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Reciclar 'is the new black'

Empresas de moda ya comienzan a reciclar ropa para disminuir su impacto ambiental, aunque la tecnología aún no permite hacerlo a la velocidad que producen.
lun 16 enero 2017 01:38 PM
Larga vida a la ropa.
Larga vida a la ropa. De 2013 a 2015, H&M ha recolectado alrededor de 23,000 toneladas de prendas de vestir para reciclaje. (Foto: Foto: H&M)

Edgar López limpia cada año su ropero y normalmente se deshace de al menos una decena de pantalones y camisas que ya no le quedan, ya no le gustan o ya están maltratadas. “Mucha de la ropa que compro se echa a perder en las primeras lavadas”, dice. “Eso me obliga a seguir comprando ropa”.

¿Qué hacer con ella: tirarla, donarla, venderla? Edgar optó esta vez por llevar algunas de sus prendas a una tienda de H&M y, a cambio, obtuvo un cupón de descuento de 15% por cada prenda, que usó para comprarse un par de pantalones y una camisa nueva.

El éxito del modelo de negocio fast fashion, que se basa en la venta de ropa a precios accesibles pero con un tiempo de vida más corto, ha hecho que el ciclo de desecho de las prendas se acelere.

“El fast fashion ha acelerado el consumo y el desecho de ropa, por lo que también intensifica el uso de los recursos naturales (como agua o algodón)”, dice Azucena Pérez, jefa de academia de Administración y Mercadotecnia de la Universidad Panamericana.

En Estados Unidos, se tiran alrededor de 15 millones de toneladas de ropa al año, según la Agencia de Protección Ambiental de ese país. Eso equivale a 47 kilos de ropa por habitante.

Algunas empresas de fast fashion comienzan a reciclar ropa para disminuir su impacto ambiental, pero la tecnología actual no les permite reciclar al mismo ritmo con el que producen ni en el mismo volumen. En 2013, H&M empezó a trabajar con I:CO, una compañía europea que nació en 2009 para ofrecer a empresas como H&M y Levi’s, entre otras, el servicio de reciclaje de ropa.

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Mega plantas

Una de las plantas de I:CO está ubicada en Wolfen, un pequeño poblado localizado a dos horas de Berlín, Alemania. El ruido al interior de la planta es ensordecedor. Se parece al sonido de una máquina tortilladora enorme. La planta usa un mecanismo de rieles metálicos que recorre el techo para llevar bolsas gigantes de ropa de un lado a otro para después depositarla en contenedores para su posterior clasificación.

En una superficie de 80,000 metros cuadrados, que equivale a poner 10 Sam’s Club juntos, la planta emplea a 700 personas, hombres y mujeres, quienes, cada día, catalogan alrededor de 400 toneladas de ropa por tela, desgaste y otros criterios.

C&A, Levi’s, Puma, American Eagle, Forever 21, entre otras, también son clientes de I:CO, pero H&M es la única que implementó la recolección de prendas en todas sus tiendas a nivel global, incluido México, sin importar la marca. Así, H&M recolectó 3,000 millones de toneladas de ropa en 2013, 7,600 millones de toneladas en 2014 y 12,300 en 2015.

Sin embargo, el impacto de la iniciativa es bajo. Todavía muy poco se convierte en ropa otra vez. Del 100% de los materiales que usa H&M, menos de 1% son materiales reciclados, reconoce Olle Blidholm, director de Sustentabilidad Ambiental de H&M a nivel mundial.

Pero si se consideran otras materias primas sustentables usadas por H&M, como algodón orgánico, los materiales sustentables ya representan 20% de todo lo que usa, aclara.

Las empresas de ropa no pueden aumentar el uso de material reciclado porque necesitan más volumen de recolección y mejores métodos de reciclaje que eviten el desgaste de las fibras. Hoy, el porcentaje más alto de algodón reciclado mecánicamente que H&M puede utilizar en una prenda sin comprometer su calidad es de 20%.

“Lograr un mayor volumen sería clave para que el uso de las fibras recicladas sean negocio”, dice Andrea Trujillo, coautora del libro Mercadotecnia verde. “La tecnología, las empresas y los consumidores tienen que alinearse”, añade.

“Es muy emocionante (declararse una empresa sustentable) y, al mismo tiempo, nos asusta porque no hay buenos métodos de reciclaje”, reconoce Olle Blidholm. “Pero seguiremos trabajando para lograrlo”.

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