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El espacio ideal para hacer casi todo

Prestan herramienta para madera, metales, textiles y plástico, a cambio de una menusalidad; los visitantes de TechShop, en San Francisco, aprovechan la maquinaria en 1,580 metros cuadrados.
lun 28 marzo 2011 11:41 AM
El director ejecutivo Mark Hatch dijo que uno de los eventos más populares en una tardeada llamada “Láser y cerveza”. (Foto: AP)
tecshop laboratorio ingenieria (Foto: AP)

Un novedoso local para aspirantes a inventores mezcla la sensibilidad creativa con las raíces industriales de la región para dar a los "cerebritos" la oportunidad de apartarse del teclado.

Basándose en el modelo de negocios de los gimnasios, TechShop atrae a miembros que pagan unos 100 dólares al mes por usar equipo industrial para dar vida a lo que sea que hayan inventado.

"Todo mundo tiene ideas para cosas que quieren hacer", dijo el fundador de TechShop Jim Newton, quien quiere abrir más TechShops en otras ciudades.

El lugar está en el vecindario de South of Market, en San Francisco. El taller de 1,580 metros cuadrados (17,000 pies cuadrados) se aloja en medio de lo que alguna vez fue un centro industrial donde las herrerías forjaron equipo para la fiebre del oro y después barcos en tiempos de guerra.

Ocupa dos pisos de un edificio que podría haberse convertido en complejo habitacional. Tiene talleres para trabajar madera, metal, plástico y textiles, además de un laboratorio de electrónica y estaciones de diseño por computadora.

La máquina más grande de todas podría ser un enorme aparato que dispara un delgado chorro de agua mezclada con gemas de calidad industrial a 2,900 kilómetros por hora para cortar láminas gruesas de acero inoxidable. Arriba, una impresora tridimensional moldea objetos de plástico con base en archivos digitales.

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Quizá la herramienta más popular sea la cortadora láser, una caja metálica con valor de 30.000 dólares suficientemente delicada para hacer grabados en papel, pero con bastante potencia para cortar cuero.

El director ejecutivo Mark Hatch dijo que uno de los eventos más populares en una tardeada llamada "Láser y cerveza".

"La secuencia es muy importante", bromea Hatch. Primero el láser, el cual usan para imprimir diseños en tazas, y luego la cerveza.

Una aficionada del corte con láser es Marie LaCour, quien fundó su negocio de invitaciones para fiestas infantiles, Goobitty Goo, después de que la despidieron de su empleo como diseñadora gráfica.

"Cuando perdí mi empleo, pensé que debería salir adelante y hacer esto tiempo completo", dijo LaCour.

Tratando de dilucidar cómo empezar sin comprar las costosas herramientas por sí misma, encontró con TechShop al buscar en Google. Un año después, dijo, "esta se ha vuelto mi oficina".

Los miembros deben tomar clases que incluyen reglas de seguridad antes de que puedan usar ciertos equipos. Aun así, los menos diestros mecánicamente no necesitan ensuciarse las manos: el software casi ha tomado el control absoluto de algunas de las máquinas más complejas.

Hatch cree que darle a más personas acceso a más herramientas puede transformar las sociedades y la economía. Por ello cita la observación de Karl Marx acerca de que la Revolución Industrial arrebató las herramientas a los artesanos y se las dio a los industriales. Para Hatch, TechShop es una manera de devolver esas herramientas para provocar lo que espera sea un auge empresarial.

Newton abrió el primer TechShop en Menlo Park en 2006. Desde entonces ha crecido hasta tener casi 900 miembros. El local de San Francisco abrió en diciembre y tiene casi 500 miembros.

En el transcurso del siguiente año, la meta es vender franquicias en todo el país y lanzar un proyecto conjunto con Ford Motor en Detroit.

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