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Vallenato, folclor y luto despiden a García Márquez en Bellas Artes

Miles de seguidores de Colombia y México acudieron a Bellas Artes para agradecer al escritor su legado y celebrar su "sencillez"
lun 21 abril 2014 08:13 PM

México le dio el adiós al colombiano Gabriel García Márquez este lunes en una ceremonia en la que sus seguidores le quitaron solemnidad para darle un ánimo de fiesta y folclor.

El Palacio de Bellas Artes se vistió de luto. Las lonas negras que cubrían templetes, escenarios y pasamanos contrastaba con las flores y moños amarillos, además de las playeras de la selección de Colombia que portaban algunos de los asistentes.

La esencia del homenaje estuvo dividida. Al interior del recinto, la solemnidad y los trajes y vestidos negros estaban enmarcados por el silencio y la música de cámara que acompañó a las cenizas de 'Gabo'.

Al exterior del Palacio de Bellas Artes fue una fiesta a ritmo de vallenato que servía para amenizar las pausas de la lectura que un grupo de jóvenes hizo de Cien años de soledad.

Mientras miles de personas hacían una larga fila que llegaba a más de 300 metros hasta el Hemiciclo a Juárez, en el centro de la Ciudad de México, el grupo Guatapurí cantaba los temas favoritos del escritor García Márquez.

Luis Aponte, vocalista y acordeonista de este grupo colombiano, aseguró que eran uno de los grupos predilectos del escritor y la cita infaltable con él era cada 6 de marzo, día de su cumpleaños.

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"Su canción favorita era El cantor de fonseca", aseguró el integrante del grupo que tiene el origen de su nombre en un río de Colombia donde se cree que nació el vallenato.

35 segundos frente a su recuerdo

A unos metros del escenario donde tocaba Guatapurí coplas que cantaban "...es Gabriel García Márquez, pero le decimos Gabo...", cientos de personas abandonaban el Palacio de Bellas Artes después de estar aunque fueran unos segundos cerca de las cenizas del escritor.

Dos de ellos fueron Diego y David, ambos de 24 años de edad y originarios de Bogotá, Colombia.

Diego, quien estudia Pedagogía en el Distrito Federal, afirmó que la muerte del Premio Nobel 1982 fue una "pérdida importante para la cultura, además de que su legado es enorme y hay dolor por ello".

David viajó desde Guadalajara para acompañar a Diego y dijo estar conmovido por el fallecimiento de Gabo, pues lo consideró un "gran hombre y una persona sencilla, cercana al pueblo".

Ambos estuvieron formados más de dos horas y media antes de ingresar por un breve espacio al interior de Bellas Artes.

El mismo tiempo estuvieron formados Ana y Amalia Romero y su amigo Enrique García, que lograron contar 35 segundos cerca de la urna color caoba que resguardaba las cenizas del escritor, quien falleció el pasado jueves en su casa en la Ciudad de México.

"Sentí mucha alegría al entrar porque pensé que no lo lograríamos, pero ya al estar frente a las cenizas fue mucha tristeza porque era un gran hombre que se fue", aseveró Ana, de 22 años de edad.

"Si quieres ser alguien culto tienes que pasar por García Márquez", completó su hermana, de 26 años de edad, y que lloró al enterarse de la muerte de 'Gabo', tras leer la noticia en Facebook.

"Mierda"

Como ocurriera el día de su muerte, el cielo se nubló y algunas gotas sobre la explanada y truenos amenazaron con lluvia, pero el ingreso de miles de personas no se detuvo.

Yango y Martín fueron otros dos jóvenes colombianos radicados en México que también acudieron a "despedir" a su paisano García Márquez, acompañados de una bandera de su país.

"El tiempo fue muy rápido y nos pedían movernos, pero no importa, era estar frente al grande y despedirlos con todos los honores que se merecía", dijo Martín.

Yango afirmó sentir "un vacío enorme en el alma y nostalgia por el legado que 'Gabo' dejó en el continente. García Márquez no es colombiano ni mexicano, es toda América Latina".

Mientras la tarde caía, salió del Palacio de Bellas Artes Miguel Ángel, de 42 años de edad, con un libro en la mano. No es de García Márquez. Los del nobel ya los leyó todos. De hecho fue con Crónica de una muerte anunciada cuando tuvo su primer interés en la lectura, hace 28 años atrás.

Dejó sus vacaciones a medias en la Huasteca Potosina para "agradecer en persona" a 'Gabo' por "su aporte en la literatura" y aprovechó algunos de los segundos que estuvo frente a la urna para recordar lo que sintió al conocer la muerte del escritor y para lo cual citó la última palabra de El coronel no tiene quién le escriba: "Mierda".

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