Shell apuesta por lubricantes producidos con gas natural
Shell poco a poco deja de lado la producción de lubricantes con base en aceites sintéticos derivados del petróleo crudo, por los aceites creados a partir del gas natural, y ahora los trae a México para la industria y equipo de transporte.
“Los nuevos lubricantes llegarán entre junio y julio para el autotransporte a través de la marca Rimula y a finales de año para maquinaría de otros sectores industriales”, dijo José Hernández, director de Marketing para Latinoamérica de Shell.
El nuevo aceite ayuda a una menor fricción del motor, lo que reduce 3% en promedio el consumo de combustible, afirmó el directivo.
“Mientras que algunos aceites de motor pueden llegar a perder 20% de su volumen debido a la evaporación, este lubricante pierde menos del 10% de su volumen por este motivo, reduciendo el consumo de aceite”, agregó Wei Song, gerente de Tecnología de Aditivos de Shell a nivel mundial.
Esta tecnología a la que en Shell llama Pure Plus, les ha llevado 40 años de desarrollo y 18,000 millones de dólares, y ahora producen 25,000 barriles al día en la planta que tienen en Qatar, de donde se envía a buena parte del mundo.
México es uno de esos países, y desde hace 18 meses llegaron las primeras muestras de lubricantes producidos con base a gas natural a través de la marca Pennzoil, que se vende principalmente en el mercado automotriz de repuesto.
“Nos ha ido bien en México con la marca Pennzoil, pues aún y cuando es un producto considerado Premium, tiene un precio muy similar al de cualquier otro aceite sintético”, dijo el directivo.
Hasta ahora, el mercado mundial de lubricantes ha sido dominado por el segmento de aceite mineral en términos de productos, con una participación del 80%, indicó el reporte sobre el sector que realizó la firma de consultoría financiera Freedonia, que tiene su base en Cleveland. “El segmento de lubricantes de base biológica se espera sea el de mayor crecimiento en el mercado mundial de lubricantes en los próximos años”, indicó el reporte.
La demanda mundial de lubricantes alcanzó 41.7 millones de toneladas métricas en 2015 y se estima crecerá a una tasa compuesta anual de 1.7% al 2020.
¿Qué pasa en México?
“El mercado mexicano demanda unos 800 millones de litros de lubricante al año, de esos, 250 millones son para el segmento del consumidor y el resto lo consume la industria y por éste último mercado es por el que vamos”, dijo Ignacio Valencia, director del segmento de lubricantes de Grupo Pochteca, una de los tres distribuidores de Shell en México.
Pochteca tiene 3% del mercado total de lubricantes y factura poco más de 6,000 millones de pesos anuales, para finales de 2019 espera alcanzar 5%, mucho con base en el posicionamiento de la nueva tecnología a gas natural, pues serán los encargados de distribuir los nuevos productos en el país.
Para Ignacio Valencia, el mercado nacional crece 7% en promedio anual, principalmente por la demanda del sector automotriz, aunque la mezcla de participación se reparte por la mitad en el consumo por la demanda de sectores industriales como el minero, manufacturero y energético, principalmente.
“México es el segundo mercado en Latinoamérica para Shell detrás de Brasil y tiene mucho potencial de crecimiento”, puntualizó Hernández.
Ese optimismo radica en que la marca Shell ya ha pronunciado su interés en participar en la apertura de gasolineras que ofrece la recién implementada Reforma Energética, aunque por ahora, se reserva la información sobre su incursión para explotar la enorme veta que tiene el país en gas natural: “No hay información para compartir al momento sobre ese aspecto”, dijo Hernández.
