Contribuyentes y SAT medirán sus fuerzas

El programa de regularización de adeudos fiscales puede convertirse en una demostración de fuerza entre los contribuyentes y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a causa de los litigios que existen entre ambos, advierten expertos.

Los contribuyentes analizarán si les conviene o no acogerse al programa que aprobó el el Congreso en la Ley de Ingresos 2013, mientras que la autoridad buscará recuperar la mayor cantidad posible en el menor plazo, indican.

"La mayoría de los casos se están litigando y el SAT puede cobrar o no, pero si en este momento fortalece sus finanzas, le conviene", asegura Héctor Reyes, socio coordinador de la Práctica Fiscal de Baker & McKenzie, Ciudad de México.

De acuerdo con los datos proporcionados por el organismo, la cartera total es de 1.6 millones de créditos fiscales por 668,000 millones de pesos; se estima que 1 millón 121,000 de contribuyentes serán susceptibles de acceder a la condonación, que equivale a 496,000 millones de pesos.

Del total de contribuyentes sujetos a la condonación, 5% son empresas (55,000), mientras que más de un millón son personas físicas. Los fiscalistas aseguran que prácticamente el 85% del total se concentra entre personas morales (compañías) que en su mayoría enfrentan litigios con el fisco.

Del universo de contribuyentes susceptibles a la condonación 60% está sujeto a controversias judiciales, según cifras del SAT. Es decir, en seis de cada 10 créditos sujetos al programa se deberá tramitar un desistimiento jurídico para poder regularizar la situación fiscal, informó este miércoles el jefe de la entidad de recaudación tributaria, Aristóteles Núñez.

Con este programa, "la política de la autoridad en el caso de los adeudos anteriores a diciembre de 2006 pareciera ser la de abatir los gastos de litigios, tanto para el contribuyente como para el Gobierno, y recuperar un 20% para el SAT", indica el socio de Impuestos Corporativos de KPMG México, Manuel Rico.

"Hubiera sido deseable que aquellos contribuyentes que van al día en el pago de sus contribuciones recibieran algún tipo de estímulos, una reducción en el pago del impuesto, eso creo que es un pensamiento general que quieren los contribuyentes cumplidos y cautivos que son los que pagamos oportunamente y quizás no gozamos de ese tipo de beneficios", reitera.

SAT, el más beneficiado con el programa

El SAT se va a beneficiar si logra esa cartera de 496,000 millones de pesos porque no se sabe cuándo los vaya a cobrar, indica el socio de Impuestos de la firma consultora PwC, Pedro Carreón. "La autoridad no va a cobrar todo, (pero) si logra 80,000 mil millones será un monto importante y si lo cobra rápido mejor", asegura.

El experto descarta que el programa sea inequitativo y que beneficie a los incumplidos. "Son adeudos que entraron en controversia con la autoridad. Por alguna razón al contribuyente le detectaron impuestos que en su opinión no deberían haberse pagado y se fueron a un juicio y la mayoría de los créditos que contempla el programa están en litigio", especificó.

De hecho, considera que si un contribuyente omitió impuestos hace más de cinco años y el SAT no se dio cuenta del faltante, ya no lo debe pagar porque la autoridad no puede revisar de cinco años atrás.

En el caso de este programa son créditos que determinó la autoridad, que por alguna razón no los pudo cobrar y se fueron a juicio y el juez determinará si el contribuyente tiene la razón o no.

"En estos casos, lo que se tiene es la oportunidad de dejar de pelear y pagar solo el 20%, ahorrarse la fianza que normalmente se aplica, honorarios de abogados. Eventualmente un contribuyente puede ganar el juicio, o perderlo y el fisco cobrar aunque sea ese 20% o no cobrar nada", indica el fiscalista Pedro Carreón.

Es simplemente una cuestión financiera de si le conviene al contribuyente entrar a esta "amnistía", subraya. Puede dejar la incertidumbre a un lado -en cuanto a perder o ganar el juicio- y pagar el 20%, sin recargos ni actualizaciones, pero será el análisis que haga cada persona física o moral en lo individual.

