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Latinoamérica, una región de claroscuros

Las economías del área, entre ellas la de México, muestran fortaleza pero tienen rezagos: expertos; las oportunidades que ofrece la zona serán analizadas en Perú, durante la reunión del WEF.
lun 22 abril 2013 06:00 AM
Fitch destacó a Uruguay y Ecuador como las únicas naciones con perspectivas positivas. (Foto: Getty Images)
latinoamerica

La crisis de 2008 que arrastra a algunas economías desarrolladas colocó a América Latina en una posición envidiable para muchos de los países que enfrentan elevados déficits, altas deudas, bajo crecimiento y un descontento social cada vez mayor.

Latinoamérica, Centroamérica y México han mostrado fortaleza, resistencia y disciplina, lo que les permitió salir rápidamente de la recesión de 2009 y, al igual que las economías asiáticas, enfrentar de mejor manera el temporal externo, consideran economistas.

La región vive un escenario de claroscuros con estabilidad económica pero elevada desigualdad en ingresos, con crecimiento y aún alto desempleo y pobreza. En este panorama el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) lleva a cabo esta semana, en Lima, Perú, la reunión "América Latina 2013: Dando crecimiento, fortaleciendo sociedades".

La región ofrece altos niveles de crecimiento económico y resistencia financiera, atrayendo inversión extranjera y turismo y progresando hacia la reducción de la pobreza, mientras construye una clase media más grande y exigente, destaca el WEF.

Debido a su enorme riqueza de recursos naturales, patrimonio cultural y capital humano, la región es terreno fértil para nuevos negocios y modelos de innovación social que asegurarán su desarrollo integral a largo plazo, menciona.

El 15 de abril pasado, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, destacó que las economías emergentes se mantienen "como motores de crecimiento global como lo han sido en los últimos cinco años", aunque se han producido revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento para estos mercados.

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Los ajustes a la baja en las perspectivas de crecimiento para la región han sido mínimas por parte de los organismos financieros internacionales, indica el director para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño.

Con base en los últimos datos, destaca que para 2013 habrá un avance promedio de entre 3.5% y 3.8% para las economías de América Latina. Mientras tanto, Europa va a presentar una contracción, Estados Unidos no crecerá más de 2% y Asia tendrá crecimientos de 7% con China observando una expansión de 8%, mientras que el FMI estima 3.4% para México.

El hecho de que las economías de la región se hayan levantado rápidamente después de la recesión y remontado crecimientos a tasas similares a las de antes de la crisis, indica que hay salud económica, lo cual no significa que no haya deficiencias y que los países se sienten a contemplarse a sí mismas y no continúen redoblando los esfuerzos, destaca Coutiño.

América Latina, una región de contrastes

Desde una perspectiva aislada, el problema de integración en América Latina radica en tres aspectos fundamentales, menciona el director del Bachelor in International Relations del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Adolfo Laborde Carranco.

En primer lugar los países de la región han estado estancados en un proceso de integración regional y subregional. Primero nació la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), que dio pasado a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

Posteriormente se dieron procesos subregionales de integración, en donde se ubica el Mercosur, el Pacto Andino, el Mercado Común Centroamericano y  nueve acuerdos de complementación económica que prevén el establecimiento de zonas de libre comercio entre sus signatarios.

En segundo lugar, el catedrático menciona la distancia que ocupa un lugar importante en la no integración por una cuestión logística y, un tercer factor, que califica de desafortunado es que independientemente de tener este proyecto de integración espiritual con toda América Latina las economías de la región en su mayoría no son complementarias, sino competitivas.

Subraya que las diversas ideologías en la región también son un impedimento para la integración y en la historia se han dado otros proyectos alternativos que en su momento fueron inspirados en Cuba y comandados posteriormente por Venezuela y hay que destacar el papel de Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Argentina y Brasil, que están dispuestos a buscar mayores espacios de liderazgo en Latinoamérica.

