Agua de lluvia, apuesta innovadora
Clara Gaytán vive en la colonia Cultura Maya, una urbanización informal sobre la ladera del Ajusco en la delegación Tlalpan, Distrito Federal. Originaria de Oaxaca, llegó a la Ciudad de México hace treinta años a una casa que, aunque estaba conectada a la red de agua, tenía un servicio insuficiente e inconstante.
En 2009, Clara se convirtió en la primera beneficiaria de Isla Urbana, una empresa social que busca atacar el problema de abastecimiento de agua en México, a través de la instalación de un sistema de captación de lluvia que funcione en paralelo a la red de agua existente, relata su fundador, Enrique Lomnitz, licenciado en diseño industrial por la Escuela de Diseño de Rhode Island, en Estados Unidos.
Enrique Lomnitz fue elegido entre los innovadores menores de 35 años con más talento del mundo, por la publicación MIT Technology Review, una de las máximas distinciones a la innovación en el mundo. Actualmente Isla Urbana conjunta a seis socios y otras seis personas trabajan de tiempo completo, incluyendo instaladores.
La propuesta se basa en una tecnología de fácil instalación, el Tlaloque, diseñado para adaptarse a la estructura existente en las casas mexicanas y recoger el agua de lluvia, filtrando las primeras aguas que son las más contaminadas.
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"Todo empezó como la tesis de licenciatura y, como en cualquier proyecto, tuvimos que investigar mucho sobre las necesidades de las personas. Fue así como conocimos a Clara que en ese entonces recibía agua sólo cuatro horas a la semana", recuerda el empresario de 30 años.
El proyecto nació en el 2009 como una asociación civil con fines filantrópicos a través de la cual se buscaban los apoyos para poder financiar la instalación de estos sistemas en zonas marginadas; sin embargo, para incrementar el alcance, ese mismo año se creó el brazo comercial de Isla Urbana.
"Actualmente Isla Urbana tiene las dos plataformas: la Asociación nos permite buscar fondos o donaciones que nos permitan trabajar en zonas de bajos recursos y la empresa nos permite desarrollar tecnología e instalar sistemas de captación a personas de mayores recursos (viviendas, empresas, instrucciones públicas)", detalló.
En México, cada vez son más frecuentes los modelos de negocio híbridos que combinan una división comercial y una totalmente filantrópica y eso no significa sacrificar rentabilidad, afirmó Rodrigo Villar, director general de New Ventures México, una aceleradora de negocios del país.
"Es cierto que la filantropía tiene límites y esos límites están definidos por cuánto dinero puedan poner fundaciones o el gobierno, pero muchas de las veces, ese dinero es insuficiente, por eso nosotros creemos que encontrar una forma rentable para solucionar problemas, es la mejor forma de potenciar el alcance", dijo.
En cuatro años se han instalado alrededor de 1,300 sistemas, principalmente en las delegaciones Tlalpan, Xochimilco y Magdalena Contreras del Distrito Federal. Se calculan 10,000 personas beneficiadas y 65 millones de litros de agua captados al año. Actualmente, 80% de sus instalaciones se encuentran en zonas marginadas y el resto en zonas urbanizadas de mayores recursos.
En el DF las delegaciones con mayor desabasto de agua son Iztapalapa, donde habitan más de 1.8 millones de personas, y Tlalpan, con más de 650,000, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
El costo de la instalación depende de la cantidad y tipos de materiales utilizados; en zonas populares puede ser de entre 6,500 y 7,000 pesos, mientras las instalaciones en escuelas o empresas puede ser mayor.
En caso de estar interesado en instalar uno de estos sistemas, puede comunicarse con ellos a través de www.islaurbana.mx