Si no pago desde hace más de cinco años y no estabas en litigio, la autoridad entonces no lo había detectado. La autoridad ya no puede revisar de más de cinco años. El 80% son adeudos que tengas atrasados anteriores a 2007. Si debes un impuesto de hace dos años tienes que pagar el 100% de ese impuesto y van a perdonar multas y recargos.

Para el presidente del Comité Técnico Nacional de Estudios Fiscales del  IMEF, Felipe León Gámez, esta amnistía pretende dos cosas. Una que los contribuyentes hagan conciencia, quizás muchos decidan suspender sus recursos y dejar de pagar abogados, gastos de administración y tener un arreglo con el SAT.

La otra es desde el punto de vista del SAT para que recupere lo más que pueda, ya que como autoridad resulta desgastante tener a todo un equipo de abogados defendiéndolo, expone.

Héctor Reyes, de Baker & McKenzie, Ciudad de México, añade que la amnistía es interesante para créditos correspondientes a 2006 y anteriores y por la antigüedad de esos años la gran mayoría de los contribuyentes que van a hacer uso del programa seguramente están en un proceso de litigio después de una auditoría.

"Si no te han revisado y tienes un ‘pecado' en 2006, a los cinco años caducan las facultades de comprobación del fisco, es decir, vencieron en 2012. ¿Quién va a ir a arreglar 2006 cuando ya las autoridades no tienen facultad de cobrarte nada?", agrega.

"Por eso es que me atrevo a concluir que en la mayor parte de los casos van a ser auditorias que se hicieron hace muchos años, que se fueron a pleito o que se liquido algo y que la empresa por alguna razón no está peleando y la andan queriendo cobrar; ese tipo de empresas son las que harán uso de la amnistía. Aunque son menos son las que representan el mayor importe".

¿Y dónde quedan los cumplidos?

La "amnistía fiscal" que estará vigente hasta el próximo 31 de mayo no incentivará el incumplimiento en el pago de impuestos, aun cuando los contribuyentes cumplidos fueron relegados de cualquier beneficio, aseguran los fiscalistas.

"Un contribuyente cumplido -que pagó sus impuestos y se puso al corriente incluso quizás días antes de que se anunciara esta amnistía- no estará muy a gusto al ver que otros no pagarán más que el 20%, pero no significa que a futuro no quieran cumplir con sus obligaciones fiscales apostando a la siguiente amnistía", dice Héctor Reyes socio coordinador de la Práctica Fiscal de Baker & McKenzie, Ciudad de México.

León Gámez, del  IMEF, comenta que los contribuyentes cumplidos lo seguirán siendo, pero esto hace que sea incómodo. En el programa anterior de amnistía fiscal se otorgó a los contribuyentes cumplidos una reducción de impuestos a los pagos provisionales. Si eran contribuyentes cumplidos en el último ejercicio tenían derecho a reducir en 0.5% y ahora no se dio nada".

Estima que este tipo de programas "manda un mal mensaje en el concepto de lo que se debe hacer y es que los mexicanos tengamos conciencia en el cumplimiento de nuestras obligaciones. El programa de amnistía está premiando al incumplido, no necesariamente quiere decir que quienes cumplen van a caer en incumplimiento, pero sí le está dando un premio al incumplido".

Pedro Carreón, de PwC, descarta que los clientes cumplidos decidan no pagar impuestos  y esperar a que llegue en seis años otro nuevo programa, lo cual sería muy riesgoso porque no se sabe si llegará a no otra "amnistía".

"No pagar impuestos sale muy caro, porque los recargos y las multas son sobre la inflación; si la autoridad descubre en el año cuatro que el contribuyente no pago impuestos y lo obliga a cumplir le pueden embargar el negocio, congelar las cuentas e incluso puede perder la oportunidad de venderle al Gobierno. No creo que una persona quiera jugarse eso con la esperanza de que vaya a salir un programa", reitera.