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La debilidad en consumo, sólo pasajera

La reactivación del gasto público mejorará las expectativas de los mexicanos sobre la economía; analistas dicen que la confianza del consumidor mejorará en la segunda mitad del año.
jue 04 julio 2013 06:01 AM
De cada 100 pesos de ingreso que tiene una familia, 55 los canaliza a gastos como educación, transporte, alimentos y mantenimiento de la casa. (Foto: Cuartoscuro)
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La regularización en el gasto del Gobierno federal durante el segundo semestre será un factor que anime a los mexicanos a reactivar su consumo y dejar atrás las débiles cifras que tuvo este indicador durante la primera mitad del año, consideraron economistas.

"La tendencia para el segundo semestre se perfila con una recuperación importante, pero va a depender de que se mantenga el ritmo de crecimiento esperado en Estados Unidos, que los mercados financieros internacionales no se pongan demasiado tensos y que empiece a regularizarse el tema del gasto público", detalló el economista en jefe de Scotiabank México, Mario Correa.

Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México (Banxico) dieron a conocer que los consumidores mexicanos son más pesimistas sobre el estado de la economía , ya que el índice que mide su confianza retrocedió 1.94% y tocó su menor nivel en nueve meses.

En México, el consumo privado llega a representar cerca del 70% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que si éste se desacelera habría una menor expansión, agregó el economista de Grupo Financiero Ve por Más, José Isaac Velasco.

Una familia mexicana canaliza más de la mitad de sus ingresos a gastos fijos, según el director del Departamento de Administración, Mercadotecnia y Negocios Internacionales  del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Juan Carlos Rivera, quien destacó que únicamente el comercio al detalle puede representar entre 10% y 12% y alcanzar el 20% en temporadas como la de fin de año.

De cada 100 pesos de ingreso, las familias destinan 55 a educación, transporte, alimentos y mantenimiento de la casa, por lo que "la lógica diría que los 45 pesos restantes pudieran ser para ahorro o diversiones".

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Cuando el gasto del Gobierno no es fuerte, la economía crece menos y se generan menos empleos. Además, las cadenas productivas no tienen tanto valor y las empresas generan inventarios que provocan que el dinero se mantenga estático en bancos y créditos hipotecarios. Ante este escenario, las personas prefieren no gastar.

En México, la confianza del consumidor está muy ligada al tipo de cambio y llega a ser un termómetro no necesariamente acertado, agregó Rivera.

En su opinión, una menor inflación implica precios que ya no suben, lo cual ayuda a generar consumo, por lo que estimó que una vez que termine la temporada vacacional se verá una derrama importante de gasto en cadenas productivas asociadas con el turismo, lo que puede ser el detonante del ajuste económico.

Sin riesgos

El académico del ITESM descartó que existan factores de riesgo que desalienten al consumidor mexicano y en caso de que exista uno es la mala información que genera de expectativas negativas. "No veo riesgo para consumo, ni que haya desempleo, recortes o que la gente tenga que cuidar su ingreso".

Por su parte, Eduardo González, analista de Banamex, puntualizó que las cifras de confianza del consumidor sugieren un crecimiento del consumo privado relativamente débil durante el segundo trimestre del año. No obstante, estimó que el gasto se acelerará en los próximos meses.

Este estará sustentado en una mejor perspectiva para la producción manufacturera de EU, así como el buen desempeño que mantienen algunos determinantes del consumo como el empleo formal (que ha crecido alrededor de 4% anual en enero-mayo) y el crédito creciendo a tasa real anual de dos dígitos durante el mismo periodo.

Mario Correa, de Scotiabank, añadió que el dato de confianza del consumidor probablemente refleje que la percepción  no es tan buena como en los meses pasados, pero no necesariamente esté anticipando la dirección que va a tener la economía.

Anticipó que en el segundo semestre, la economía estaría creciendo a tasas de 4%, para alcanzar el 3% en todo el año, y que pasando las elecciones de este 7 de julio se regularizará el gasto público, con lo cual muchos de los proyectos que quizás están detenidos empiecen a concretarse.

Isaac Velasco, de Ve por Más, agregó que la confianza se ha deteriorado principalmente en el renglón de bienes durables y se debe, en parte, al crédito al consumo que ha comenzado a desacelerarse desde las tasas de crecimiento del año pasado superiores a 20% y en mayo creció 15.6%.

Consideró que la caída en remesas también ha sido un factor importante que le ha pegado a cierto sector de la población.

"Creemos que la depreciación del peso y el menor crecimiento económico del primer trimestre afectaron las expectativas para los siguientes meses de los encuestados, pero las expectativas de una recuperación en la economía en la segunda mitad del año ayudarán a que se recupere la confianza", recalcó.

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