólo seis meses de diferencia el uno del otro, comenzaban desde diferentes puntos.

Irlanda tenía una administración pública eficiente, una economía moderna abierta y no mucha cultura de protesta en contraste con Grecia, por lo que era muy difícil de igualar.

"Creo que nuestra situación fue siempre más manejable que la de la de los griegos, no hay duda acerca de eso", aseguró a Reuters el Ministro de Energía de Irlanda, Pat Rabbitte.

"Eso no quiere decir que el acantilado del que caíamos no era muy abrupto, pero siempre tuvimos la burocracia y la experiencia para hacer los ajustes si la voluntad política estaba allí", agregó.

Rabbitte y sus colegas están preparados para otro elogioso informe de la llamada troika: de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y los prestamistas del Fondo Monetario Internacional este jueves, exactamente cuando el mismo grupo visite Atenas por primera vez desde las agitadas elecciones .

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Hasta el momento, Dublín ha aprobado fácilmente cada revisión trimestral de su programa , mientras que Grecia ha tropezado, incumpliendo objetivos frecuentemente , lo que ha resultado en retrasos en la entrega de la ayuda económica.

Pero el éxito de Irlanda tiene mucho que ver con un programa de austeridad dos años previos a su rescate y otras ventajas dadas por hechas, tales como un eficiente sistema impositivo.

Aunque no lo suficientemente rápido como para evitar la humillación de tener que pedir ayuda, Irlanda comenzó a revertir una década de imprudentes decisiones políticas a mediados del 2008 y ya había emitido tres presupuestos austeros cuando la troika llegó.

De hecho, el memorándum de entendimiento que firmó Irlanda en noviembre del 2010 fue en gran parte una extensión del plan de austeridad de cuatro años que el Gobierno de ese entonces publicó sólo unos días antes.

Para Grecia, en contraste, la austeridad vino como una desagradable sorpresa . En octubre del 2009, sólo ocho meses antes de su primer rescate internacional, la oposición socialista arrasó en las elecciones con la promesa de impulsar el gasto social y los salarios del sector público.

El memorándum de Grecia -que, como el de Irlanda, llama a reformas estructurales y fiscales- fue también más desafiante en un país que nacionalizó, en vez de liberar, amplios sectores de su economía al unirse a la Comunidad Europea en 1981.

Financiado por subsidios de la Unión Europea, Grecia nunca abandonó su modelo económico liderado por las importaciones y el consumo, mientras que Irlanda usó una recesión de diez años en la década de 1980 para implementar reformas estructurales sumamente necesarias y abrir varios sectores en la economía.

Un auge inmobiliario exacerbó la economía del "tigre celta", pero cuando los precios se fueron a pique en los últimos cinco años, los cimientos de la década de 1980 y principios de la de 1990 pusieron la base de un fuerte sector exportador cuando la crisis financiera y la austeridad resultante paralizaron la demanda doméstica.

Además, las bajas tasas de impuestos en Irlanda han atraído a grandes empleadores como Google e IBM . Esto explica la proyección de que la economía irlandesa crezca modestamente por segundo año consecutivo, mientras que la de Grecia podría caer cerca del 7%.

Pfizer, una de las muchas multinacionales que apoyaron exitosamente en mayo pasado el referéndum sobre el nuevo acuerdo fiscal de Europa , fue apoyada en la campaña por los principales partidos de Irlanda -tanto los del Gobierno como los que lideran la oposición- en una demostración del sustento político transversal de la que goza la austeridad en Irlanda.

En Grecia, en cambio, los partidos que se oponen al rescate obtuvieron la mitad de los votos en las elecciones del 17 de junio. El principal partido de oposición, Syriza -que rechaza las privatizaciones-, quiere que Atenas incumpla parte de su deuda.

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