La economía de Rusia, en caída libre por sanciones
Las sanciones impuestas a Rusia por su apoyo a los separatistas en Ucrania podrían contraer la economía hasta en 9%.
Esa es la opinión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que publicó esta semana su informe periódico sobre Rusia.
El desplome de los precios del petróleo y las sanciones occidentales sobre grandes bancos y empresas de energía empujaron al país a una crisis financiera a finales de 2014. El rublo se derrumbó y la inflación se disparó.
Rusia elevó las tasas de interés en respuesta, vendió dólares y euros para defender su moneda, inyectó dinero en los bancos y recortó el gasto público.
La situación se ha estabilizado este año, pero la economía ya se encuentra en una profunda recesión.
El FMI prevé que el PIB de Rusia se contraiga 3.4% en 2015, pues la caída de los salarios reales, el mayor costo de los préstamos y la destrozada confianza están afectando la demanda interna. Además, las sanciones occidentales y la represalia implementada por Rusia de prohibir las importaciones de alimentos y productos agrícolas, podrían ser responsables de casi la mitad de ese declive.
Pero a más largo plazo, el impacto podría ser aún más significativo, en la medida en que la falta de acceso a la financiación y la tecnología extranjeras perjudique la inversión y le reste aún más eficiencia a la economía rusa.
"Las sanciones prolongadas podrían conducir en el mediano plazo a una pérdida acumulada de hasta 9% del PIB", dijo el FMI.
Los rusos están sintiendo los efectos. El desempleo ha comenzado a subir desde niveles muy bajos, y millones más han caído en la pobreza .
En el 2016 podría comenzar a crecer aunque muy anémicamente, según el FMI, pero Rusia tendrá que emplearse a fondo en las reformas si quiere evitar el casi estancamiento.
