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Las tres ‘heridas’ abiertas de Pemex

La aplicación del plan contra el robo de combustible que sufre la petrolera agudiza los problemas de almacenamiento y transporte que arrastra la firma desde hace décadas.
mié 09 enero 2019 10:52 AM

El plan del nuevo gobierno para detener el continuo robo de combustible que sufre Pemex ha expuesto los problemas que arrastra la petrolera desde hace años como consecuencia de este delito, y que cuestan dinero tanto al erario público como a los consumidores.

Sin embargo, el cierre parcial de los ductos que conectan la refinería de Salamanca, Guanajuato, con las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR) que alimentan al centro del país ha causado falta de suministro de gasolinas para las estaciones de servicio.

La estrategia ha puesto en evidencia las carencias que la compañía arrastra desde hace décadas.

Lee: Pemex rechaza desabasto de gasolina en la CDMX y pide evitar compras de pánico

Ductos vs pipas

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La gran mayoría de los combustibles viajan a través de los ductos, debido a que es el medio más barato para transportar el producto, explica Raymundo Sánchez, socio de la consultora AT Kearney. “Al decidir cerrar varios ductos, como el de Salamanca, le pega muy fuerte a la distribución, y pretender sustituirlo con pipas es muy difícil”, añade.

Utilizar pipas (auto tanques) para transportar los combustibles es 14 veces más caro comparado con llevarlos por ductos, y es un costo que deberá absorber Pemex. “Si suponemos que el número es correcto, de 14 veces más caro, y el costo de logística representa el 10% del costo por cada litro, ya salió más caro el caldo que las albóndigas”, apunta Sánchez.

Detección sin dientes

Pemex cuenta con un sistema de vigilancia a distancia de los ductos conocido como SCADA, que permite detectar cambios de presión para alertar de la existencia de fugas, como las que se dan con la ordeña.

La petrolera ha invertido millones en la instalación y ampliación de estos detectores para mejorar la vigilancia en su infraestructura, pero no ha servido para frenar a los delincuentes, debido a que, incluso si los detectan en pleno hurto, las detenciones deben realizarlas elementos de las fuerzas armadas o la policía, explica Raymundo Sánchez.

La detección de tomas clandestinas se ha disparado en los últimos 10 años, y alcanzó el récord histórico a finales de 2018.

Sin reservas para emergencias

La estrategia contra los 'huachicoleros' también está dejando al descubierto la grave falta de infraestructura de almacenamiento de combustibles.

El país cuenta con capacidad de solo dos a tres días de suministro de gasolinas y otros petrolíferos a nivel nacional, en promedio. Esto quiere decir que el abasto de estos energéticos sólo permite contar con menos de 72 horas antes de que se agoten las reservas de gasolinas y diésel.

Lee: Sheinbaum dice que no tiene reportes de falta de gasolina en la CDMX

Parte de las filas que ahora se ven en varias gasolineras del país se deben a que se comenzaron a agotar las reservas de combustible en las terminales cercanas a esos puntos, por lo que hay que esperar a que llegue más producto, ya sea de las refinerías o de importación. Casi el 70% del combustible que se consume en México proviene del extranjero.

El corte al suministro se dio además justo en uno de los dos picos de consumo de gasolinas en el año, durante las fiestas navideñas —el otro es en Semana Santa— lo que agrava la precariedad del escaso almacenamiento, dice Sánchez.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha otorgado permisos para que empresas privadas puedan construir infraestructura de almacenamiento y transporte, lo que permitirá la expansión de la capacidad con la que ahora cuenta Pemex, que apenas ha construido ductos o terminales en los últimos 20 años. Pero la gran mayoría de los proyectos aún se encuentran en fase de evaluación o construcción.

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