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Silanes, una empresa “buena onda”

Su programa de responsabilidad social mejoró el ambiente de trabajo y elevó la productividad; el proyecto iniciado en 2006 ha beneficiado a 450 empleados y a más de 1,000 familiares.
vie 07 diciembre 2007 06:00 AM
El ejercicio forma parte fundamental de este programa. (Cort

Empleados que se ejercitan en los pasillos durante su jornada laboral, que plantan árboles dentro de la empresa y que además reciben asesoría sobre sus finanzas personales son algunos de los factores que permitieron que Laboratorios Silanes obtuviera el reconocimiento a las Mejores Prácticas de Responsabilidad Social Empresarial, otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía.

“La Buena Onda Silanes” es un programa dedicado a mejorar la calidad de vida de los empleados de esta farmacéutica mexicana en el que a través de los cuatro ejes: Salud Preventiva, Economía Familiar, Ecología y Valores, el ambiente laboral y la vida familiar de los asalariados ha mejorado de manera notable.

“El presidente ejecutivo, Antonio López de Silanes tuvo la idea de generar un cambio en las actitudes para mejorar el ambiente empresarial”, señala en entrevista Carlos Pérez, director de Recursos Humanos de la compañía.

Fue así como esta iniciativa, que formalmente arrancó el 14 de febrero de 2006 ha beneficiado a más de 450 empleados y se ha extendido a 1,000 familiares.

“El Grupo motor fue el encargado de darle forma a este proyecto y establecer las estrategias para la ‘buena onda’ que definimos como el espíritu de participación interna y cambio”, apuntó María Eugenia López de Silanes, directora de Comunicación.

Una vez que este grupo definió el programa la ayuda se hizo necesaria, por lo que a través del Grupo Creativo y Soñador, formado por empleados propositivos, las ideas para acercar esta “buena onda” comenzaron a fluir.

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Contagiando la “buena onda”

Para integrar a los trabajadores a los ejes delimitados, Silanes comenzó a trabajar en ellos y designó estrategias para cada uno.

La Salud Preventiva comenzó con una nutrición balanceada, por lo que los alimentos del comedor sufrieron un cambio radical: el azúcar fue eliminada y las ensaladas se integraron al menú.

Otra de las estrategias fue la Ruta de la Salud, donde en sus ratos libres los empleados pueden recorrerla y hacer ejercicio en los 800 m que comprende este circuito sin salir del trabajo y descuidarlo.

“La idea es que estas acciones no se queden en la empresa sino se transmitan primero a la familia y después a los amigos y vecinos, lo cual ya comenzó a suceder”, agregó Pérez.

Dentro de la Economía Familiar los trabajadores también han encontrado beneficios.

Los conceptos básicos del ahorro y la alcancía fueron retomados para generar este hábito.

Además se les dan conferencias en donde se les habla del uso de las tarjetas, de compras inteligentes y consumo responsable.

Una parte importante en este tema ha sido la empresa FinComún, que fomenta el ahorro desde pequeñas cantidades.

Eso y orientarlos sobre cuándo se debe llenar el tanque de gasolina, cómo viajar y establecer presupuestos han redundado en finazas más sanas.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas.

“La aceptación se dio poco a poco. La primera reacción fue la incredulidad, pensaban que se quería algo a cambio”, señaló el directivo de la empresa.

Poco a poco se fue generando una respuesta que aunque no es total todavía, sí ha sumado varios adeptos.

Los beneficios

“La buena onda Silanes” estableció una relación ganar-ganar entre la empresa y los empleados.

A consecuencia de esta iniciativa Silanes ha mejorado notablemente en cuanto a su creatividad y productividad interna.

“No tenemos beneficios fiscales pero se ha invertido en el bienestar de nuestros colaboradores y también la empresa ha ganado”, señaló Carlos Pérez.

Entre los principales beneficios está la reducción en la rotación de personal, lo que ha permitido que la empresa ahorre dinero y tiempo en la capacitación y reposición del conocimiento.

Además registraron ahorros en la cuenta de luz y en el material de oficina gracias al reciclaje y al fomento de prácticas ecológicas.

Parte importante de estas ganancias han sido la mejora del ambiente laboral, el incremento de la productividad, la respuesta e integración por parte los empleados y la disminución de enfermedades.

Estos resultados fueron determinantes para que otras empresas se acercaran a preguntar por este programa para replicarlo.

“Es un programa que queremos que llegue a más grupos. Eso es lo que se busca pues en la medida en que un empleado es feliz, se nota en su desempeño laboral, familiar y personal”, finalizó Pérez.

si estos pequeños cambios que logran hacer la diferencia provocan más beneficios que dificultades, ¿por qué no sumarse a la buena onda?

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