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Chávez se fue: los problemas empiezan

Ninguno de sus allegados tiene el carisma para mantener la línea del ‘chavismo’, advierten expertos; podrán mantener políticas populistas mientras el precio del petróleo permanezca elevado, aseguran.
jue 07 marzo 2013 06:00 AM
El vicepresidente Nicolás Maduro, podrá expropiar empresas sólo con la previa instrucción del presidente Hugo Chávez. (Foto: Reuters)
chavez maduro

Tras la muerte de Hugo Chávez, Venezuela se debatirá entre dos proyectos económicos, pero ninguno de ellos garantizará que en el corto plazo esa economía resuelva sus problemas aun cuando tiene en el petróleo un fuerte aliado, coinciden economistas.

"Además de desmontar la petrolera PDVSA, Hugo Chávez rompió el poder de la legislatura y el poder judicial, reescribió la Constitución y tomó la gloria de las alabanzas del país. Por esta razón su fallecimiento repentino anunciará una nueva era de inestabilidad", advierte el socio y jefe de Investigación en BCP Securities, Walter Molano.

Dice que ninguno de los lugartenientes de Chávez tiene su carisma y personalidad necesaria para llenar el vacío. "No podrán conducir y disciplinar a las diversas facciones que medraron bajo la línea bolivariana durante los últimos 14 años; por esta razón, cualquier persona que piensa que Venezuela ahora se embarcará en una era de reformas económicas y liberalización se está engañando a sí misma".

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, falleció a los 58 años tras dos años de padecer cáncer, anunció este martes el vicepresidente del país, Nicolás Maduro, entre lágrimas y en un mensaje transmitido a la nación.

Molano agrega que el nuevo liderazgo del país, si acaso, será aún más radical aceptando totalmente los principios del socialismo Bolivariano y asegurándose de que el electorado siga siendo leal al aumentar las medidas redistributivas.

"Se moverán más cerca en la órbita de amigos tradicionales, como Cuba, China e Irán, evitando cualquier cosa y cualquier persona que pueda poner en peligro su control del poder", afirma.

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La industria petrolera le dio al Estado la capacidad financiera para ampliar los programas sociales, e hizo altamente dependientes a las finanzas públicas de este energético. La pregunta en el aire es ¿cuánto tiempo podrá el nuevo Gobierno seguir con las mismas políticas estilo Chávez?

La economista principal de IHS Global Insight, Paula Diosquez-Rice, cree que dependerá mucho de los precios del petróleo, pero los riesgos de un escenario de baja se han elevado dada la necesidad no solo de altos precios del petróleo sino también precios del petróleo siempre crecientes.

A fines de año 2011, Venezuela tenía 17.9% de las reservas conocidas de crudo del mundo, en comparación con 16.1% para Arabia Saudita y 11% para Canadá, de acuerdo con cifras de la británica BP. Esta cifra representaba solamente un 3.5% de la producción global en comparación con 13.2% en Arabia Saudita.

"Una década que desarrolló un ámbito hostil para las compañías de petróleo extranjeras y finalmente llevó a su expulsión, ha provocado una caída en la producción de casi un millón de barriles diarios durante este período", explica el analista Senior de Materias Primas de Saxo Bank, Ole S. Hansen.

La compañía estatal de Venezuela, según Reuters, fue asignando cada vez más sus ingresos a la subvención de varios programas gubernamentales, lo que le ha generado flujos de caja negativos durante los últimos cinco años.

PDVSA, sin cambiar su estructura

El resultado, agrega Ole S. Hansen, ha sido la falta de inversiones al madurar los yacimientos petrolíferos más antiguos y no explorarse yacimientos nuevos, de allí surge la merma en la producción.

"De cara al futuro, no se espera un cambio en la actual situación política en el corto plazo. Seguramente, las próximas elecciones tendrán como resultado la victoria del Partido Socialista Unido, pero ante la ausencia de Chávez y su carisma, las reformas en el mercado podrían comenzar cuando la oposición esté lista para tomar el mando", subraya el especialista en un informe.

En su opinión, las reformas y la reintroducción de la inversión extranjera no sucederán de un día para el otro, posiblemente habrá que esperar unos años más. Sin embargo, si esto ocurre, otra fuente creciente de producción aliviará algunas de las preocupaciones acerca de que la producción futura no logre abastecer un aumento de la demanda, especialmente en los países emergentes.

Carlos Bellorin, analista principal de Petróleo de IHS Global Insight, plantea dos escenarios del sector petrolero venezolano. Uno en el que el vicepresidente Nicolás Maduro gana la elección presidencial y otro, en el que la oposición triunfa.

Bajo el primer escenario no espera enmiendas a las disposiciones fundamentales de la Ley 2006 de Hidrocarburos y o los contratos mixtos de empresas y modelo de negocios.

Las principales prioridades del gobierno y la PDVSA será dirigir los fondos a los programas sociales en vez de mejorar las capacidades de la industria petrolera tanto en áreas de exploración y producción, como tratamiento, transporte, refinación y petroquímica.

"La incapacidad de construir (o reconstruir) las capacidades operativas, administrativas y financieras de la industria petrolera de Venezuela en la administración de Chávez erosionaron casi completamente la capacidad negociadora de la PDVSA con sus socios internacionales", destaca en un análisis.

