NY quiere regular al bitcóin
El máximo regulador financiero del estado de Nueva York ha detallado sus planes para regular los bitcoines este año.
El superintendente de servicios financieros de Nueva York, Benjamin Lawsky, dijo que expedirá licencias “BitLicenses” a las empresas que negocian bitcoines. Esta medida marcaría el paso más significativo dado hasta el momento en Estados Unidos para regular la moneda digital.
“Nuestro objetivo es proporcionar las barreras apropiadas para proteger a los consumidores y erradicar el lavado de dinero, sin reprimir la innovación beneficiosa”, comentó Lawsky en el marco de una conferencia sobre divisas pronunciada en Washington el martes.
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Lawsky apuntó que las plataformas o bolsas de intercambio de bitcóin deberían advertir a sus clientes que las transacciones virtuales son irreversibles, los precios de la divisa son volátiles y deben guardar cuidadosamente las llaves de sus monederos digitales.
“Hemos encontrado en otras áreas del mundo financiero que la divulgación fuerte, clara y concisa es esencial para ganar la confianza de los consumidores a largo plazo”, dijo el superintendente. “Y la moneda virtual no es una excepción".
El estado de Nueva York también podría imponer normas a los negocios que ofrezcan servicios monetarios vinculados al bitcóin, similares a las que rigen los bancos, si bien no está claro cómo funcionaría esa normativa. La oficina de Lawsky no proporcionó detalles adicionales.
¿Represión a la libertad?
Los centros de intercambio de bitcóin también podrían estar obligados a adoptar requisitos de debida diligencia como el de “conoce a tu cliente” (know-your-customer) que exige a las instituciones financieras observar el comportamiento del cliente y reportar cualquier actividad sospechosa a las autoridades. Y Lawsky está considerando regular incluso a quienes utilizan sus computadoras para “extraer” y crear bitcoines.
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El mayor obstáculo para los reguladores es que el bitcóin fue hecho para no ser regulado. A diferencia del sistema centralizado del dólar estadounidense, donde el Gobierno tiene un control monopólico sobre la producción del dinero y otorga licencias a bancos autorizados, el universo bitcóin tiene un carácter descentralizado. Las monedas son producidas o “acuñadas” por personas aleatorias en todo el mundo. Y son transferidas a través de monederos digitales anónimos.
Lawsky admite que la naturaleza única del bitcóin plantea a los funcionarios del Gobierno más preguntas que respuestas. “Creo que eso es saludable, en especial si estamos siendo fieles a nuestro objetivo declarado de proceder sin ningún tipo de prejuicios”, dijo.
Las sugerencias de los reguladores estatales se producen al cabo de cinco meses de investigaciones que se iniciaron en agosto. El Departamento de Servicios Financieros se ha reunido con académicos, expertos en la criptomoneda e instancias encargadas del cumplimiento de la ley. También celebró dos audiencias públicas el mes pasado en la ciudad de Nueva York, que atrajeron la atención de 14,000 personas que siguieron en línea las comparecencias desde 117 países.
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La pregunta ahora es cuántas plataformas de intercambio de bitcoines estarían sujetas a las regulaciones de Lawsky. Las dos principales bolsas de bitcóin en la ciudad de Nueva York que pudieran ser reguladas no están operativas al presente. Bitfloor cerró después de sufrir un ataque el año pasado. En tanto que el sitio web de BitInstant permanece desactivado desde que su CEO fue arrestado el mes pasado por presunto lavado de dinero.
Con todo, Lawsky cree que la regulación podría mejorar la credibilidad de la aún incipiente e inestable moneda.
“Si conseguimos hacerlo bien, tal vez podamos convertir a Nueva York y Estados Unidos en un imán para las plataformas de intercambio legítimas y acreditadas y para otras compañías vinculadas a la moneda virtual”, expuso.