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La carga portuaria tendrá su peor año desde la crisis de 2009

El sector energético y el automotriz son los que más contribuirán a la caída que, sin embargo, no pondrá en riesgo las inversiones, según la Dirección General de Puertos.
jue 25 junio 2020 01:14 PM
Carga portuaria
Por tipo de carga, la industria automotriz tendrá la mayor caída en la mercancía transportada vía portuaria, con un flujo de 500,000 vehículos menos que representarán una contracción de 23.3% respecto a las unidades transportadas en 2019.

La crisis que enfrentan industrias como la energética y la automotriz afectará al movimiento de carga en el país con su caída más pronunciada en más de una década, que se traducirá en una reducción de 10.9% en la mercancía transportada, al pasar de 303 toneladas en 2019 a aproximadamente 270 toneladas, según estimaciones de la Dirección General de Puertos y Marina Mercante.

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Fernando Bustamante, director general de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), afirma que esto llevará a una caída de 8.6% en el número de contenedores transportados, que pasaría de 7.1 millones de TEUs a 6.5 millones, su primera caída desde la crisis financiera de 2009.

Por tipo de carga, la industria automotriz tendrá la mayor caída en la mercancía transportada vía portuaria, con un flujo de 500,000 vehículos menos, una contracción de 23.3% respecto a las unidades transportadas en 2019. De manera similar, se espera que el movimiento de productos del sector petrolero y derivados disminuya en 13.8%, mientras que los productos del sector agrícola mantendrían un alza, de 8.8%, la más alta desde 2016.

“En productos a granel agrícola se mantiene el crecimiento porque son los alimentos, eso no deja de demandarse, pero la carga mineral y de petróleo baja por la caída de los precios del combustible, y sobre todo de la demanda. Tenemos muchos buques fondeados fuera de puerto esperando entregarle a Pemex y a los importadores de combustible sus cargas por la falta de capacidad de almacenamiento en tierra”, explica en entrevista.

“Las caídas que se han tenido no sólo han sido producto de la pandemia, sino de la crisis económica global”, agrega Pedro Canabal, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana y socio de la firma internacional Baker Tilly, quien hace énfasis en que debido a la importancia del transporte portuario en los flujos comerciales, las empresas han tenido que adaptarse rápidamente.

“El 80% del comercio mundial se mueve a través del mar, es un problema global (…) Las cadenas de suministro se tuvieron que reinventar, lo que empujó a que los puertos, las aduanas y las administraciones portuarias tuvieran una necesidad repentina de transitar hacia medios remotos y electrónicos. Este tipo de crisis siempre empuja a un crecimiento tecnológico acelerado”, agrega.

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Las inversiones siguen en pie

En el transcurso del año, la Dirección de Puertos tiene identificada una inversión de 34,287 millones de pesos (mdp) en proyectos que se encuentran en proceso de obtención de título de concesión o contrato de cesión parcial de derechos, un monto que no se ha modificado hasta el momento.

“La inversión portuaria no se ha modificado, en gran medida porque los proyectos son compromisos privados de cesionarios, y la operación portuaria se ha mantenido. Además, la construcción dentro de los puertos ha continuado por considerarse una actividad esencial”, explica Bustamante.

De este monto, 18,920 mdp se destinarán para la construcción de nuevas terminales de petrolíferos, fluidos, graneles y cruceros, mientras que los proyectos relacionados con la modernización y actualización de infraestructura para manejo de cargas suman 13,927 mdp, en puertos como Lázaro Cárdenas y proyectos de empresas como IEnovay Caxxor Group.

Los especialistas coinciden en que la iniciativa privada tiene pocas razones para cancelar inversiones, debido a la previsión de un paulatino repunte en los flujos comerciales que, además, se daría de la mano de la entrada en vigor del T-MEC, que tentativamente potenciará el flujo de insumos para industrias como la automotriz.

“No veo estas modificaciones, México no se puede dar ese lujo y no lo veo algo como de riesgo, pero si fuera el caso, tiene que potencializarse la infraestructura actual”, afirma Canabal.

Aun si las inversiones se aplazaran, la capacidad portuaria tiene un margen de al menos un par de años para darse abasto con los flujos de mercancías vía marítima, agrega Carlos Quijano Gómez, director de la carrera de Negocios Internacionales del Tec de Monterrey en la Ciudad de México.

“Si hubiera inversiones que viéramos hasta 2022, en materia de comercio exterior México tiene para soportar. La infraestructura permite ver hacia dos años sin tener mayores riesgos o impacto, porque el volumen de mercancías será menor”, explica.

“El objetivo es impulsar proyectos privados de una forma importante para que sean colaboradores de la recuperacion económica”, concluye Bustamante.

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