"Los médicos competían" para recetar analgésicos a Michael, dice exesposa
Los médicos “trataban de superarse” entre sí para dar “el mejor fármaco” a Michael Jackson para combatir su dolor, según declaró la exesposa del cantante el miércoles.
Debbie Rowe , madre de los dos hijos mayores de Jackson, se vio obligada a declarar acerca del uso de fármacos del cantante para los abogados de AEG Live, la empresa promotora de conciertos a la que la familia de Jackson demandó y que, según dicen, es responsable de su muerte.
La matriarca de la familia Jackson, Katherine, se encontraba en primera fila en el pequeño juzgado, en donde ha pasado gran parte de las últimas 16 semanas presenciando el juicio.
“Michael tenía muy poca tolerancia al dolor y su temor al dolor era increíble”, testificó Rowe. “Creo que los médicos se aprovecharon de él por eso”.
Rowe rara vez ha concedido entrevistas desde que se divorció del ícono del pop, aunque testificó en defensa de su exesposo en el juicio que se le siguió por abuso sexual de menores en 2005. Exoneraron a Jackson de todos los cargos en ese caso.
AEG Live sostiene que Jackson usó durante años el anestésico quirúrgico conocido como propofol para tratar el insomnio que padecía, incluso cuando Rowe viajó con él por Europa en la década de 1990.
El médico forense determinó que Jackson murió el 25 de junio de 2009 a causa de una sobredosis de propofol que le aplicó el médico Conrad Murray, quien cumple una sentencia de prisión por homicidio imprudencial.
“La señora Rowe les dirá que vio al señor Jackson usar propofol durante las giras”, dijo el abogado de AEG Live, Marvey Putnam, durante su argumento de apertura para el jurado, hace 16 semanas. “Vio que varios médicos inducían el sueño al señor Jackson en las habitaciones de los hoteles durante las giras”.
Rowe, quien conoció a Jackson cuando trabajaba como enfermera en el consultorio del médico Arnold Klein, en Beverly Hills, declaró que los médicos habían inducido el sueño a Jackson en hoteles de Munich, Londres y París, de acuerdo con Putnam.
“Ella siempre insistía en estar presente” para asegurarse de que un anestesiólogo ejecutara el “increíblemente peligroso” procedimiento, dijo Putnam a los jurados.
Los ejecutivos de AEG Live, que promovían y producían los conciertos del regreso de Jackson, no tenían forma de saber que Murray le inyectó propofol todas las noches durante dos meses durante la primavera de 2009, dijo Putnam.
“Casi nadie lo supo antes de su muerte”, dijo. “AEG Live ciertamente no sabía”.
Los abogados de la familia Jackson sostienen que los promotores ignoraron las señales que indicaban que la salud del cantante se deterioró a lo largo de los dos meses que antecedieron a su muerte. Argumentan que en vez de llevarlo con otro médico que tal vez le habría salvado la vida, dejaron en manos de Murray la responsabilidad de que Jackson llegara a los ensayos.
La madre y los tres hijos de Jackson sostienen que AEG Live es responsable de su muerte porque contrataron o supervisaron negligentemente a Murray. Los abogados de la familia sostienen que cuando la empresa acordó pagar a Murray 150,000 dólares (un millón, 875,000 pesos) al mes, surgió un conflicto de intereses para el médico, quien se encontraba sumido en deudas y no podía arriesgarse a perder el empleo al negarse a administrar propofol a Jackson cuando lo exigía.
AEG Live sostiene que aunque sus ejecutivos negociaron con Murray para que fuera el médico de Jackson durante la gira This Is It, fue Jackson quien eligió y controlaba al médico.
El miércoles se cumplen 69 días de rendición de declaraciones para el caso; el juez indicó a los jurados que probablemente se les entreguen los expedientes a finales de septiembre para que inicie la deliberación.