Caifanes, un reencuentro que reunió a más de 1,600 seguidores en el DF
La espera terminó y la noche del martes más de 1,600 capitalinos congregados en un foro de la Ciudad de México se rindieron a los pies de la banda Caifanes.
"¡Caifanes a tus pies raza!, ¡siempre!", fueron las palabras de Saúl Hernández, que retribuyeron la entrega del público que comenzó a desfilar eufórico a partir de las 20:00 horas y entre el cual destacó la presencia de los fieles fans del Ritual del perro y Los aliados de tu reino, quienes no dejaron de alentar durante los 130 minutos que duró el espectáculo.
Después de presentarse con éxito en el reciente Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, los iconos del rock mexicano realizaron un sólido reencuentro, tras 16 años de ausencia .
Chicago y San Diego fueron las primeras ciudades en Estados Unidos en vivir la gira del reencuentro .
En México, a las 21:30 horas de la noche del martes, en el escenario de El Plaza Condesa, los fans vivieron y corearon la letra de Viento, las voces detonaron mientras que Alejandro Marcovich y Saúl Hernández evidenciaron su reconciliación.
Imparable, la banda continuó con Negro cósmico, y al terminar, dio paso para que Saúl diera las gracias a sus fieles fanáticos, viejos conocidos y nuevas generaciones que han crecido con su música: "Raza, esto es un milagro, gracias a ti estamos felices y contentos, rompiéndonos la ma... como siempre lo hemos hecho".
"Para que no digas que no pienso en ti" siguió prendiendo la mecha en el templo. Al finalizar, Saúl retomó la palabra y resaltó que en tiempos difíciles hay que "tener coraje y vivir poca ma...". Posteriormente interpretó Miedo.
Nunca me voy a transformar en ti, La vida no es eterna y Te estoy mirando siguieron el curso del tiempo y precedieron uno de los temas más esperados de la velada: Aquí no es así, que paralizó los corazones del público.
Pero a la segunda estrofa de esta canción, Saúl Hernández olvidó la letra y tuvo que comenzar de nuevo, acción que los presentes, lejos de reclamar, le agradeció y se le entregó con pasión.
A partir de ese momento la noche se tornó mágica, pues la lluvia de clásicos se dejó caer con Cuéntame tu vida, Antes de que nos olviden, Ayer me dijo un ave y Sombras en tiempos perdidos, este último cubrió de nostalgia el lugar que albergó miles de cuerpos moviéndose de un lado a otro.
Los inolvidables temas siguieron con Mátenme porque me muero, con el que Diego Herrera dio cátedra de su habilidad con el teclado; Los dioses ocultos, Estás dormida, Amanece, El comunicador y Perdí mi ojo de venado.
Con la multitud eufórica, la agrupación aprovechó para presentar a cada uno de los integrantes, quienes se llevaron una porra estruendosa con el típico toque pambolero que caracteriza las ovaciones mexicanas.
Acto seguido, Saúl dedicó el tema Nos vamos juntos a cada uno de sus compañeros de trabajo, quienes agradecieron el gesto con una potente interpretación que despidió por primera vez en la noche a la agrupación, en medio de un mar de aplausos, a los cuales el vocalista respondió hincándose para agradecer humildemente a su raza.
Sin más rodeos y dejándose querer por la gente, el quinteto ofreció una recta final digna de ser inmortalizada en los templos aztecas con La negra Tomasa, Nubes, La célula que explota, Afuera y No dejes qué, temas que latieron hasta en lo más profundo de la ciudad e hicieron perder el control de una muchedumbre que se rindió a los pies de los dioses Caifanes.
Con las caras llenas de sorpresa y satisfacción, los cinco líderes y fundadores Saúl Hernández, Alejandro Marcovich, Sabo Romo, Alfonso André y Diego Herrera se reencontraron exitosamente con sus seguidores de la capital, a quienes volverán a conquistar los próximos 1, 2, 4 y 5 de octubre, ahora en el Palacio de los Deportes.