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Japón libra crítica monetaria

El país parece haber convencido al G7 de que no ha se dedicado a manipular su divisa; el grupo de los más poderosos acordó seguir con las medidas para lidiar con bancos en apuros.
sáb 11 mayo 2013 11:53 AM
Japón no recibió críticas a la impresión de dinero a una escala que ha llevado al yen a la baja. (Foto: Getty Images)
yen

Japón convenció este sábado a sus socios del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G7) que no se ha dedicado a manipular su divisa dentro de un plan para sacar a la economía nipona de casi dos décadas de estancamiento. Al concluir la reunión de dos días de los principales representantes financieros del G7 -Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Japón, Canadá y Gran Bretaña- los asistentes parecieron reconocer oficialmente que cada uno necesita fomentar su propio crecimiento económico equilibrando las medidas de austeridad con las políticas de expansión.

"Sigue habiendo el empeño de reducir los déficit presupuestarios pero ciertamente ha habido un cambio de tono", dijo el ministro de Hacienda francés Pierre Moscovici, al concluir el encuentro de dos días realizado a unos 89 kilómetros al noroeste de Londres.

La recuperación global de una recesión en los últimos años ha sido desigual. Mientras que la economía estadounidense, la mayor del mundo, parece tomar impulso, muchos países europeos se encuentran en recesión y llevan años sin crecimiento económico alguno, con profundos recortes de gasto y notables aumentos de los impuestos.

Japón la libra

La tercera economía mundial ha acaparado la atención mundial en los últimos meses, pues el nuevo Gobierno del primer ministro Shinzo Abe ha iniciado una agresiva política de estímulo monetario para impulsar la economía, materialmente empantanada a principios de los 90.

Una de las consecuencias de inyectar más dinero en la economía japonesa ha sido la notable caída del valor del yen. El jueves, el dólar subió por encima de los 100 yen, la primera vez en más de cuatro años. En diciembre el yen era cotizado a unos 80 por dólar.

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Como en otras reuniones, Japón se libró de críticas a la impresión de dinero a una escala que ha llevado al yen a la baja.

El ministro de Finanzas británico, George Osborne, dijo que el G7 reafirmó que la política fiscal y monetaria se debería centrar en preocupaciones internas, no en la manipulación de las divisas.

Algunos países están preocupados de que Tokio esté realizando una recuperación liderada por las exportaciones que pueda obstaculizar la capacidad de crecimiento de otras regiones.

El G7 presionará por reformas bancarias

El grupo acordó continuar con las medidas para lidiar con bancos en apuros.

Osborne dijo que los ministros de Finanzas y banqueros centrales se centraron en las aún no terminadas reformas bancarias.

El rescate a Chipre en marzo sirvió para recordar la necesidad de terminar la reestructuración del sector bancario, cinco años después del inicio de la crisis financiera mundial.

"Es importante terminar rápido nuestro trabajo para asegurar que no hay bancos demasiado grandes para caer. Debemos tomar medidas (...) para lidiar con los bancos que caen y para proteger a los contribuyentes y hacerlo de forma coherente en todo el mundo", declaró.

Antes de la reunión Alemania estaba bajo presión para que diera más apoyo a una unión bancaria en la zona euro. El plan podría ayudar a fortalecer a la moneda única, pero a Berlín le preocupa pagar demasiado por futuros rescates de bancos si se apunta a un esquema para liquidar entidades en apuros.

Debate sobre el crecimiento

El debate sobre la necesidad de los gobiernos de relajar su austeridad se ha calentado, con Alemania, Reino Unido y Canadá viéndolo como un error, mientras que Washington, París y Roma lo apoyan.

Osborne dijo que había menos desacuerdo en si los gobiernos se deberían centrar en reducir la deuda o en medidas a favor del crecimiento.

"Todo el mundo tiene claro que se necesita una consolidación fiscal creíble a medio plazo... También acordamos que se necesita flexibilidad", dijo.

Varios responsables de delegaciones cuestionaron por qué Reino Unido había hecho la reunión tan pronto después de las conversaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, pero el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo que la naturaleza informal de las conversaciones había rendido frutos.

"Libres de tener que acordar un comunicado, los dirigentes han conectado más de lo que recuerdo antes y como resultado se han hecho avances reales en algunas cuestiones a las que se enfrenta el G7", dijo.

Con información de AP y Reuters

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