Grecia libra el impago... por ahora
Parece que Grecia podrá cumplir su último pago de bonos la próxima semana, gracias a un financiamiento algo creativo.
El Gobierno griego vendió el martes pasado más de 4,000 millones de euros (mde) en títulos a tres meses, que según los analistas serán utilizados para pagar 3,200 mde en bonos que vencieron el viernes y estaban en poder del Banco Central Europeo (BCE).
Los bancos helenos fueron los principales compradores en la subasta del martes pasado, puesto que los inversores externos siguen reacios a prestar dinero a Atenas.
Sin embargo, dado que el BCE decidió en julio dejar de aceptar bonos del Gobierno griego como garantía o colateral, los bancos griegos han dependido del Banco Central de su país para obtener liquidez de emergencia. La creencia generalizada es que los bancos han utilizado dinero del Banco Central para comprar las letras.
"Grecia básicamente ha estado alimentándose del eurosistema en una ventanilla para luego pagar en otra", comenta Nicholas Spiro, director de la consultora londinense, Spiro Sovereign Strategy, refiriéndose al grupo de los 17 bancos centrales de la zona euro. "Se trata solamente de una recirculación de los fondos".
El objetivo inmediato es evitar un incumplimiento de pagos o default desordenado que podría obligar a Grecia a salir de la unión monetaria del euro y desencadenar un pánico en el mercado que arrastre a España e Italia.
Sin embargo, lo recaudado en la subasta de deuda de la semana pasada también podría ayudar a cubrir cualquier déficit presupuestario que se produzca si se retrasa el último tramo de dinero de rescate destinado a Grecia, explica Dimitri Papadimitriou, profesor de Economía en el Bard College.
El primer ministro griego Antonis Samaras y sus socios en la coalición de Gobierno luchan para encontrar 11,500 mde adicionales a través de recortes de gastos exigidos por la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo, la llamada troika.
Los funcionarios de la troika tienen programado volver a Atenas a principios de septiembre para completar su revisión sobre las finanzas del Gobierno. Eso significa que los ministros de Finanzas de la eurozona probablemente no tomen una decisión sobre el dinero del rescate de Grecia hasta que se reúnan el 8 de octubre.
Mientras tanto, se prevé que Samaras impulsará una prórroga de dos años del programa de rescate de Grecia, que le daría al Gobierno más tiempo para implementar reformas difíciles. Samaras tiene previsto reunirse esta semana con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande, entre otros altos funcionarios de la zona euro.
Alemania, en particular, ha sido renuente a hacer concesiones a Grecia, y algunos políticos alemanes han dicho que una salida de Grecia de la eurozona sería manejable.
Aunque la zona euro ha reforzado su cortafuegos financiero, los economistas creen que es imposible predecir lo que pasaría si Grecia tuviera que abandonar la unión monetaria.
Hay mucho en juego, ya que los costos de financiamiento para España e Italia han registrado recientemente un alza, escalando a niveles casi insostenibles. Los inversionistas están particularmente preocupados por España , pues se augura que la nación ibérica pedirá que el fondo de rescate de la eurozona y el BCE intervengan en el mercado de bonos.
"Nadie quiere apostar por una salida desordenada de Grecia de la zona euro", indica Spiro.