Publicidad
Publicidad

Guadalajara inicia los festejos por su fundación con un carnaval brasileño

Tres de los máximos exponentes de la música brasileña ofrecieron un concierto de casi cinco horas en la capital de Jalisco
vie 11 febrero 2011 04:45 PM
carnaval festival jalisco
concierto carnaval en guadalajra carnaval festival jalisco

La fiesta y la complicidad estuvieron arriba y abajo del escenario que compartieron la noche del jueves en Guadalajara, tres de los máximos exponentes de la música brasileña: Caetano Veloso, Gilberto Gil y Carlinhos Brown

Alrededor de 5,000 personas, según las corporaciones de auxilio, se dieron cita en la céntrica plaza de La Liberación, en la capital del occidental Estado de Jalisco, para cantar, bailar y gozar del concierto gratuito con el que iniciaron los festejos por los 469 años de fundación de la ciudad.

El concierto transitó cadenciosamente de lo abrazadores sonidos del bossanova, pasando por los ritmos bailables del folk carioca hasta culminar en un carnaval que levantó a jóvenes y ancianos de sus asientos.

El marco estaba puesto, una plaza custodiada por edificios históricos tenuemente iluminados, y tres músicos que solos o en conjunto mantuvieron el entusiasmo del auditorio, pese a los intermedios para el cambio de escenarios.

Acompañado sólo con su guitarra, Veloso abrió la velada con un repertorio que incluyó tres canciones mexicanas, entre ellas Cucurrucú Paloma, una de las más coreadas por el público y con la que cedió el escenario a Gilberto Gil.

Los acordes de ritmo suave de Gil provocaron los primeros movimientos corporales de los asistentes, que poco a poco se animaban a hacer de la plaza, su pista de baile.

Publicidad

Para Gil es su primera vez en la ciudad. Su repertorio impregnado de música campesina como él mismo la definió incluyó canciones de su más reciente producción Fé na Festa. La brincadera bonita, como la calificó Brown alcanzó su máxima expresión cuando él, sus músicos y tambores se adueñaron del escenario.

El músico no permitió que los asistentes se sentarán casi en ningún momento, ya que en cada una de sus interpretaciones, guió al público con coreografías y movimientos dictados desde el escenario.

Como lo prometieron un día antes , los tres músicos compartieron escenario en diferentes momentos de la noche, evidenciando la complicidad, respeto y cariño que existe entre ellos.

Era cerca de la una de la mañana y eran pocos los que se habían ido y menos los que se querían ir; Brown fue el encargado de apagar las luces del escenario y despedir a los invitados con Magalenha, una de las sambas más conocidas.

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad