Mara Wilson pide no "romantizar" el suicidio de Robin Williams
Mara Wilson, quien interpretara a la pequeña hija de Robin Williams en Papá por siempre pidió no "romantizar" lo que llevó al actor a su suicidio y tomar en serio las enfermedades mentales como la depresión.
"Varias personas piensan que ser un artista significa que tienes que sufrir, o al menos revolcarse en viejas miserias", escribió Wilson en su blog personal a una semana de la muerte del histrión.
Para Wilson, enfocarse en el dolor de una persona en lugar de sus logros "es un insulto a ellos".
"Los artistas que lidian con enfermedades mentales, traumas, enfermedades, adicciones (a menudo el último es una forma de auto medicación después de las primeras tres) no lo quisieron", escribió la exestrella infantil.
Lisa Jakub, quien fuera su hermana en la película "y mi hermana mayor honoraria en la vida real", también expresó en su blog que "ninguno de nosotros sabe realmente qué lucha libraba Robin, pero sé que sus batallas no eran fuera de lo común".
Wilson asegura que su lamento ha sido privado ha evitado las redes sociales y programas de televisión para evitar ver la imagen del fallecido actor.
Tras el anuncio de una secuela de Papá por siempre en abril pasado, Wilson rechazó participar al señalar que la película "terminó donde tenía que terminar", según escribió entonces en Twitter.
En su emotiva carta, la actriz dijo que hubiera querido encontrarse con Robin Williams para explicarle que le hubiese encantado volver a trabajar con el comediante, pero que "estar en un gran estudio de cine otra vez signicaba un mayor nivel de escrutinio y que no podría lidiar con eso".
Estrenada en 1993, Papá por siempre relata la historia de un padre de familia, interpretado por Robin Williams, que tiene que disfrazarse de mujer para poder ver a sus hijos tras su divorcio.
"Seguía trabajando en películas, yo ya no; aún vivía en California; yo me he movido probablemente nueve veces desde la última vez que tuve su información de contacto", dijo Wilson quien dice que la última vez que se encontró con Williams fue en 2007 en Nueva York cuando él filmaba August Rush.
Wilson apunta que pese a tener algunos años sin hablar con Robin Williams, "no estaban en malos términos", recordándolo como una persona "cálida, gentil, expresiva, enriquecedora, y brillante"
