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¿Podrán Guillermo y Catalina conectarse con los canadienses?

La pareja real llegó a Ottawa en su primer día de gira oficial y logró una muy buena conexión con la multitud que los observaba
vie 01 julio 2011 11:18 AM
canadá
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La realeza tiene la necesidad de conectar con su público, de lo contrario su posición comenzaría a lucir insostenible.

La reina Isabel de Gran Bretaña se conecta fácilmente con la gente, aunque al príncipe Carlos a veces se le dificulta. Diana era muy popular.

La gran prueba para Guillermo y Catalina, duques de Cambridge, en su primera gira internacional es la forma en que se relacionarán con la gente y cómo la multitud se relacionará con ellos.

Hubo un indicio temprano, cuando Guillermo bajó del avión y vio a un niño en la fiesta de bienvenida. El príncipe se agachó, charló con él y consiguió una conexión. La duquesa le seguía un poco más atrás. No hubo ningún sentido de gran formalidad o indiferencia. Ésta era una nueva y más personal forma de la realeza: menos desconectada, más abierta.

Su primera parada fue en el National War Memorial –un momento sombrío para Guillermo, quien es militar y ha perdido amigos en combate. Una multitud se había congregado en la calle, muchos todavía hablaban acerca de la boda real y del deseo de hacer su propia conexión con la pareja, en su propio terreno.

Después de dar sus respetos, el duque y la duquesa se lanzaron a una caminata planificada. Catalina inmediatamente lució a gusto , hablando con las personas, inclinándose de nuevo cuando era necesario y claramente logrando conectar con el público.

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Guillermo hizo lo mismo, pese a quedar en el fondo a medida que Catalina se robaba el show. Para Carlos, esto pudo haber sido un problema, pero Guillermo nunca ha disfrutado de ser el centro de las miradas, así que no se preocupó demasiado cuando la atención se desvió.

El príncipe tuvo su momento más tarde, durante la ceremonia de bienvenida oficial, cuando hizo algunos comentarios, parte en francés, lo cual provocó el deleite del público y de los comentaristas de televisión.

La pareja pareció disfrutar mucho su primer día, tanto así que permaneció demasiado tiempo en las caminatas, a juzgar por la mirada en los rostros de algunos miembros del personal del palacio. Las visitas reales están programadas minuto a minuto, pero esta pareja real parecía haber perdido la noción del tiempo, y a la multitud le gustó eso.

Una cadena de televisión canadiense describió la visita como un home run de la realeza. Y, sólo va un día. Ciertamente, el primer ministro canadiense nunca ha lucido más feliz que al caminar, hay que decirlo, a la sombra de la pareja. Stephen Harper es un monárquico y sus méritos no se verán afectados por su asociación con las estrellas de rock de la Casa de Windsor.

El viernes promete más sucesos agradables para la muchedumbre, así como un concierto en Parliament Hill, para celebrar el Día de Canadá. Va a ser un espectáculo juvenil, animado y en partes, con rock.

Pero primero, Guillermo y Catalina serán testigos de una ceremonia de ciudadanía de nuevos canadienses que jurarán lealtad al soberano; actualmente la abuela de Guillermo, pero un día será él. Este viaje le recordará a Guillermo y a Catalina la obligación que tienen por delante; lo que están resolviendo en este momento es la forma en que desean llevar a cabo esa tarea.

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