Las celebridades deben blindar sus teléfonos del espionaje como en el FBI
No es una buena semana para ser el teléfono móvil de una celebridad. Pero antes de sumergirnos en ese mundo, hagamos un ejercicio de prevención que me agradecerás más tarde: saca tu teléfono celular. Ve a la biblioteca multimedia en donde guardas tus fotografías. Entre las fotos de tu mascota y ese fantástico plato de espagueti de un elegante restaurante, encuentra las que sean incriminatorias y que no quieres que nadie vea. Bórralas. Haz lo mismo con los mensajes de texto.
¿Todo listo? Bien. Ahora podemos continuar con una sensación de seguridad mientras nos sumergimos más profundamente en la historia que tenemos.
El miércoles, dos de las jóvenes estrellas más atractivas de Hollywood —Scarlett Johansson y Mila Kunis— se encontraron en el centro de un escándalo de espionaje telefónico que se dice que finalmente llegó hasta el la Oficina Federal de Investigaciones. El FBI no pudo confirmar el nombre de las víctimas del espionaje, y un representante dijo en un comunicado que “el FBI investiga a la persona o al grupo responsable de las intrusiones de personajes de alto perfil, pero debido a que es una investigación en curso, no tenemos la libertad de confirmar el número o los nombres de las víctimas”.
Ni Johansson ni Kunis confirmaron que sus teléfonos hubieran sido hackeados.
En cuanto a Johansson, las supuestas fotografías donde aparece desnuda, recorrieron internet después de que supuestamente las robaron de su teléfono celular. Y aunque supuestamente sólo existe una foto de Kunis sustraída de su celular, lo que provoca un gran revuelo son las supuestas fotos y textos de y para Justin Timberlake.
Kunis y Timberlake definitivamente tuvieron química en la pantalla en Amigos con Beneficios, una película sobre, bueno, amigos que duermen juntos. Casi todo el mundo con un poco de conocimiento de Hollywood o de las celebridades pensó que algo sucedía ahí. En cada entrevista con los medios, los dos bromeaban y fingían una relación coqueta que levantaba las cejas. Entonces, terminó el bombardeo de los medios cuando se vio a Timberlake nuevamente con su ex, Jessica Biel, y eso fue todo.
Eso fue hasta el miércoles, cuando comenzaron a circular los informes de unas supuestas fotos robadas de Timberlake del teléfono de Kunis —una en donde se dice que aparece con un par de calzoncillos en la cabeza. A principios de este jueves, dichas fotos —si en verdad existen— todavía no aparecen.
En noticias de espionaje en teléfonos celulares que no están relacionadas, pero aún así son relevantes, Sienna Miller habló por primera vez sobre cómo fue víctima del enorme escándalo de espionaje telefónico de News of the World, que invadió la vida y las comunicaciones de varias celebridades, políticos y familiares de víctimas de homicidios.
Cuando comenzaron a llegar historias a los puestos de revistas sobre cosas que absolutamente nadie podía saber además de Miller y confidentes cercanos, ella dijo en Today, que se volvió “increíblemente paranoica”, porque sintió “que todo estaba fuertemente comprometido. (…) Tuvo un enorme impacto en mis relaciones, amistades y en mi carrera”.
A pesar de que el caso de Miller es completamente diferente al de Johansson y Kunis, con todo este espionaje surge la pregunta: ¿Cómo se pueden prevenir situaciones como estas?
A continuación algunas sugerencias, ideas y pensamientos* que pueden ayudar, no sólo a las celebridades involucradas, sino, en un escenario, podría ayudar a nuestra débil economía. (Y antes de que comiencen los comentarios, estén conscientes de que me encontraba completamente irónico cuando fueron escritas):
- Construir una red de telefonía celular para celebridades manejada por el gobierno. Al igual que tú y que yo, las celebridades tienen contratos de telefonía móvil con las mismas protecciones que los que no son famosos. Bueno, ellos (claramente) necesitan una mejor seguridad móvil. Así que tomar cualquier sistema de telefonía celular de la CIA, del FBI o militar para operar —con todas las medidas de seguridad necesarias en su lugar—construir una versión exclusiva sólo para celebridades, cobrarles una exorbitante cantidad de dinero cada mes. De hecho, cobrarles con base en qué tan escandaloso es el contenido en su teléfono. Mientras más fotos de desnudos o textos picantes tengan, mayor es la tarifa mensual. El dinero irá directamente al gobierno, las fotografías de desnudos estarán a salvo y la deuda interna disminuirá.
- Walkie Talkies y CBs: si la tecnología de hoy en día facilita que ocurran los escándalos de esta naturaleza, la gente importante debería regresar en el tiempo y acoger a la vieja escuela. Los problemas surgen cuando tu teléfono también funciona como un disco duro portátil para fotografías y otros focos rojos potenciales. Con un Walkie Talkie, no. Hey, compra un beeper cuando estés en eso. Lo peor que te puede pasar es que alguien ten envíe el texto “58008” (Boobs).
- Convierte la intervención y espionaje de teléfonos móviles en un acto de terrorismo: en algún lugar, el hacker detrás de los golpes a las celebridades se ríe y disfruta después de exponer en el reflector las vidas de otras personas. ¿Una forma segura para frenarlo y al 99% de los otros que intentan seguir con el arte del hacking? Las llamadas técnicas de “interrogatorios mejoradas”. Contesta esto: ¿publicarías la foto de un desnudo de alguien si potencialmente te pudieran sumergir en agua y golpear en repetidas ocasiones? No lo creo.
*O simplemente no tomes/tengas/envíes cosas como esta con tu teléfono.