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El peso se sube a la montaña rusa

En el corto plazo, la volatilidad externa ubicará al tipo de cambio sobre los 13 pesos: analistas; avances en reformas pendientes permitirán que después de julio opere cerca de 12 por dólar, dicen.
lun 03 junio 2013 06:00 AM
Las empresas redujeron 0.49% sus gastos de construcción en mayo respecto a abril. (Foto: Thinkstock)
peso (Foto: Thinkstock)

La paridad peso-dólar se enfila hacia un periodo de fluctuaciones pronunciadas, tanto por la situación económica en Estados Unidos como por la agenda política de México, por lo que podría operar en un rango amplio de entre 12 y 13 unidades por billete verde, dicen analistas.

"Las variables financieras mexicanas están reaccionando a un episodio de tensión en los mercados globales por la inquietud que genera la política monetaria de EU, y no es un cambio aislado, (...) el peso debería operar en niveles más bajos al que se encuentra en este momento", destaca el economista en jefe de Scotiabank México, Mario Correa.

El 29 de mayo pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos debe hallar una forma de reducir lentamente el flujo de recursos sin dar un golpe doloroso a negocios y familias, después de inundar los bancos estadounidenses con dinero para luchar contra una crisis económica.

De momento, la depreciación del peso se atribuye al temor de un abandono de la laxitud monetaria en EU, destaca el subdirector de Análisis Económico de Monex Grupo Financiero, Eduardo Ávila en un informe mensual.

El peso mexicano se depreció este viernes 0.35% en su valor a 48 horas, según el precio final del Banco de México. En ventanillas de bancos y casas de cambio, el peso operaba en 12.45 unidades por dólar a la compra y en 13.00 a la venta.

Ávila considera que la debilidad de la economía de EU se hará más evidente, por lo que se retomará una política monetaria más dovish (suave), y la consecuencia de ello es que los recursos que migraron de las economías emergentes, eventualmente regresarían, provocando periodos adicionales de apreciación del peso.

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Kit Juckes, estratega de macro de Société Générale, comentó en días pasados que los activos de mercados emergentes se beneficiaron de enormes flujos de capital en los últimos años, no porque los inversionistas hayan sido seducidos por fundamentos impresionantes.

"Ahora, como política de la Fed (de) alcanzar el más suave de los puntos de inflexión, los activos de mercados emergentes son vulnerables en todos los ámbitos. El rand (de Sudáfrica) es el primero de lo que sospechamos será una serie de fichas de dominó que caigan", comentó en un análisis.

Juckes advierte que el peso mexicano es otra de las monedas de mercados emergentes que le preocupan, simplemente debido a su popularidad y posicionamiento, así como la lira turca debido a su balanza de pagos y la dependencia de rendimientos para atraer capital, y el baht tailandés, pero las lecciones del pasado son que las ventas provocadas por el endurecimiento de la política global son bastante indiscriminadas.

Reformas, factor positivo para el peso.

El tipo de cambio debería estar en niveles más bajos, pero dependerá mucho de lo que pase en el entorno global durante los siguientes meses, agrega Mario Correa, de Scotiabank México.

Desde hace tiempo, indica, hemos insistido que existen riesgos importantes en el entorno global y en la medida en que los inversionistas vuelven a ver estos riesgos -porque algún evento los hace mirar hacia ellos- se generan estos episodios de tensión o de volatilidad.

La probabilidad de que el tipo de cambio llegue arriba de 13 pesos es importante, pero dependerá de cómo se vayan dando estos hechos, sobre todo por los riesgos que se mantienen vigentes en el entorno, advierte.

La apreciación que tuvo el tipo de cambio se debió, primero, a una euforia generada por las promesas de cambio, y ahora, con los últimos datos económicos, los inversionistas empezaron a despertar de esa euforia y se dieron cuenta que la economía mexicana sigue con la misma anemia de crecimiento de la última década, subraya el director para América Latina de Moody's Analytics, Alfredo Coutiño.

Sin embargo, destaca que existe una mayor probabilidad de que el peso vuelva a apreciarse si las dos reformas que se consideran son las más importantes -fiscal y energética- se presentan antes de que termine el año.

A diferencia del estratega de Société Générale, descarta que exista un factor que pueda descarrilar a la moneda mexicana y depreciarla. Posiblemente en otras monedas de países emergentes podría darse ese desplome, pero en el caso mexicano hay elementos particulares que hacen prever que la probabilidad de que la moneda regrese a un nivel de apreciación es más alta a que se desplome, agrega Coutiño.

En México existe el amortiguador de las reformas, los capitales de corto plazo que se van a salir van a tener cierta compensación de las inversiones directas que van allegar por las reformas, puntualiza.

El tipo de cambio es muy sensible a los cambios en la percepción de riesgo global, por la naturaleza que tiene el mercado mexicano, que ha ido ganando peso en cuanto a transacciones, a profundidad, y es utilizado de forma fácil por inversionistas extranjeros para hacer posiciones largas en dólares cuando están nerviosos por algún tema global, explica Mario Correa.

"Los factores internos de la economía mexicana no han cambiado, las perspectivas de mediano y de largo plazo han venido mejorando, y eso apuntaría a un peso más fuerte al que tenemos ahorita", destaca.

De darse algún evento en los mercados globales y si éste es percibido como temporal, sí habría momentos de volatilidad para el peso hacia niveles más altos, pero eventualmente los mercados regresarán a un modo más tranquilo y el tipo de cambio también regresará a niveles más bajos.

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