Noel Gallagher descarta querer 'romper' a EU con su música
Para Noel Gallagher, exfuerza creativa de la banda británica Oasis y hermano de Liam, el 2012 promete ser un gran año. Noel, un músico de 45 años cuyo talento como compositor lo ha llevado de ser un desempleado de Manchester, en el norte de Inglaterra, a sobrevender tours masivos en todo el mundo, tocando ante millones.
Para septiembre, Gallagher terminará la gira de su primer álbum solista desde la separación de Oasis en el 2009; este paseo incluye 81 presentaciones en Europa, el Pacífico (Japón y Australia) y América, así como un viaje a lo desconocido para el antes corista, y ahora cantante principal.
Inicialmente sería una pequeña gira, pero el nuevo álbum, Noel Gallagher’s High Flying Birds lideró las listas en el Reino Unido en octubre del 2011, por lo que los lugares de las presentaciones fueron cambiados por arenas para hacer frente a la demanda. Un movimiento que sorprendió al cantante y quizá explica el estado de ánimo de tranquila satisfacción que el guitarrista destila mientras se toma un café para platicar con CNN.
“La cantidad de boletos que he vendido, la cantidad de álbumes que he vendido… (simplemente) no tenía expectativas para el nuevo álbum. Pensé que debería tocar en teatros por un par de años pero tocaré en arenas antes de fin de año, estoy sorprendido por eso. “Parte de mí piensa: 'Claro que tocaré en arenas porque soy brillante y las canciones son brillantes así que es inevitable', pero otra parte de mí dice no tengo ningún derecho divino para hacer eso y tengo que trabajar. Resulta que ¡Estaba en lo correcto! Aun así estoy muy agradecido”, dice Noel.
No es la primera vez que sus compañeros de banda lo llaman El Jefe, pues ya ha experimentado una ola de éxitos. Hasta el 2009, Gallagher era el catalizador artístico y la mitad tranquila de la hermandad caprichosa que formó Oasis. Con su mezcla de melodías al estilo de los Beatles y la actitud de los Sex Pistols conquistaron las listas alrededor del mundo y se convirtieron en una de las bandas más populares del planeta.
El segundo álbum de Oasis (What’s the story) Morning Glory? entró a los primeros diez de Billboard y vendió cerca de cuatro millones de copias en los Estados Unidos. Pero esta cifra fue siete veces las ventas de los siguientes tres álbumes del grupo juntos de acuerdo a USA Today, una posición que provocó que varios críticos afirmaran que, a diferencia de otras exportaciones musicales británicas que han pasado antes que ellos, los Gallagher no fueron bien recibidos por el público estadounidense. Es una afirmación con la que el compositor de Wonderwall tiene que luchar.
“Empezamos con el pie izquierdo con los estadounidenses porque ellos son extremadamente profesionales y a veces los tratamos con una actitud de desprecio. La única vez que estuvimos en la portada de la Rolling Stone nos dejaron de lado por ocho horas en la sesión fotográfica. ¡Ocho horas! Creo que nos quedamos una hora… y no lo podían creer. (Pero) no entendíamos por qué teníamos que entrar al teatro con una revista Rolling Stone en un día libre, porque éramos unos pateadores de m**** de la calle y no teníamos tiempo para eso”.
“Cuatro giras seguidas en Estados Unidos o nunca empezaban o nunca terminaban (con Oasis) y eran subtituladas en la televisión por nuestros acentos… básicamente la gente no podía entender una palabra de lo que decíamos. No teníamos un vocalista como Bono o Chris Martin, teníamos un vocalista diferente que era como Johnny Rotten, pero no creo que nadie…lo vea como algo de que arrepentirse, lo hicimos bajo nuestros propios términos”.
Una firme defensa para una banda que Gallagher no tiene pensado reformar. Pero para alguien tan persuadido por su identidad británica, el nuevo álbum tiene en particular sentimiento estadounidense. La nueva banda incluye un guitarrista estadounidense, y el primer sencillo, The Death of You And Me, tiene una sección con instrumentos de viento al estilo Nueva Orleáns, y los videos para los sencillos, Dream On y AKA… What a Life!, tienen hasta ahora una temática de los Estados Unidos en los años 70 en la que Noel es la figura central.