Como consecuencia, PDVSA puede ser forzada a relajar algunos términos en negociaciones para obtener capital de sus socios para comenzar siete nuevos proyectos en la Faja del Orinoco e incrementar la producción de activos estratégicos.

"Es probable que los principales directivos de PDVSA sean reelectos y esto podría ser visto como una continuidad de la política petrolera anterior basada en el estricto control de las operaciones".

Bajo el segundo escenario, en que gana la oposición, la regla será el gradualismo. Aunque no se esperan cambios importantes debido a sus costos políticos, es probable que se apliquen "mejorías" claves.

"Un gobierno encabezado por la oposición mantendrá los pilares de la industria petrolera sin tocar: la Ley 2006 de Hidrocarburos y Contratos Mixtos de compañías y modelo de negocios y tratará de incrementar la eficiencia en la industria petrolera, mejorando la gobernanza de su modelo, dando a las compañías mixtas más autonomía operativa y financiera utilizando el mecanismo de flexibilidad ya incluido en las actuales leyes y contratos".

También se esperan cambios en la gobernanza de la industria petrolera estableciendo una separación real del Ministerio del Petróleo y Minería y PDVSA y creando en el futuro una agencia reguladora.

Considera el especialista de IHS que podrían introducirse incentivos frescos no solo para los nuevos siete proyectos en la Faja Petrolera del Orinoco, sino también para los campos marginales y pequeños desatendidos por la administración anterior.

Este programa de  "mejorías" será gradual y es probable que las misiones sociales sean mantenidas bajo la responsabilidad de PDVSA, pero es probable que se introduzcan cambios en su gobierno para hacer más eficientemente el uso de sus recursos.

Las Compañías Mixtas formadas en asociación con ciertos socios políticos NOC´s (por ejemplo CUPET de Cuba, PETROPARS de Irán y BELARUSNEFT de Bielorrusia) es probable que sean disueltas por un gobierno de oposición.

La tormenta que viene

Analistas del banco de inversión Credit Suisse consideran que el riesgo de incertidumbre política es más grande en el mediano plazo y esperan que el orden civil se mantenga en el corto plazo conforme el gobierno controle efectivamente todas las instituciones locales y, por ahora, la población, incluyendo la oposición, que está aceptando sus decisiones sin nada más que el nivel típico de resistencia.

Su opinión está apoyada por el hecho que después del anuncio el ministro de Defensa, Diego Molero, dijo que las fuerzas armadas apoyarán la constitución al igual que (Nicolás) Maduro y (Diosdado) Cabello.

Más aún, por ahora, los principales líderes ‘chavistas' en ausencia de Chávez (Maduro, Cabello y Ramírez) parecen enfrentarse, pondría en riesgo sus posibilidades de mantener el poder. Si el equilibrio se debilitara en el camino o la posición de Maduro disminuyera bajo el peso de las presiones económicas, podría potencialmente llevar a una inestabilidad más amplia. El generador de esto parece ser mucho más probable dentro del ‘chavismo' que de la oposición.

Un factor que de inmediato podría darse es una nueva devaluación del real, anticipa el director de los programas académicos de Licenciado en Negocios  Internacionales y Bachelor in International Bussiness (BIB) del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Manuel Valencia.

"Viene una etapa de transición que durará uno o dos meses, y si respetan los términos constitucionales, el Gobierno de Maduro tiene que organizarlas y, sin olvidar el tema económico en un ambiente político, es un buen momento para aprovechar y ‘darle una manita de gato' a las finanzas económicas del país y podría ir todavía aventarse una devaluación sin que saliera tan lastimado".

En las próximas elecciones, durante las cuales el grupo de Chávez hará un derroche de recursos para ganarlas y eso aumentará aún más la presión sobre las finanzas, habrá una batalla entre las dos corrientes.

"Vamos a escuchar diferentes discursos y propuestas de la derecha y de la izquierda que tendrán una lectura eminentemente de corto plazo", en un entorno que hasta ahora ha intentado mantener el status quo, pero alerta que si el proceso no es ordenado habrá que esperar disturbios.

Paula Diosquez-Rice, de IHS Global Insight, subraya que para los próximos meses se espera una aceleración en el gasto fiscal durante la elección presidencial.

"Si las elecciones se realizan en el muy corto plazo, el partido gobernante tendrá que concentrar sus esfuerzos en el gasto público con impacto inmediato sobre la población, tal como elevar los salarios mínimos y la importación inmediata de bienes esenciales. Una campaña corta limita el uso del gasto fiscal como herramienta para ganar apoyo para la administración actual".

Si Maduro gana las elecciones, en términos de políticas económicas no espera una gran desviación del socialismo de Chávez del libro de reglas del Siglo XXI. El gasto social continuará siendo un generador importante del crecimiento del PIB apoyado por los altos precios del petróleo esperados para 2013-2014.

Esto implica que la tasa de inflación anual del país permanecerá en la cercanía del 20%.

Si la oposición gana proyecta que se esperaría un gobierno más pro-negocios, pero el ritmo al cual pueden hacerse reformas económicas no será rápido.

En términos de un nuevo régimen cambiario (una tasa flotante basada en el mercado), el nuevo gobierno necesitará algún tiempo para construir un nivel más saludable de reservas cambiarias antes de abandonar la tasa fija con sistema de devaluaciones administradas.

Las reformas fiscales y la reducción de gasto del gobierno también necesitan ser graduales con el propósito de no estrangular el crecimiento económico y crear una crisis económica.

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