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‘Sandy’ y el abismo fiscal agitan EU

La falta de acuerdos legislativos en el tema podría empujar a la economía a una crisis más severa; los recursos federales para arreglar los daños por ‘Sandy’ oscilan en 20,000 millones de dólares.
mié 31 octubre 2012 05:30 PM
Barack Obama  debe negociar con el Congreso para evitar un fuerte desfalco en las finanzas del Gobierno para 2013. (Foto: AP)
Obama Sandy (Foto: AP)

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El Gobierno de Estados Unidos gastará dinero para ayudar a las personas en la costa este que resultaron damnificadas por los efectos del huracán ‘Sandy '. Eso es lo que se supone que hacen los gobiernos, ayudar a las personas necesitadas.

Pero los políticos no sólo deben responder ante las crisis. También deben actuar para prevenirlas cuando sea posible. Y eso me lleva al tema del precipicio fiscal.

Por supuesto, no hay nada que un legislador pudiera haber hecho para empeorar los efectos de ‘Sandy'. Pero la tormenta que se avecina, una hecha de enormes recortes al gasto y grandes alzas impositivas, se puede evitar. Todo lo que el Congreso y el presidente Obama necesitan hacer después de las elecciones es sentarse, dejar de comportarse como niños caprichosos y empezar a actuar como líderes.

Teniendo en cuenta que el verdadero huracán muy probablemente acarree cierto sufrimiento económico para toda la nación, es aún más importante que nunca que el Gobierno impida el avance de una catástrofe económica .

Pero, ¿lo hará, decidirá impedirla? Desafortunadamente, los expertos se muestran escépticos.

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"Creo que ‘Sandy' tendrá poco que ver con los problemas persistentes que enfrenta la economía. Es verdad que nos unimos más en tiempos de tragedia. Pero no soy optimista respecto a que el huracán vaya a cambiar los problemas políticos en torno al precipicio fiscal", apunta Jeffrey Bergstrand, profesor de finanzas en la Mendoza School of Business  de la Universidad de Notre Dame.

Bergstrand estima que ‘Sandy' podría borrar unos 20,000 millones de dólares del PIB estadounidense en el cuarto trimestre. Eso equivale a un par de décimas de punto porcentual del PIB. Puede no parecer mucho, sobre todo porque parte de la caída puede compensarse con el dinero gastado para reconstruir las zonas más afectadas. Pero cualquier impacto negativo es preocupante para una economía que sigue creciendo a pasos pequeños.

Además, es demasiado pronto para saber qué tan graves son los daños, teniendo en cuenta que muchas ciudades y pueblos de la costa este todavía están tratando de averiguar cuánto tiempo tomará limpiar y normalizar los servicios básicos hoy interrumpidos.

Millones de personas siguen sin energía eléctrica, los mercados financieros tuvieron que cerrar, y las compañías aéreas enfrentan un enorme volumen de vuelos cancelados.

Adolfo Laurenti, principal economista adjunto de Mesirow Financial en Chicago, agrega que el esperado repunte resultado de las compras navideñas podría ser también más moderado. Señala que es posible que los consumidores en los lugares afectados por Sandy gasten más en las próximas semanas en tiendas como Home Depot y Lowe's debido a la temporada decembrina.

Entonces, ¿no sería agradable que el Congreso y el presidente Obama -independientemente de si es o no reelegido- comprendieran que deben trabajar juntos para forjar un acuerdo presupuestario que evite el precipicio fiscal tan pronto como sea posible?

¿Imaginan el impacto positivo que eso tendría casi de inmediato? Las empresas ya no podrían excusarse diciendo que tienen que postergar los planes de nuevas contrataciones u otras inversiones hasta el 2013. Los consumidores podrían tener la seguridad de saber que no se verán afectados por el aumento de los impuestos. ¿Por qué esperar hasta el último minuto? Eso sería imprudente, irresponsable y para ser franco, francamente idiota.

Sin embargo y a pesar de lo que deseemos, estamos hablando de Washington.

"La alternativa al compromiso, llevarnos a todos derecho al precipicio fiscal, sería una recesión autoinfligida", advierte Laurenti. "Algo tiene que hacerse o los estadounidenses se pondrán furiosos. Sería estúpido, pero los políticos ya han cometido estupideces antes".

Laurenti añade que, a menos de que las elecciones cambien sustancialmente el status quo, los políticos seguirán enfrentados. Él cree que hay una buena posibilidad de que el presidente Obama sea reelegido, que los demócratas mantengan el control del Senado y los republicanos continúen teniendo la mayoría en la Cámara de Representantes.

En otras palabras, nuestros honorables congresistas pueden decidir esperar y limpiar los cascajos después del precipicio fiscal en lugar de hacer algo ahora para evitar que caigamos en él.

Pero tal vez... sólo tal vez... todos en el Capitolio y en la Casa Blanca echen hoy un vistazo por la ventana y adviertan cuán funesto sería esperar.

*Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad exclusiva de Paul R. La Monica.

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