S&P advierte por el déficit de Francia
La agencia calificadora Standard & Poor's confirmó este viernes la nota a largo plazo de Francia de AA+ y su perspectiva negativa, pero advirtió que el Gobierno probablemente incumpla su objetivo de déficit público del año próximo. Días después de que su rival Moody's despojó a Francia de su calificación Aaa, S&P elogió los planes del Gobierno socialista para ayudar a restaurar la competitividad de las empresas, mayormente a través de créditos tributarios a compañías.
Sin embargo, la agencia de calificación alertó que el Gobierno podría no cumplir con su meta déficit del 3% del PIB el próximo año, y estimó que la brecha presupuestaria sería del 3.5% del Producto Interno Bruto.
"La afirmación refleja nuestra opinión de que el Gobierno francés mantiene su compromiso con las reformas presupuestarias y estructurales que se basarían en las medidas que ha propuesto hasta ahora y mejora el crecimiento potencial del país", indicó S&P en un comunicado.
El lunes, Moody's degradó la nota de Francia en un escalón a Aa1 desde su calificación de Aaa, al asumir una postura más escéptica respecto a que las reformas tomadas hasta el momento por el Gobierno vayan a ser suficientes para restaurar la competitividad internacional del país.
La decisión, que se produjo luego de un recorte previo aplicado por S&P en enero, sumó presión al Gobierno del presidente Francois Hollande en el manejo de la economía, en momentos en que lucha por controlar el creciente desempleo.
En un receso de la serie de datos económicos negativos, cifras publicadas este viernes mostraron que la confianza industrial avanzó más de lo esperado en noviembre, repuntando desde un mínimo de más de dos años visto en octubre.
El instituto nacional de estadísticas INSEE dijo que su indicador de confianza en el sector de manufacturas ascendió a 88 desde 85 en octubre, superando la estimación de Reuters de una lectura de 86.
La confianza empresarial ha estado en constante declive en los últimos meses, luego de que Hollande incrementara los impuestos a las grandes compañías como parte del programa más severo de ajuste fiscal realizado en Francia en las últimas tres décadas.
No obstante, este mes Hollande develó planes para mejorar la competitividad internacional de las empresas mediante la entrega de 20,000 millones de dólares en créditos tributarios a las compañías y anunció que desea lanzar una reforma al mercado laboral el año próximo.
Los rendimientos de los bonos referenciales franceses a 10 años se mantienen en una tasa históricamente baja de 2%, lo que ofrece a Hollande un crucial acceso a los mercados de deuda a precios reducidos.
