Grecia hará contrapropuestas a acreedores
El Gobierno griego está listo para presentar contrapropuestas para acortar las diferencias con sus acreedores y llegar a un acuerdo sobre el financiamiento del país , y reiniciará el sábado las negociaciones en Bruselas.
Varios representantes del primer ministro griego Alexis Tsipras se reunirán este sábado en Bruselas con representantes de los acreedores de Grecia, según un comunicado del Gobierno griego, quien considera que ambas partes "están más cerca que nunca de un acuerdo".
Los comentarios del Gobierno llegaron después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) retiró este jueves a su equipo de expertos de las conversaciones en Bruselas, debido al fracaso en finalizar con un estancamiento en las conversaciones para obtener efectivo a cambio de reformas.
La zona euro también comenzó a analizar la posibilidad de un impago de la deuda, hasta ahora tema tabú, si las negociaciones entre Atenas y sus acreedores no llegan a un acuerdo, lo que le impediría a Atenas saldar una deuda con el FMI este mes.
"Tenemos que evaluar todas las posibilidades, pero espero que las autoridades griegas medirán la importancia de la situación", declaró a la AFP Rimantas Sadzius, el ministro de Finanzas lituano, confirmando que se estudia la hipótesis de un default.
"Un 'default' (griego) está en estudio", pero no es lo mismo que un "Grexit", término con el que se alude a una salida de Grecia de la zona euro, indicó una segunda fuente.
"Es para prepararse al peor de los desenlaces. Los Estados miembros querían tener una idea" llegado el caso, confirmó otra fuente conocedora de las discusiones.
Esta eventualidad, inédita en la zona euro, fue estudiada el jueves y viernes en Brastislava en una reunión preparatoria del Eurogrupo de la semana próxima en Luxemburgo.
El 30 de junio Grecia debe saldar al FMI 1,600 millones de euros y subsisten dudas sobre su capacidad financiera para hacer frente a este vencimiento sin la inyección de de 7,200 millones de euros que los acreedores retienen desde hace meses ante la resistencia del Gobierno de Atenas a llevar a cabo las reformas que le exigen desde hace cuatro meses.
Entre los puntos duros de la negociación figuran la reforma de las jubilaciones, el aumento al 23% del IVA a la electricidad y el nivel del excedente primario.
Pero Atenas quiere garantizarse un financiamiento más allá del 30 de junio, en particular un acceso a los fondos no utilizados, como el destinado a los bancos (10,900 millones de euros).
Las autoridades griegas también quieren un compromiso de los acreedores para hablar de la reestructuración de la deuda, que se situará en torno al 180% este año.
En lo inmediato, los acreedores se concentran únicamente en el desembolso del tramo de ayuda retenido y en las condiciones para desbloquearlo. "Los prerrequisitos técnicos" de un acuerdo ya están listos, según Valdis Domborvskis, vicepresidente de la Comisión Europea que constató "muchos avances" en las negociaciones de los últimos días.
Para los acreedores la pelota está del lado de Atenas, que debe aceptar nuevas concesiones aunque sean difíciles de instaurar en un país golpeado por el desempleo y las políticas de austeridad. Pero en Atenas se espera que el "gesto decisivo" venga de sus prestamistas.