Pero cuando se le pregunta si esto ha sido un movimiento estratégico, Gallagher se mantiene firme diciendo que no hay ninguna ambición de “romper” a los Estados Unidos.
“(Oasis) nunca tuvo un álbum número uno, tuvimos un número dos… casi llegamos. No sé lo que signifique 'romper' a Estados Unidos. Si es tocar en arenas en todos lados llenándolas con 10,000 personas cada noche, eso ya lo hicimos. No es que me esté justificando pero llenamos el Hollywood Bowl y el Madison Square Garden regularmente y obtuvimos discos de platino y oro (y) tengo la casa para probarlo. Nunca ganamos ningún Grammy, nunca nos nominaron, pero gente como Green Day y Hootie and the Blowfish, nos ch******* lo suficiente”, dijo.
Su álbum solista ha recibido buenas críticas hasta ahora. La revista Rolling Stone le dio una calificación de 3.5 de 5 con la recomendación de que Noel: “Había cocinado a los Beatles. El LSD se mezcla con la reacción de la MDMA (éxtasis) tal y como lo hacía Oasis, lo que hace sentir orgullosa a su antigua banda. ‘¡Griten por mí!’ canta en Dream On queriendo hacerlo realmente”.
Así que ¿el álbum se sintió como un renacimiento mientras se iba creando?
“He hecho suficientes álbumes como para saber que era un buen conjunto de canciones. Cuando escuché las versiones finales, quería estar detrás de ellas, eran buenas. Que saquen cinco estrellas de cinco o siete de diez no las hace mejores o peores para mí; o si vende 700,000 o 100,000, es un buen álbum porque así es.
“He creído en cada álbum que he sacado desde el día en que sale a la venta. He creído en ellos de igual forma pero es evidente que Morning Glory y Definitely Maybe han durado 18 años mientras que otros no han podido. No sabremos cuál será el canon de lo que he hecho hasta dentro de cinco años pero estoy seguro de que estará arriba, de hecho, sé que estará arriba”.
La música en el nuevo álbum abre un camino para Gallagher, tanto en términos musicales; la participación de la banda Dixieland en The Death of You and Me y los ritmos repetitivos y atrayentes de Everybody’s On the Run y de AKA…What a Life!, como en términos de contenido lírico. Se acercan, incluso se llenan, de romance.
“¡No sé qué fue lo que pasó! Mi esposa diría que no soy romántico en lo absoluto pero yo diría que soy el romántico perfecto porque escribo sobre… la vida siendo maravillosa. No como la escena musical Indie (independiente) de donde vengo, a ellos les gusta cantar sobre las noticias ¿o no?
“No hay nada bueno en las noticias. No me vas a decir que todas son buenas noticas en CNN ¿o sí? Nada puede ser bueno si está Piers Morgan, ¿sabes a lo que me refiero?
“Así que los temas (del álbum) son la evasión, el amor, el romance; encontrarse en un viaje, aunque no me guste esa palabra, la gente sólo dice eso en los reality shows, sabes cuando una persona se vuelve delgada porque ha estado en maravilloso viaje. No, no ha estado, han estado en una maravillosa rueda giratoria (como la de los hámster). Básicamente el álbum incluye canciones brillantes y bien hechas, letras fantásticas, todas tocadas brillantemente con el mínimo de agitación y son arduamente subestimadas, particularmente en Estados Unidos”, dice Gallagher.
Pero aunque su inquebrantable fe en su música siga igual que en sus días con Oasis, el ir de gira es una propuesta diferente. Como padre de tres niños, la vida en las giras ahora significa también separarse de su familia.
“A los niños (Donovan y Sonny) no les gusta que me vaya pero no puedo esperar a que sean los suficientemente grandes para que les pueda explicar: '¿Ves todas las cosas multicoloridas que tenemos (en la casa)? ¿De dónde crees que vienen? Bueno, no las trae Santa Claus, alguien tiene que trabajar por ellas y ese alguien soy yo. Así que vayan a la cama, los veré dentro de un mes'”
Y con eso Noel Gallagher abandona el cuarto para prepararse para su último concierto, en esta ocasión en la ciudad escocesa de Glasgow, cerca del pequeño lugar donde Oasis fue descubierto años atrás. Quizá ahora es el momento para establecer la aceptación de Gallagher en los Estados Unidos, aunque no sea en la Casa Blanca.