"América Latina está fragmentada. Hay dos bandos: el de bolivarianos, revolucionarios chavistas y el otro dirigido más al libre comercio, al neoliberalismo como Perú, Colombia, México y Chile. Brasil está en medio, no tiene una definición clara de cuál es su proyecto porque el expresidente Ignacio Lula da Silva profundizó mucho en un estilo diferente de hacer política económica".

Para el director de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana, Gabriel Pérez del Peral, en términos relativos América Latina es una zona con mayor potencial de crecimiento, la parte de la estabilidad y deuda mejor, con una posición en la parte de competitividad, es una región de contrastes, principalmente en la desigualdad del ingreso.

Sin embargo, los equilibrios macroeconómicos que se han logrado en la región están sentando las bases para un crecimiento futuro que permita avanzar en la parte de reducir la desigualdad en términos de los países desarrollados.

En su opinión, las asimetrías que se presentan son uno de los impedimentos para convertirse en un bloque competitivo y que para lograr una integración regional tendrán que homologar sus economías.

Además, coincide en las diversas ideologías políticas que se presentan entre los países constituyen un obstáculo para la unión.

"En la región se enfrentan ideologías populistas y otras neoliberales y Brasil, que es la economía más grande, es cerrada, proteccionista, sobrerregulada, con cuellos de botella en infraestructura y un crecimiento económico a la baja", por lo que estima que es momento que México tome relevancia para recuperar el primer lugar en Latinoamérica.

Advierte que hay bombas de tiempo y las ubica en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua "que van a explotar básicamente por las medidas neo populistas, control del tipo de cambio, amplia inflación, alta deuda y lo último que les faltaba es el problema electoral en Venezuela".

América Latina todavía es una región con cierto atraso en términos de consensos; los países se mueven más por el interés particular que colectivo, lo cual es un obstáculo para ver a la región como un bloque, integrada, y moviéndose en la misma dirección, agrega Coutiño de Moody´s Analytics.

Hay grandes diferencias no solo en términos de estructura económica sino también en cuestiones políticas, subraya. América Latina ha hecho muchos intentos en el pasado de formar un solo bloque y no ha funcionado.

"Se tienen tantos acuerdos económicos, políticos y sociales que lo único que reflejan es que se han formado grupitos de amigos con coincidencia política o económica, pero no tenemos una región unificada, homogénea y eso es un obstáculo que eso implica que diferentes grupos pueden jalar en diferentes regiones", subraya.

América Latina ante la "guerra de divisas"

La fuerte entrada de capital a mercados de América Latina y México es uno de los desafíos que deben enfrentar los gobiernos y hacer frente a la revaluación cambiaria. Las economías que se manejan con un modelo de libre mercado, saben que los controles de capital no funcionan y a la larga generan más distorsiones que beneficios.

Perú Chile Colombia, México no tomarían el camino de los controles de capital a pesar de que la revaluación de sus monedas llegara a situaciones extremas, sentencia Coutiño; sin embargo, considera que sí tienen que decidir cuál es el uso más eficiente y óptimo de los instrumentos de política económica, particularmente de la monetaria.

"Ahí está el desafío y dilema porque existe el consenso y la recomendación de los mercados de bajar tasas para reducir la entrada de capitales y Brasil demostró ya que eso no funciona. Las tasas pueden caer a casi 1%, pero no detendrá entradas de capital porque los inversionistas tienen los ojos puestos en América Latina  y las expectativas de que arribos de capitales serán mayores en los próximos meses implican una expectativa de ganancias de capital por revaluación cambiaria".

En su opinión, los bancos centrales tienen que aplicar mecanismos más eficientes y menos distorsionante como es la acumulación de reservas y esterilizar la emisión de pesos mediante la emisión de deuda.

Habrá un costo, reconoce, pero hay que evaluar la medida desde un punto de vista costo beneficio. Si la revaluación cambiaria va a generar un problema de competitividad exportadora y va a obstaculizar el crecimiento en el mediano plazo más vale incurrir en el costo de pagar el diferencial de tasas por acumular más reservas que en el daño de generar un problema a la economía.

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